Translate

lunes, 26 de enero de 2015

La bruma que cubre tu ser.


Si deseas con desespero que pasen los días para que llegue el fin de semana o las horas para salir del trabajo se hacen eternas, es que lo que haces no te gusta. Llegado este punto y habiendo reconocido el hecho, tienes dos opciones: o asumes que no tienes el suficiente coraje para cambiarlo o tomas las riendas de tu vida y dejas de desperdiciar el precioso tiempo de tu vida en ese lugar.

Si eres valiente y tomas el camino que te pide tu alma, te darás cuenta cuan difícil puede llegar a ser desprenderte de aquello que representa la seguridad. La decisión, ya de por si difícil, lo será mucho más, porque te han inculcado que tener un trabajo remunerado es necesario para satisfacer los caprichos de tu ego. Además, es una decisión que entraña cambiar todo lo aprendido por lo que está por aprender, es cambiar una supuesta seguridad por libertad. Pero si supieses lo efímera e inestable que es la seguridad que te ofrecen, lo tendrías más claro.

Lo que llamas estabilidad y seguridad es algo que te han dado para alimentar tu apego y tu miedo, sobre todo miedo. Pero nada tiene de seguro y estable vivir, ya sea desperdiciando tu vida en cautividad o en libertad. La muerte, como a todo ser que vive, puede alcanzarte inesperadamente y entonces, todo el esfuerzo, las horas extras, los quebraderos de cabeza y las broncas de los jefes, quedarán atrás, inútiles como el tiempo desperdiciado.

Los que dirigen la sociedad conocen bien ese miedo y se aprovechan de él para hacerte creer que no tienes opciones, que debes obedecer y ser un buen trabajador; respetando las normas y no haciendo caso a tus intuiciones y instintos primarios. Instintos,  que al contrario de lo que te dicen, no son algo malo.

Desde el colegio fuiste creciendo en una sociedad de persona temerosas de tomar decisiones y tú sigues el ejemplo y los consejos de los que se equivocan. Podías haber sido un gran artista, un magnífico escultor, un poeta, pero tu miedo, la educación que has recibido y el apego a una falsa seguridad, han hecho que otros decidan por ti, encerrándote en una jaula sin barrotes.

No necesitas caprichos, dinero ni nada material, lo que necesitas no lo podrás encontrar si lo buscas fuera de ti. Lo hallarás bajo capas y capas de mentiras y conceptos abstractos, ideas que te han inculcado para ocultar tu esencia, para que no veas tu verdadero ser, él que te está pidiendo que lo escuches. Si cierras los ojos y estás en silencio podrás sentirlo, primero como un susurro lejano y fugaz, apagado por las toneladas de escombros que lo cubren. Pero a medida que practicas el silencio y la atención, más se hará sentir. Puede tardar mucho tiempo, pero con la práctica descubrirás que es lo único que existe en realidad. Cuando caigan todas las mentiras y los velos que lo cubren, tu ser interior se manifestará en plenitud. Las dudas que hasta entonces formaban parte de tu vida desaparecerán como bruma cuando el sol de la mañana brilla sobre el prado. No habrá más engaños, ni de los demás ni a ti mismo. El principal enemigo a vencer en esta batalla no deberás buscarlo fuera tampoco, sino en el reflejo que ves cuando te pones frente al espejo. Derrotado el peor de tus enemigos, no habrá voz que se alce por encima de tu voluntad inquebrantable.

En el estado del BUDA sabrás que has muerto muchas veces y sufrido el dolor porque tú lo has elegido. Necesitabas llegar hasta ese estado para darte cuenta de lo que eres y el porqué de todas las cosas. No habrá preguntas sin respuesta ni amenaza a la que debas temer. Ya no tendrás nada que ganar ni que perder, porque comprenderás que todo lo que conoces eres tu en conjunción con el universo.

No lo dejes para mañana, empieza ahora mismo a escuchar lo que a gritos te pide tu alma.

lunes, 19 de enero de 2015

La trama del dinero


A lo largo de la historia han sido muchos los que han conspirado para obtener sus objetivos, sobre todo cuando el objetivo era el poder. Eso no ha cambiado y hoy nuestra sociedad está forjada por estas conspiraciones. De todas ellas, la más elaborada, perfecta y que nos afecta a casi todos, es el dinero. Al aceptar su uso, tal y como nos lo han entregado, también hemos aceptado sus condiciones draconianas, que no son, ni más ni menos, que la pérdida de la libertad individual y la entrega de nuestra vida al beneficio de quienes lo controlan.

En principio el dinero hubiese sido útil si se hubiese utilizado para lo que fue inventado, pero hoy no representa más que lo peor del ser humano. Y la causa es que su uso, creación y regulación está controlado por psicópatas egoístas que han hecho de él un medio por el cual nos esclavizan sin que seamos capaces de verlo. Se dice que si quieres guardar algo para que nadie lo encuentre lo mejor es ponerlo a vista de todos. La fabricación y manipulación del dinero es uno de esos secretos, que a pesar de estar a la vista de todos no somos capaces de verlo, pero vaya si sentimos sus efectos.

No se sabe muy bien cuando empezó a urdirse este plan de dominación. Algunos creen que todo empezó cuando un tal Jehová dio el poder al pueblo judío de prestar dinero con intereses, lo que en palabras castellanas se llama usura. Es muy posible que en ese mismo instante el dinero dejase de ser una herramienta para realizar intercambios y convertirse en una lacra que ha marcado nuestro destino. Lo cierto es que después de todo este tiempo el sistema no ha cambiado, y hoy como entonces, con ajustes para perfeccionar la trama, el dinero ya no representa bienes que se intercambian con el. En el momento en el que el dinero se pudo generar de la nada, sencillamente es se convirtió en un fraude. Por medio de este fraude se altera el valor de las cosas y el valor de nuestro trabajo. Lo que podemos intercambia y producir con el sudor de nuestra frente e intercambiarlo con otras personas, ya no tiene un valor un real, sino el dado por la gente que manipula el valor del dinero.

Hay muchos economistas, teóricos y expertos que lo único que hacen es maquillar la realidad para hacerla más esquiva a nuestros ojos. Este complicado entramado de palabras y términos confusos no es más que una cortina de humo para ocultar la una trama que ni siquiera conocen la mayoría de los políticos; y por supuesto, aquellos que la conocen callan como putas.

No es complicado explicar lo que lleva tanto tiempo oculto, gracias a internet y a gente que piensa empezamos a destapar los secretos. Podemos empezar por tener presente que el dinero no tienen ningún valor, es solo una representación y un sistema que aunque aparentemente muy complicado, no lo és. Cuando un banco, concede un crédito genera deuda que se tiene que pagar con intereses. Puede generar de la nada nueve veces el dinero que tenga en caja. Es decir, que puede crear de la nada aquello que representa un valor. Este dinero fiduciario solo se sostiene en la confianza y no se apoya en nada tangible. Es por eso que se llama fiduciario, porque la gente confía en su valor, lo que no quiere decir que lo tenga, claro. Cuando el banco genera deuda, diluye el valor que debiera tener el dinero. Así es como las cosas cada vez cuesten más y hace falta más trabajo para conseguirlas. Y así es como hemos llegado a este círculo vicioso, en el que cada vez tenemos que trabajar más y producir más cosas para poder tener la misma calidad de vida. Todo ello a pesar de que la tecnología avanza y cada día nos permite producir más y en menos tiempo. Si esta rueda de aumento de consumo se parase o disminuyese el ritmo, si la gente no pidiera préstamos o todo el mundo los pagase, el sistema se iría inmediatamente a pique.
En si mismo, el sistema es una completa locura pensada para un mundo de recursos infinitos, que sabemos con certeza que no lo és. Pese a ello y sabiendo perfectamente su naturaleza caduca, la oligarquía está dispuesta a acabar con todo antes de cambiar el sistema. Ni siquiera contempla alternativas.
Dejo unos cuantos documentales muy ilustrativos de su funcionamiento. 




sábado, 10 de enero de 2015

Cuestionándose el Islam y otras religiones


Si queremos ser políticamente correctos, es decir, cobardes y poco claros como los políticos, diremos que la religión busca la espiritualidad humana, pero estaríamos haciendo un flaco favor a la verdad, ya que cualquier religión monoteista como sería el Islam o el cristianismo, entre otras, son intrínsecamente violentas e intolerantes.

Tenemos que partir de que el Islam, por ejemplo y más que ninguna otra religión, considera a los infieles, es decir, a todos los que no practican esta religión ni son creyentes en ella, como seres inferiores y despreciables. Peter Towsend, que dedicó mucho tiempo a estudiar la violencia en el Corán y la Biblia. En su libro Cuestionándose el Islam hizo una investigación exhaustiva que le llevó a considerar muchas citas de estos textos como incitaciones a la violencia. De hecho, son interpretaciones sesgadas de estos pasajes los que han dado pie a muchos para justificar atentados, decapitaciones y otras atrocidades. Pero basta con echar un vistazo a la historia y contabilizar los muertos y las guerras producidas en nombre de Alá o de Dios, para tener perspectiva de su alcance.

Al leer estos libros podemos sacar nuestra propia interpretación debido a su ambigüedad. La lectura de la Biblia, el Corán o la Torá, en si no es algo ni bueno ni malo. Si es tomado como literatura, igual que lo haríamos con Idiada de Omero, hasta nos puede resultar divertido. El problema comienza cuando creemos ciegamente en que lo que allí se dice sin hacer un análisis o sacando conclusiones equivocadas, conclusiones  que luego pueden servir como pretexto para hacer cosas que no obedecen a ninguna lógica.

Ha sido su divulgación y la creencia ciega de las interpretaciones de estos libros, hechas por personas trastornadas, lo que han influido en la conducta de algunos, de la misma forma que la televisión incita al consumo.Pero si bien esto es innegable, también lo es que a esta situación no se ha llegado por casualidad, sino que se ha provocado de forma deliberada, igual que las cruzadas en la edad media; siempre por la misma causa, el dinero y el poder.

¿Son las interpretaciones tergiversadas los causantes de los atentados de Francia que tanto nos han conmocionado estos días y anteriormente en otros lugares o las provocaciones y la financiación de poderes ocultos?


 Estos atentados atroces han cambiado nuestras vidas, nos han hecho menos libres y desconfiados porque han sembrado el miedo en esta sociedad nuestra, ya de por si propensa a tenerlo. Hemos visto atentados y decapitaciones televisadas. Las decapitaciones no se hacen porque sí. La decapitación, forma de asesinato preferida por los islamistas porque es un ritual religioso, ya practicado mucho antes de Mahoma. Su objetivo no solo es asesinar,  sino que el alma del decapitado jamás descanse; como si fuera poco ya asesinarlo de esta forma tan atroz e inhumana más propia de salvajes que de hombres. Pero esto no lo dice el islam, sino que es una interpretación. Conste que esto lo pongo como curiosidad.  Estamos pues ante una literatura tremendamente influyente, si no se toma como lo que es, literatura. Aunque también hay que decirlo, la maldad no está en los textos y puede que ni en quien los escribe, sino quien los interpreta y lleva hasta las últimas consecuencias.

No obstante, y es algo que no debe pasarse por alto, es que otros se están aprovechando, de forma sutil y mal intencionada, del fenómeno islámico, quizás creado deliberadamente por intereses que no obedecen a la religión, sino al poder y el dinero. Hay personas poderosas que persiguen implantar un estado del miedo. No son religiosos, o al menos, no son musulmanes. Ellos solo persiguen el poder y la sumisión de la población utilizando el miedo. Las leyes que van contra el derecho de movimiento de las personas, las cámaras de seguridad y la represión policial no son fruto de los terroristas musulmanes, al menos en occidente, sino de los políticos que actúan en consecuencia de un problema, que puede que ellos mismos hayan creado. Hay pruebas de que algunos gobiernos y organizaciones de estos estados, han estado financiando a los movimientos musulmanes radicales. Tampoco se puede decir que estos gobiernos no hayan hecho nada para provocar el odio de estos radicales al mundo occidental. Son los mismos que saquean los recursos de los países islámicos, sobre todo el petróleo. Estos políticos que actúan mandados por un gobierno en la sombra que nadie ha votado, saben que a río revuelto ganancia de pescadores. Y esto es precisamente lo que necesitan para conseguir sus fines, un estado del miedo donde la libertad de las personas sea limitada.

Resulta tremendamente curioso que en todos los atentados los terroristas dejen pistas sobre su identidad. En el último atentado de Francia uno de los terroristas se dejó un carnet de identidad. En España, e el atentado de los trenes de Atocha, se dejaron una furgoneta con le Corán y efectos personales que no dejaban duda de quienes eran los autores. Y los más escabroso. Entre los escombros de de las torres gemelas, encontraron los pasaportes de los terroristas.

¿Es posible que esto sea casualidad?

Los que nos consideramos normales, como usted o como yo, jamás consideraríamos la idea de asesinar a miles de personas. La simple idea de asesinar a alguien, de quitarle la vida para siempre, nos aterra. Por más arrebatos de ira que tuviésemos, en un estado mental normal, sencillamente no nos cabría en nuestra conciencia, seamos religiosos o no. Solo si se nos lava el cerebro y se nos prepara militarmente seriamos capaces de acometer las atrocidades que acometen los terroristas. Pero para eso hace falta mucho dinero,  mucho más dinero del que se recauda en una mezquita. Los islamistas radicales tienen muchas armas, lanza misiles, explosivos y una organización compleja y muy cara de mantener. Solo con la financiación de algunos estados y organizaciones es posible entender la abundancia de recursos y armamento. 


viernes, 2 de enero de 2015

Resumen del año


Las fiesta del consumo, las comidas copiosas y las roturas familiares ha pasado. Vacías han quedado las tarjetas de crédito y llenos los estómagos como las arterias de colesterol. Los gimnasios quedarán pronto llenos de mentes arrepentidas Los mensajes de esperanza que no se cumplirán, los buenos deseos que no se realizarán y un sinfín de otras tonterías de igual calado dan paso a la cruda realidad de día a día. Pronto llegarán las elecciones y volverán a salir los mismos, porque nada que procede del sistema está destinado a cambiarlo y la navidad no es una excepción.

A modo de discurso real haré una valoración de lo que este año nos ha traído y el que viene nos traerá; será muy breve:

Hemos visto el nacimiento de un nuevo partido político que trae la intención de quedarse y sustituir lo establecido; aparentemente nuevo, al menos eso dicen, pero nada que nazca y pretenda coexistir con el sistema es nuevo ni diferente.
Los brotes verdes han aparecido en el último momento, unos brotes que ya vimos salir otras veces para desgracia de todos. La realidad es que el modelo económico del sistema ya caducó hace mucho y todo esto es una cortina de humo para ocultar su fracaso. Aunque si lo pensamos bien, el fracaso es tan solo relativo, pues si lo miramos desde el punto de vista de esa minoría privilegiada ha sido un éxito completo.
Nuevas formas de control mediático e inducción al miedo colectivo se han gestado y consolidado durante el año pasado. Un año que será recordado por la desaparición misteriosa de un avión del que ya nadie se acuerda. Un año en que los conflictos bélicos y la tensión entre la OTAN y Rusia nos acercan más al desastre.
En lo local, el engaño patriótico acabó calando entre las gentes de Catalunya. Algunos políticos, bajo el pretexto del sentimiento y el victimismo, al convencido a mucha buena gente para unirse a su causa egoísta, que no es otra que quedarse todo el pastel para ellos. Dentro de esta gente está también la que quiere un cambio real, que no se da cuenta de quienes están detrás de todo esto y a que va a conducir.

El año que viene, para empezar, no será muy diferente al año pasado, más de lo mismo, más represión leyes y salvaguardas en Internet. La nueva ley de protección de la propiedad intelectual se consolidará como el cuchillo que corte la libertad en internet, ya de por sí hecha jirones. La ley mordaza acabará con los disidentes de la calle en en la cárcel. Nuevos impuestos, subida de la luz, los trasportes...vamos, lo habitual, y eso que el petróleo esta por los suelos por las estrategias de lucha económica contra Rusia. Ya no se podrán evitar los desahucios.
Y mientras tanto, vendrán más medidas de austeridad a las que el gobierno títere de turno nos tiene ya acostumbrados. Acabarán diezmando nuestros ya vacíos bolsillos para pagar la ficticia deuda, como la han hecho sus predecesores y como harán los que vendrán. Será nuevamente el año de la prosperidad para los ricos, es decir los de siempre. Porque mientras los datos macro aumentan, en proporción aumenta la pobreza y precariedad del resto, que son la inmensa mayoría. Prueba de ello es el trabajo basura y mal pagado. Tendremos nuevos productos de maquillaje para las cifras del paro. Pero tranquilos, lo peor puede tardar un año más, porque puede que no sea este año, pero el TTPIP acabará llegando y cuando llegue todos los derechos laborales, las jubilaciones y los servicios públicos serán recuerdos del pasado que los medios de comunicación de masas se ocuparán de que se olvidemos.
Pero no todo es negativo. Cada vez mayor número de personas descontentas y de consciencias despiertas están alzando su voz. Poco a poco su número crece. Si la masa crítica necesaria para producir este cambio se adelanta a los planes de la élite para diezmar la población habrá una revolución como nunca antes se ha visto. Por el contrario, si no sucede, bienvenidos a un mundo feliz o a 1984.