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miércoles, 25 de marzo de 2015

Comentarios despreciables en las redes sociales del accidente de los Alpes


No me cabe en la cabeza y mucho menos en el corazón, que existan personas, que valiéndose del falso anonimato que proporciona Internet, manifiesten alegría o celebren la muerte de otro ser humano, sea éste de la nacionalidad que sea o las circunstancias que envuelven su vida. Considero a estas personas igual que consideraría a un asesino y como tal, pienso yo, que deberían ser tratadas, no solo por sus pensamientos, sino por la cobardía que demuestran escudándose en el anonimato para hacer este tipo de manifestaciones.

Aunque soy un firme defensor de la privacidad en Internet, considero que hay muchos casos en que la privacidad debería tener límites. Especialmente para estas personas, que insultan, faltan al respeto o hacen manifestaciones de índole xenófobo, como es el caso. Por supuesto, el levantamiento de la privacidad debería ser siempre mediante orden judicial. Pues es muy fácil aprovechar, como se ha hecho ya en algunas ocasiones, este tipo de incidentes aislados para criminalizar Internet y su privacidad. Son este tipo de hechos los que han servido como escusa para eliminar la figura del juez en una intervención policial o del estado para acceder a los datos de los usuarios de forma ilegítima, cosa que marca la diferencia entre un estado totalitario y uno democrático.

No estoy seguro de cual es la motivación que mueve a esta gentuza a hacer comentarios tan deleznables e inhumanos. Tampoco sé si son lo suficientemente estúpidos como para no darse cuenta que lo que provocan es agudizar el sentimiento nacionalista; porque esto es exactamente lo que han provocado, justo cuando este sentimiento estaba empezando a menguar. Ahora bien, y aquí es cuando algunos me dirán paranoico, puede que los autores de estos comentarios no sean descerebrados, sino más bien todo lo contrario. Cuando alguien comente una acción, siempre hay que preguntarse a quien beneficia. Ello nos puede dar una buena pista de la autoría. El beneficio, por muy mal que siente lo que voy ha decir, lo recibe el movimiento nacionalista separatista catalán. ¿Que gana un nacionalista español haciendo estos comentarios? Absolutamente nada, más bien todo lo contrario, pierde el cariño de los catalanes y aumenta su sentimiento de odio. En pocas palabras: A río revuelto, ganancia de pescadores.

Es por ello que espero que se conozcan las identidades de los autores de los comentarios, sean quienes sean y que rindan cuenta a las familias de los afectados por ello; me da igual quienes sean. Estos actos no deben quedar impunes.

Aprovecho este post para dar mis más sinceras condolencias a los familiares de los caídos en este brutal accidente. Sé que una muerte inesperada trae consigo mucho dolor y sueños rotos. No me importa su nacionalidad o condición, son personas, como todos los que mueren en trágicos accidentes son seres humanos que han visto perder a sus seres queridos en un instante, sin tiempo a prepararse, lo que multiplica su dolor y su pena. Siento una profunda pena por aquellos que utilizan el dolor ajeno para regodearse y ahondar en el odio. Menos mal que el karma siempre pone las cosas en su sitio.

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