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domingo, 30 de marzo de 2014

Tiempos de cambio

Estamos en una época de cambios, y con ellos la verdad está siendo revelada. Los opresores salen a la luz y se manifiestan como lo que son. Un ejemplo caro es el de aquel que un día fue nombrado premio novel de la paz. Hoy ya no se ve como  un mesías negro, sino como lo que siempre fue; un maniaco homicida dispuesto a iniciar una guerra por defender los intereses del gobierno en la sombra. No le basta con matar a inocentes cada día con sus juguetes voladores dirigidos por niños, tampoco mentir a su pueblo o llevarlo a la pobreza para satisfacer a sus amos; ahora quiere iniciar una guerra con el eterno enemigo rojo para tapar sus problemas. Al fin y al cabo, que puede sentir una marioneta movida por los hilos del  poder del dolor ajeno. Su amigo turco, sigue su ejemplo, conspira en la sombra para provocar un ataque de falsa bandera en Siria, y cuando se ve pillado, cierra youtube y twiter, en una demostración más de su idea de libertad. 

Más cerca, otros títeres, después de haber mentido e incumplir todas sus promesas, llevando también a su pueblo a la desesperación y la pobreza, untan con su asqueroso dinero a los medios de comunicación, todos ellos condenados al cierre sin su ayuda económica. De una manifestación de miles de personas  que pedían justicia, solo quedó, para la mayor parte de la opinión pública, que un grupo de violentos agitadores  sembraron el caos en la ciudad; quien sabe si bien pagados también. Del motivo de su su protesta nada quedó, ni siquiera que pedían una justicia que cada día que pasa se hace más lejana.

Esta es la crónica de tiempos donde desaparecen aviones sin dejar rastro, donde el dinero de los pobres acaba en en manos de los banqueros o condenaciones a concesionarios de autopista. Ya nada nos sorprende, y con nuestra carencia de sorpresa, crece su osadía. Poco falta ya para que nos dicten nuestros pensamientos, pues la opinión casi perdió la batalla bajo la manipulación masiva de la televisión y los periódicos.  Pronto nos pedirán que aceptemos al gran hermano como un dios, y obedezcamos sin dudar sus mandatos, y pobre de aquel que ose rebelarse.

Si queremos que los cambios nos favorezcan este es un ejemplo de como se tienen que decir y hacer las cosas. Parece mentira, pero es monja.

martes, 18 de marzo de 2014

El pueblo crimeo decide y el NOW se cabrea


El gobierno de Estados Unidos y sus lacayos europeos tienen una curiosa visión de la democracia. Cuando el pueblo elige y decide en contra de sus intereses, se pone de morros y dice que reconoce ni acepta los resultados. Por el contrario, cuando un neonazi corrupto toma el poder sin ser votado, es legítimo. No hace falta ver más, ha quedado en evidencia la democracia que desea en NWO; que viene a ser algo así como un embudo, lo ancho para mí, y lo estrecho para los demás.

La rabieta que han cogido los auto-proclamados policías del mundo con la decisión del pueblo de Crimea por retornar a la madre Rusia, también ha puesto de manifiesto dos cosas más:  Unidos hace ya tiempo que ya no es lo que era, y se refuerza la alianza entre Rusia y China; principalmente gracias  con las malas estrategias del gobierno americano, cada vez más debilitado y odiado por sus políticas intervencionistas. No quiero que se entienda que siento predilección por ninguno de los dos jugadores, al fin y al cabo, el pueblo, como siempre y en todos los movimientos de este juego macabro, no es más que una pieza accesoria.

Mientras todo esto sucede, algunos aspirantes a califas, como Mas, en Cataluña, aprovechan para distanciarse de lo sucedido en Crimea, y es normal, se trata de una unificación no de una escisión. Aquí cada uno mira por lo suyo, sobre todo si lo que hay en juego es poder y dinero. Lo que le ocurrió a este buen señor, es que su capacidad deductiva es algo lenta, en un principio pensó, bueno, ya tengo otro clavo ardiendo donde agarrarme, pero luego,  se percató del error y se  distanció, cada uno tiene las neuronas que tiene, y cuando se trata de políticos, pues bueno...
Aunque en apariencia la situación de Crimea, no tiene nada que ver con la de Cataluña, Mas se equivoca, hay una similitud, a mi juicio, la manipulación. Al igual que los medios occidentales han intentado polarizar la opinión publica de forma descarada. Sucede lo mismo en Cataluña. Dos intereses contrapuestos, cada uno utilizando a sus voceros, y el pueblo en medio. Apenas se escuchan otra voces, otras preguntas que quieren hacer otras organizaciones al pueblo catalán. ¿Declararía la deuda como odiosa? ¿Instauraría una democracia participativa? Esas no interesan a los medios bien pagados.

El juego continuará hasta que la humanidad despierte y se desprenda de los parásitos que le impiden evolucionar y vivir en paz. Mientras estos sigan decidiendo nuestro futuro y sometiéndonos con su sistema represor, seguiremos a su merced, cada vez más pobres en un mundo de abundancia. Hasta que ese momento llegue, sean bienvenidas estas pruebas del carácter de los que nos gobiernan. De paso quiero darle  también, no se si llamarlo así, la bienvenida al estado fascista de la U.E. a lo que queda de Ucrania; No saben lo que les espera.

sábado, 15 de marzo de 2014

La receta para salir de la crisis.


Por un momento, quiero abrir una ventana a lo trascendente, dejando de lado la matrix y la indignación que me provoca. Quiero dar cuenta de que hay una realidad paralela, que está lejos de su nefasta influencia y que esa realidad no es un mundo tenebroso como reflejó cierta película, sino un mundo donde se manifiesta nuestra naturaleza divina en plenitud.
El simple hecho de intentar llegar a este remanso de paz, que siempre ha estado dentro de nosotros, es una forma de salir de la prisión que nosotros mismos hemos construido.

La verdadera naturaleza de nuestro espíritu reside en el silencio que existe entre cada uno de nuestros pensamientos. Por desgracia, lo que debería ser naturalmente escuchado está velado por el murmullo incesante de nuestros pensamientos. Un murmullo que que está en constante divagación, siempre en el pasado o en el futuro, pero nunca en el presente, donde debería estar para encontrar este silencio y poder escuchar a nuestro ser interior; el verdadero y único.

Si observamos nuestra mente como si fuéramos simples espectadores de lo que pasa y no participantes, sin juzgar ni entretenernos en lo que sucede o cuestionarnos porque sucede, observaríamos el incesante ruido estéril al que nuestra mente nos somete. Esta práctica es un tipo de meditación trascendental que puede, por si sola, permitirnos llegar al silencio. La espontaneidad, la genialidad y originalidad, residen en él. Del silencio de una mente aquietada parten las decisiones correctas, y estas son las que nos harán libres y fuertes ante la opresión y la esclavitud a la que la sociedad nos somete. La práctica continuada y periódica de la meditación descrita aquí, puede llevarnos al entendimiento de que nuestra cárcel no es la sociedad, ni los políticos ni la crisis, sino nosotros mismos.

Muchas veces, seguro, habéis tenido el impulso de hacer algo original, sea lo que sea. Puede, y sucede en la mayoría de las veces, que la idea que dio origen a ese impulso partiese de una necesidad de vuestro interior. Puede que fuese una decisión o acción, aparentemente descabellada, sin lógica y que contravenía las reglas establecidas. Cuando los percibisteis el deseo de hacer algo así, inmediatamente vuestra mente apareció y comienza a evaluar los pros y contras del acto, a pensar en lo que dirán los demás, que sucederá y que consecuencias tendrá en el futuro; y fue en ese preciso instante, cuando la mente intervino, donde la genialidad se esfumó y las necesidades de vuestro espíritu cayeron en saco roto, frustrando así vuestra oportunidad de crecer. La causa de esto,  fue vuestro programación; si, como lo digo, vuestra programación.

Desde muy pequeños nuestra mente ha sido programada para no obedecer a nuestras verdaderas necesidades. Hemos sido educados en la represión de nuestros sentimientos y nuestras necesidades naturales. A medida que hemos ido recibido esta educación socializadora, la espontaneidad y originalidad de los actos que realizábamos de niños, fue siendo cizallada por la represión; que al fin y al cabo, es una forma de violencia. La consecuencia de esto es que nos hemos convertido en unos seres incompletos. Y aunque está tan cerca que la podemos tocar, esa parte de nosotros que falta, es la que nos debilita y nos hace sufrir, además de hacernos susceptibles a la influencia de otros; que no siempre pretenden nuestro bien, sino aprovecharse de esa debilidad.

Imaginad por un momento, tener la inocencia, espontaneidad y originalidad de un niño con vuestra mente completamente desarrollada, sin barreras mentales que obstaculizan todo vuestro potencial. Eso es, precisamente, lo que nos ha sido arrebatado al socializarnos. Evidentemente, una persona completa, en absoluto, sería una herramienta para el sistema, nunca un esclavo, y mucho menos sometida. Es por ello, que la sociedad se guarda muy bien de que no haya un acceso fácil a este saber ancestral. Nunca recibiremos una enseñanza destinada al aprendizaje de la meditación o al auto-conocimiento porque no interesa que los miembros de una sociedad jerarquizada sean autosuficientes.

Pero tranquilos, por muy enraizado que esté el programa en nuestra mente, podemos desprogramarnos y acceder a nuestro ser interior sin ayuda, tan solo hay que meditar profundamente , y no para ello necesitamos, en un principio, abandonar todo lo que hemos aprendido hasta el momento. Es más, nos servirá de medio para comprender hasta que punto la matrix forma parte de nosotros.

Las técnicas de meditación son diversas y dependen enteramente del sujeto que las practica. El nivel, la profundidad y tiempo requerido, también. Pero al final, todas las técnicas conducen a lo mismo; la completa liberación. Podemos empezar con la técnica del observador, de la que ya he hablado al principio. Sin embargo, hay que tener en cuenta, que aunque parece simple, en la práctica resulta difícil, sobre todo al principio. Como he dicho, la técnica del observador es simple: basta con ponerse cómodo en un lugar silencioso y con temperatura agradable, apagar el móvil o cualquier cosa que pueda interrumpir nuestro momento. Uno puede cerrar los ojos o no, puede poner la vista en un punto fijo, desfocalizarla o, simplemente, no prestarle atención. No recomiendo poner música relajante o cualquier otra distracción, al menos en un principio.
Antes de comenzar la meditación, propiamente dicha, es necesario unos sencillos ejercicios mentales para preparar nuestra mente. Hay muchos que nos podrían servir, de ellos este ejemplo: Nos concentrarnos en nuestra respiración de esta forma. Al inhalar el aire, sentiremos como este se desliza por nuestra nariz hacia los pulmones a medida que desciende nuestro diafragma. En ese instante, debemos imaginar que el aire que penetra en nuestros pulmones es de un color rojo intenso. A medida que desciende a nuestros pulmones y penetra en los alveolos, donde deposita el oxígeno, el aire lo debemos imaginar tornando, paulatinamente, de un color rojo a blanco. No es necesario respirar de forma diferente a como lo hacemos habitualmente, es simplemente prestar atención. Cuando nuestros pulmones han absorbido el oxígeno y este comienza ha ser absorbido por nuestra sangre, sube el diafragma y notamos como es expulsado, lo correcto es que salga por nuestra boca. Imaginan entonces que el aire se ha tornado de blanco a azul, y notad como va subiendo hasta salir. Si lo deseáis, podéis imaginar que, a medida que sale, sale con el todas las preocupaciones que habéis acumulado a lo largo del día. Haced esto diez veces, después de lo cual, si lo habéis hecho correctamente, con un buen nivel de concentración, notaréis un extraño estado de quietud. A partir de entonces, y sin dejar de prestar atención a vuestra respiración, imaginaros que salís de vuestra mente, como si fueseis alguien que mira desde arriba. Enseguida, sin apenas ningún esfuerzo, comenzaréis a escuchar a vuestra mente. ¿ Estaré haciendo bien esto de meditar? ¿Que sensaciones me producirá? Estos serán los pensamientos más habituales, a los que seguirán muchos más. Debéis de dejar que fluyan, no los juzguéis, no buscar respuestas, simplemente dejad que fluyan. Cuando la mente se encuentra en esta situación, tiente a adoptar medidas defensivas, a intentar distraeros. Comienzan a aparecer picores y cualquier ruido, por insignificante que sea, reclama vuestra atención. Eso es normal que suceda los primeros minutos, sobre todo, si no se ha practicado antes. No os dejéis arrastrar a su juego, permaneced por encima siendo escuchándola en sus divagaciones. Cuanto más tiempo dediquéis, mejor serán sus resultados.
El objeto de esta sencilla meditación, no es otro que tomar consciencia de que no somos nuestra mente ni tampoco nuestros pensamientos, sino que somos el observador. No porque yo lo digan u otros que lo han experimentado, algunos de ellos grandes maestros, sino porque tú, como observador, lo ves por ti mismo.
La práctica continuada de la meditación produce cambios directos en tu forma de ver la vida y el mundo, cambia tus prioridades y eso te acaba liberando de tu programación. Con el tiempo y la práctica constante, pronto, entre pensamiento y pensamiento, el observador percibe su verdadera naturaleza. Puede que al principio de forma fugaz, pero con la práctica, esos momentos se alargarán. En este estado de meditación perfecta, el observador siente su verdadera naturaleza, y adquiere un estado de paz inimaginable, que la mente, con todos sus sentidos, no podría percibir.
En este estado, eres inmune a los problemas mundanos, tu mente funciona como lo que es, una herramienta y no como tu carcelero. Quedas liberado de la opresión, los miedos y las preocupaciones, todo ello fruto de tu mente a la que antes llamabas yo. Te amino a que lo intentes y experimentes por ti mismo, no hay riesgo, no cuesta dinero y no se te exige resultado alguno, merece la pena.

sábado, 1 de marzo de 2014

El gran juego

Para entender las reglas del juego que se está jugando en la política internacional hay que ir más allá de la apariencia, porque  son estrategias de un juego, que en último término, persigue la conquista del poder absoluto y el control de los recursos naturales de todo el planeta. Una parte importante de este juego consiste en que los que no jugamos a el, no sepamos de que va, y la otra, no menos importante, es que no descubramos que los acontecimientos que parecen desligados unos de otros, en realidad son movimientos de los contendientes en su afán por ganarlo. 

 Hemos visto como EE.UU, o mejor dicho, las fuerzas oscuras que gobiernan este gran país, utilizando como justificación un auto-atentado contra su propio pueblo, invadían y se adueñaban de Irak, sometía a Libia al caos y consolidaban su posición en Afganistán; siempre con el apoyo de los peleles europeos. El modo de operación en Libia ha sido el mismo que con, no tanto éxito, han utilizado en Siria, y que todavía hoy siguen utilizando.

 Para quien todavía no se haya percatado, la cosa es muy sencilla: arman y financian grupos, supuestamente liberadores, para derribar el gobierno establecido en el país, con el propósito para colocar a gobernantes que sea más afines a sus políticas; claro está, que les permita espoliar sus recursos sin impedimentos.

Como vemos, la similitud de acción y procesos, delatan el rol de los jugadores y objetivos. En este juego, la gente de a pie no somos más que números que ni siquiera cuentan en sus cálculos; tan solo somos ganado que pasa de manos de un pastor a otro. Lo que realmente importa en cada movimiento del juego es la posición estratégica que se ocupa. Por la forma que tiene este tablero, por así llamarlo, las acciones del juego  pude ejecutarse de forma simultánea en varios lugares y en diferentes tiempos, sin un orden aparente. Es por ello, que dado que el escenario sirio se les resiste, ahora el juego se ha trasladado a Ucrania. Aquí, están utilizando una mezcla de dos estrategias exitosas, quizás con el objeto de confundirnos o, simplemente, poniendo en práctica lo aprendido. ¿Recuerdan  la primavera árabe? ¿ no creen que se parece? Efectivamente, esta es una de ellas,  la otra, más conocida,  la utilizada primero el Libia, Egipto y otros países de la islámicos, y por último en Siria. Por supuesto, sea cual sea la estrategia, no puede faltar, en todo movimiento, la colaboración necesaria de los medios de comunicación de masas; siempre distorsionando la realidad o conduciendo a la opinión publica a creer lo que ellos quieran que creamos.  

Lo realmente complicado de este juego, es descubrir la identidad de los jugadores. ¿Quienes son y con quien se enfrentan? Solo podemos especular con que se trate de  los hombres más ricos del planeta, sionistas, multinacionales o ,tal vez, alguna organización secreta. ¿Y quienes son los que se enfrentan a ellos? Puede que sea la antigua Unión Soviética, China, ambos, o puede que otras organizaciones secretas, no lo sabremos porque ningún periodista que valore su puesto de trabajo, o su vida, si adentrará para averiguar las identidades que se esconden detrás de todo esto. Lo que si sabemos con total certeza, es quienes serán los perdedores si alguno de ellos gana este juego; es fácil de deducir, puesto pra el ganador, el premio somos nosotros.