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martes, 23 de julio de 2013

El Sol tiene precio.

No hace mucho escribí que un día, no muy lejano, pagaríamos por tener ojos y oídos, creo que  me quedé corto, se me olvidó la piel. Nuestro fantástico gobierno parece que no está contento con las subidas de impuestos en la electricidad. Un incremento del precio abusivo e injusto que merman nuestros bolsillos y por ende nuestra libertad. Esta subida, bien sabemos todos, se hace para satisfacer a nuestros buenos amigos, los de las eléctricas. Pero como decía, no contentos con esta subida, ahora el gobierno pretende cobrar impuestos por la generación de energía propia. Si ya resultaba bastante tedioso y caro montarse una estación de producción en tu huerto, ahora no solo te van a cobrar impuestos por ello, sino que además te puede caer un buen multazo impresionante, hasta 30.000.000 de Euros, si no lo declaras o no está según la normativa.

Siempre he sido de la convicción de que los recursos básicos para la vida no pueden tener precio, y su uso es un derecho de nacimiento. El agua, el aire y la energía, que emana del Sol, no es propiedad de nadie. Lamentablemente, el sistema, completamente quebrado y corrupto por el cual nos dejamos gobernar, necesita socializar las deudas generadas por su mal funcionamiento. En vez de cambiarlo y buscar alternativas, todos y cada uno de los gobiernos, sean del color que sean, intentarán parchearlo obedeciendo las ordenes de los de arriba. Esto es uno más de estos parches, que como siempre, van encaminados a mermar la calidad de vida de la mayoría, para incrementar los ingresos de unos pocos privilegiados.

Es más de lo mismo y resulta cansino repetirlo. Ellos pueden hacer esto y todo lo que se les venga en gana porque los borregos, es decir, nosotros, hemos decidido el camino de la irresponsabilidad. Incluso dentro de ese laberinto de la leyes incomprensibles para la mayoría del pueblo llano que han creado para controlarnos, existe la posibilidad de ponerle la zancadilla a esta casta de sátrapas que se hacen llamar gobierno. La desobediencia civil está contemplada como un derecho y podemos usarla cuando sintamos que se están vulnerando nuestros derechos fundamentales, como es el caso.

Imaginen que a una lagartija el gobierno le quisiera cobrar por cazar moscas, pues esta ley es la misma estupidez. Como se puede cobrar impuestos por tomar la energía del Sol ¿Es que nos hemos vuelto locos o ya somos tan estúpidos y obedientes que nos damos cuenta de este abuso?

No nos extrañe si pronto empezamos a ver fuentes con un insert coin o contadores de aire respirado; con el afán de recaudar que tienen, quizás me esté quedando corto.

Explicado con un poco de gracia andaluza, aunque no tiene ninguna.


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