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miércoles, 25 de julio de 2007

Algo se está moviendo en la política española.

Gracias a un grupo de intelectuales y sus manifestaciones públicas se consiguió movilizar y concienciar a muchas personas de la necesidad de cambiar las cosas en la política española. Fruto de ese movimiento social nació Ciudadanos, un nuevo partido político que obtuvo en su primer enfrentamiento con las urnas y tan solo con algunos meses de vida representación parlamentaria. Todo ello con escasos medios y sin poner en juego las inmensas fortunas que derrochan los grandes partidos en sus campañas, y a pesar del silencio informativo, de los continuos ataques de los partidos nacionalistas y de algunos periodistas; que llegaron a decir cosas tan diversas como que era un partido de extrema derecha financiado por la FAES. A pesar de todo eso, Ciudadanos consiguió tres escaños en el Parlamento de Cataluña cerca de noventa mil votos .



Sin duda, este evento evidenció la gran necesidad que tiene la ciudadanía española de un cambio de rumbo en su política, la necesidad de una alternativa a la fauna que nos gobierna.

Por desgracia para muchos que tenían sus ilusiones depositadas en este proyecto, Ciudadanos a caído en muchas de las costumbres que han arrastrado durante demasiado tiempo los otros partidos, aquellos que desfrutan de su eterno limbo particular. La fuerza, la argumentación y la necesidad del proyecto no bastaron para evitar que se hayan producido en su seno disensiones, luchas internas por el poder e irregularidades significativas. Cabe destacar a su favor, que estas cosillas no hubiesen salido a la luz si este no fuese un partido diferente, si no fuese mucho más transparente que otros partidos, cuya opacidad no deja ver, más que en contadas ocasiones, toda las porquerías que hay en su interior. Aunque en contra partida, la nueva oficina de prensa del partido, deja ver nuevamente actitudes propias de partidos ya consolidados. Las recientes declaraciones de sus dirigentes y las notas de prensa intentando minimizar los daños, me vuelven a recordar a las mentiras de los políticos de poca monta, que en vez de admitir los problemas intentan taparlos o minimizarlos, como si lo que importase solo fuese la imagen porque es lo que vende votos. La sinceridad en la política es un bien muy escaso del cual adolecen los dirigentes de Ciudadanos. Con lo fácil que hubiese sido contar la verdad ¿O no?



Por fortuna para todos Ciutadans o Ciudadanos, como se llama ahora, solo es el principio de un movimiento social emergente. En este mismo momento una nueva formación se está gestando, y por lo que parece no tiene intención de caer en los mismos errores que Ciudadanos. La nueva formación, al igual que Ciudadanos se está extendiendo por la red, creando debates y afinidades. Son gentes de diferentes ideologías, al igual que Ciudadanos al principio tiene un objetivo claro, y esa será su fuerza.

La lógica evolución de estos movimientos sociales es que converjan en uno solo, tarea ardua y difícil, pero posible. Sería un gran hito histórico para esta, nuestra pequeña parte del mundo, disponer de una formación política capaz de dejar atrás la hipocresía, el populismo y la demagogia; males endémicos de de nuestra clase política actual que ha provocado un total alejamiento de la sociedad de sus políticos y de la política en general. Son actitudes que han hecho pensar a las buenas gentes de este país que la política es cosa de unos pocos privilegiados burócratas que solo se preocupan de ellos mismos y no de resolver sus problemas de cada día.

sábado, 14 de julio de 2007

Ideario para una nueva sociedad humana

Ideario para una nueva sociedad humana



Preámbulo:

Este proyecto nace con la intención de proponer una nueva sociedad basada en el sentido común, la ética y los derechos fundamentales del ser humano. Estos derechos fundamentales se detallan en la Declaración Universal de los Derechos humanos, firmada en las naciones unidas en el año 1948. No obstante, consideramos que estos derechos son imposibles de aplicar en el marco político mundial actual, basado en unas políticas territoriales desiguales y una sociedad cada día más inmersa en el consumismo. Así mismo consideramos que la sociedad humana no puede prosperar y evolucionar agrediendo en su expansión al el entorno que la sostiene, es decir, la Tierra y todos los seres vivos que habitan en ella.

  1. Naciones o ámbitos de derecho constitucional.

    La actual distribución política del planeta provoca desigualdades de derechos y descoordinación de políticas esenciales para en desarrollo de la sociedad humana. Los estados no contribuyen con sus decisiones a la distribución equitativa de los recursos del planeta, ni evitan la destrucción y degradación del patrimonio natural. Las naciones o estados son, por tanto entidades obsoletas. Tal y como las conocemos ahora., son entidades autónomas, independientes y desligadas, casi totalmente, unas de otras en sus decisiones. Son, sin embargo, un marco jurídico y constitucional que protege muchos de los derechos aludidos en la declaración de derechos humanos, como son , también, un órgano de gobierno que mantiene el orden y la justicia. Por lo que no deben ser desestimados, sino modificados en su estructura para que se conviertan en la parte cercana de un estado o supranacional que coordine todas las políticas que a tañen a la humanidad y su desarrollo.

  2. Cultura y hechos diferenciales

    Considerando que todos los hombres son iguales ante la ley, es cuanto menos una desfachatez pensar que un estado debe preservar esa diferencia. La cultura no es una diferencia excluyente entre humanos, es un tesoro común a todos los seres humanos. La preservación de la memoria histórica, la cultura, las artes y todas aquellas cosas que pestañeen a un grupo determinado de humanos debe ser difundida y preservada. Pero no deben ser los estados los encargados de esta tarea por el condicionante excluyente que eso plantea con otros estados.

    Los idiomas son un medio de comunicación entre humanos. Pueden ser un distintivo de la región del mundo en la que se ha nacido, pero en ningún caso un hecho diferenciador, tampoco un distintivo político. El conocimiento de varios idiomas es una riqueza cultural que debe fomentarse, al igual que la elección del idioma en que se desee adquirir conocimientos.

  3. Democracia y libertad.

    La democracia sería un sistema perfecto para decidir el destino común de los colectivos humanos, si no fuese porque para ello sería necesario que todos y cada uno de los participes en ella estuviesen preparados para ejercer el voto.

    Actualmente, una elección democrática se ha convertido en un espectáculo circense donde cabe prácticamente todo. La demagogia, la mentira, el engaño y el espectáculo mediático, forman parte de las artes perversas que se utilizan para influir en la decisión del votante. Estas artes se han convertido en la herramientas habituales de la clase política. Estas prácticas so tendrían efectividad si cada uno de los individuos tuviese la formación necesaria. Para que esto sea posible a medio plazo, es necesario primero poner las medidas adecuadas para eliminar las malas artes en la política, aumentar el grado de debate y participación en dichas elecciones. Adecuar las leyes electorales para hacer que los resultados sean fieles a las decisiones de los votantes y sobre todo, es necesaria una educación que permita al individuo discernir cual el la mejor opción para todos.

  4. Educación

    La educación es el pilar básico del desarrollo humano. La enseñanza no debe ser más que el conocimiento puro de las ciencias humanas, alejadas de cualquier dogmatismo o creencia. Debe ser, por tanto, aséptica en cuestiones de fe o política o religión. Debe incluir la ética como valor supremo, el el respeto a los demás y a la tierra como eje fundamental. Debe formar a la persona para tener criterio propio y hacer posible su autosuficiencia intelectual. La educación debe ser gratuita y accesible a todos. Porque es la mayor y la más rentable inversión que un estado puede hacer.

  5. Políticos o funcionarios públicos

    Uno de los males endémicos de la política es el poder que otorga a los que deberían ser defensores de lo público. Este poder no se produce tan solo a nivel individual, sino en los colectivos que forman partidos políticos de una y de otra ideología. El simple echo de la imposición de unas ideas sobre otras da esa sensación embriagadora de poder. Esto no ocurriría así si alcanzar un cargo público no representase poder, sino responsabilidad. Actualmente cualquier persona puede alcanzar cargos de responsabilidad política sin tener un mínimo de preparación ni ética. Las consecuencias de esto se hacen notar en el alto grado de corrupción a nivel local y de ineptitud a la hora de tomar decisiones y elegir asesores. Los mecanismos de control para el acceso a cargos de responsabilidad deben de ser severos e intolerantes contra la las personas que han demostrado no ser validas por su gestión o decisiones.

  6. Estado del bienestar

    El grado de felicidad de una persona no se define en términos monetarios ni de posesión material. Un ser humano puede ser feliz teniendo lo más básico y elemental para vivir. El modelo de sociedad que hemos creado no contempla este hecho. La actual sociedad de consumo promueve la idea de que tanto tienes tanto vales. Esta idea que esta enquistada en la la mayor parte del mundo occidental, va ha provocar que a corto plazo va la situación social del mundo sea insostenible. Y lo será por el simple hecho de que todos los seres humanos quieren alcanzar el estatus de la sociedad occidental; y eso es completamente imposible, ya que la tierra no tiene tantos recursos. Un ser humano que haya recibido una educación acorde a su capacidad intelectual, que pueda formar una familia, desarrollar una actividad profesional acorde con sus aptitudes y deseos, tener periodos de ocio y descanso suficientes y un lugar para vivir que cubra todas sus necesidades elementales, tiene más probabilidades se ser feliz y sentirse realizado que un ser humano que se haya enriquecido a costa del trabajo de los demás. Es precisamente la tarea de un gobierno responsable, con sentido común y un concepto ético de la sociedad hacer que esta situación cambie.

  7. Natalidad y familia

    La familia es la célula básica de relación afectiva del ser humano. No obstante, esta célula familiar no debe tener una estructura determinada por la leyes, pues la naturaleza del ser humano puede ser caprichosa y una sociedad justa debe respetar esas diferencias y crear un marco jurídico adecuado para contemplar todas las posibilidades de relación familiar.

    Por otra parte la posibilidad de tener hijos debe ser consecuente con la circunstancias de nuestro habitad. La población mundial no puede crecer hasta hacer peligrar nuestra existencia o la de las generaciones venideras. Es tarea de los científicos determinar cual es el número de seres idóneo para habitar la Tierra, de forma que: Todos los seres humanos tengan la posibilidad de ser felices en ella, que existan espacios que preserven y mantengan la flora y fauna de la Tierra, para mantener de esta manera el frágil equilibrio biológico del planeta.

    Así mismo es tarea de los gobiernos controlar y mantener de forma responsable el número de seres humanos del planeta.

  8. Sociedad de la información

    Una de las bases del conocimiento es la información. La información supone estar informado de todo cuanto acontece en la sociedad, sin restricciones. Los avances científicos son propiedad de la sociedad humana y no de los científicos, lo cual no exime a éstos que dichos avances e investigaciones sean convenientemente retribuidas. Las patentes, aunque han supuesto un repulsivo económico para promover la investigación y la creación, también son un impedimento para que dichos avances sean mejorados y utilizados para realizar nuevas investigaciones. Por lo que hay que aplicar otras formulas de retribución para los creadores que no restrinjan el uso de los descubrimientos científicos. A la vez hay que disponer los medios necesarios para que todo el mundo tenga acceso a la información sobre dichos avances. Así mismo el acceso a la literatura, la música o el arte deberá ser un derecho, no así su posesión, narración o escucha directamente del autor, cuyas retribuciones deben de venir por esos cauces.

  9. La justicia

    La defensa de los derechos de los ciudadanos frente al estado o o otros ciudadanos debe ser rápida y eficaz. Una justicia que se dilata en el tiempo no es justicia, una justicia que comete errores, no es justicia. Todos los hombres deben ser iguales ante la ley, independientemente de su poder adquisitivo. La independencia del poder judicial debe de ser total. . Las personas que infrinjan las leyes serán internadas en instituciones penitenciarias. Estas instituciones serán centros reales de reeducación y trabajo social. Que garanticen que la salida de estos centros solo se produzca cuando el reo esté concienciado del delito que ha cometido y pagado el costo de su delito a la sociedad con su trabajo.



  1. Sanidad y seguridad social

    Una sociedad justa y solidaría no lo es si un solo ser humano no recibe todos los cuidados que pueden ofrecer los avances médicos. La sanidad por tanto, debe ser gratuita y de calidad. Cada ser humano debe tener derecho a recibir los medicamentos necesarios y los cuidados que estén disponibles, independientemente de si poder adquisitivo o condición social.

  2. Empleo y economía.

    Todo ser humano tiene derecho a ejercer la actividad o las actividades económicas que desee, siempre y cuando se cumplan tres condiciones.

    -Que tenga aptitudes y conocimientos para realizarla.

    -Que suponga un bien común par la sociedad y no perjudique a esta.

    -Y que se sienta a gusto en la realización de la misma.

    Para que estas condiciones se den es necesario que cada ser humano obtenga un mínimo de conocimientos básicos que le supongan una base para saber elegir. Unos órganos estatales capaces de evaluar las aptitudes del individuo y si la actividad es pertinente o no. Así como la posibilidad de recibir una educación acorde con la actividad elegida. También deberá tener la posibilidad de recibir, si así lo desea, una formación continuada que le ayude en el perfeccionamiento de sus aptitudes.

    Todo ser humano tiene derecho a recibir una retribución justa por su trabajo en consonancia con la utilidad social de su labor, y no con los beneficios económicos o personales que esta actividad proporcione.

    La especulación debe ser un mal a erradicar, son actividades económicas que no aportan nada a la sociedad en su conjunto; tan solo al especulador.

  3. Religión

    El crecimiento espiritual de los seres humanos es un bien para la sociedad, y como tal debe ser protegido y respetado. Sin embargo, ninguna religión puede vulnerar en sus conceptos de culto ningún derecho fundamental; ni de hombres ni de mujeres. Cualquier culto religioso que vulnere este precepto no debe ser aceptado como tal. Ningún culto religioso debe impartirse como asignatura en el sistema educativo, que debe ser completamente neutral en este aspecto, ya que se trata de una creencia personal. Sin embargo, es necesario que dichos cultos sean conocidos con un mínimo de profundidad, ya que su historia y sus conceptos forman parte de la historia de la humanidad, para bien o para mal.

  4. Ocio, entretenimiento y crecimiento personal.

    Todo ser humano tiene el derecho de disponer de tiempo libre y a utilizarlo como guste. Gracias a la robótica y la automatización de procesos productivos, la agricultura intensiva y le teletrabajo, este tiempo de libertad se puede incrementar hasta ser ecuánime con los avances mencionados. No es ético ni de recibo que todos los avances que la humanidad ha acumulado a lo largo de su historia sirvan para que solo unos pocos se beneficien de ellos.

    La televisión es un medio de difusión informativo de ocio y también puede ser un medio instructivo. Actualmente, este medio se ha convertido, salvo contadas excepciones, en un medio que no respeta los más mínimos valores éticos. Siendo un mal ejemplo para los niños que un día serán el futuro de la humanidad. La libertad de expresión acaba cuando se vulnera la ética o los derechos de las personas. Se debe, por tanto, evitar mediante leyes restrictivas la difusión de programas que conlleven la perdida de estos valores.

    En cuanto al deporte competitivo o de élite, es más que evidente, que lo único que aporta a la sociedad es entretenimiento y en ocasiones violencia. Sin embargo, conlleva un movimiento de capital económico que solo beneficia a unos pocos, Se tendría que reflexionar , si estas actividades se han fomentado hasta ahora por los estados para ser una forma de desviar la atención de las personas, con la intención de evitar que sean más conscientes de los problemas globales, locales o, quizás, ensalzar los valores nacionalistas en contra de la unidad de la sociedad.

En este texto cabrían muchísimas más ideas de las que hay expresadas, que sirviesen para crear un mundo idílico donde los seres humanos pudiesen tener una convivencia cívica, desarrollarse como personas y avanzar como sociedad en paz y armonía. No hay en este texto ideología o connotaciones políticas, sino sentido común. Indispensable para no caer en la auto destrucción.

Dejo al lector la posibilidad de añadir nuevas ideas o modificar textos, siempre y cuando las modificaciones respeten el espíritu del mismo. Todavía estamos a tiempo de cambiar las cosas y hacer que otro mundo sea posible.


jueves, 12 de julio de 2007

Esclavos ocultos en la sociedad actual

La distribución actual de la riqueza y recursos del planeta  es muy poco equitativa, tan solo un 1% de la población tiene en sus manos la práctica totalidad de de estos recursos. Si esa riqueza estuviera bien  distribuida, todas y cada una de las personas que habitan en este planeta tendrían mucho más que lo más básico. Si eliminamos al producción de  tantas cosas inútiles y tanta diversidad de cosas, no solo tendríamos de todo, sino que además no tendríamos que trabajar ni ni una cuarta parte de lo que se trabaja. Lejos de mejorar, la desigualdad sigue creciendo, así como la producción de bienes de consumo inútiles. 
Para que el sistema se mantenga tal y como está, es necesario que la economía esté en constante crecimiento. Esto se traduce en un aporte también constante de productos nuevos y de consumidores que trabajen. El problema es que las máquinas están supliendo a los trabajadores y estos ya no pueden consumir, pues no hay trabajo.

 China y otros países emergentes se han sumado a este modelo de economía insostenible. Tal situación provocará que en un corto plazo de tiempo las materias primas empiecen a escasear y que el aumento del consumo energético derivado del petróleo se multiplique por dos. De esta manera nuestra mentalidad consumista está arrastrando al planeta entero a una espiral autodestructiva de consecuencias catastróficas.
Solo un cambio de mentalidad de todas las personas que vivimos en occidente podría hacer posible evitar el más que seguro  posible desastre. No estemos concienciados, por ejemplo, de que el último modelo de todo terreno, el muevo MP4 o lo último en aire acondicionado cuesta mucho más de lo que parece. Ese precio adicional, que no vemos, no lo paga el comprador ni el empresario que lo produce, lo pagaremos todos, y con unos intereses muy altos. A si mismo, la idea de que un producto es mejor porque tenga un embase más bonito y esté más elaborado, que un coche grande y pesado da más prestigio social o que una casa mucho más grande de lo que necesitamos nos dará más confort y posición social son conceptos falsamente inculcados por la sociedad del consumo. Vivimos en la sociedad de la apariencia, del despilfarro y la injusticia.
No somos lo que somos por tener mejores coches y más potentes, mejores casas o lo último en electrónica recreativa. Sin embargo creemos con convicción que debemos poseer todas estas cosas para ser mejores personas o satisfacer nuestro ánimo lúdico y nuestro ego.

El que suscribe esta reflexión, sin duda no es inmune a las miles de horas de publicidad que a tragado. Es más, mi cerebro ha quedado tan trastocado que no veo más allá a la hora de comprar y comprar. No soy consciente tampoco de las miles de horas que he gastado de mi preciada vida trabajando para alcanzar la consecución de mis caprichos.

Sin duda alguna hay una alternativa, una posibilidad de escapar, quizás ya no sirva para mi, pero si para las generaciones venideras. Educar a nuestros hijos para que se liberen de este yugo, tomar una actitud reflexiva y responsable a la hora de evaluar sus necesidades vitales.
En la antigua Grecia se gestaron los mayores avances en matemáticas, filosofía, ética y política. Para los grandes pensadores de la época, hubiese sido imposible realizar estos avances teniendo cargas laborales. Ellos tenían esclavos que realizaban todas las tareas. Nosotros tenemos las máquinas, pero ya no avanzamos al ritmo que lo hacíamos antes, quizás sea porque nos emperramos en ser esclavos en vez de ser filósofos, matemáticos, astrónomos aficionados o hacer lo que nos salga de las narices en nuestro tiempo libre.

martes, 3 de julio de 2007

Mi experiencia en la política

Dicen, y no sin razón, que para conocer algo plenamente hay que vivirlo.  Sería por eso que me metí en un partido político, para tener la oportunidad de conocer la política de primera mano y con ello sacar mis propias conclusiones, que dejo aquí en estas líneas.

Hacía ya demasiado tiempo que en  España  la situación política estaba crispada. Nacionalismos insaciables, gobiernos negociando con terroristas, políticas revanchistas...Un panorama crispado e intolerable para mí. En aquellos tiempos, que no difieren mucho de los de ahora, no había  un partido político tuviese soluciones para arreglar todos los campos abiertos de esa situación. Tenía la opinión, como una gran parte de la ciudadanía, que la política era para gente sin escrúpulos, dispuestos ha hacer cualquier cosa para conseguir el poder o mantenerse en él; que la política estaba reservada a unos pocos tecnócratas, con la capacidad de saber mentir sin que se note demasiado. Por eso y por la corrupción, pensaba que el sistema político de partidos era defectuoso y no servía al bien común. Soy de la opinión que todos se apoyaba en idearios anacrónicos, de derechas o izquierdas. Pertenecer a uno de estos partidos hubiese representado, al menos para mi, llevar una etiqueta con la que no me sentía   identificado en absoluto.

Pero un día esto cambió. Me empecé a interesar por una serie de noticias que hacían alusión a un grupo de intelectuales que hablaban con toda la fuerza que da el sentido común. Decían las cosas claras, sin tapujos. Eran de tendencias diferentes pero unidos en lo fundamental. Hablaban de la misma manera que yo pienso. A raíz de este movimiento cívico comenzó a tomar cuerpo un nuevo partido político. Nada más ser constituido me atrajo y tuve la intención de participar en el proyecto, porque me sentía identificado con  las ideas de aquellos intelectuales y porque traía aire fresco a una atmósfera política completamente viciada. Desde luego mi intención de entrar en aquel proyecto no era para ocupar un cargo, pues yo no tengo dotes de político ni ambiciones de poder, sencillamente quería ayudar. Pero muchas cosas me retuvieron entonces. Mi falta de tiempo, mis dudas sobre mi propia capacidad y lo que podía aportar, pero sobre todo la incertidumbre de que el sistema dominado por el poder establecido permitiese a este nuevo partido alcanzar unos resultados que permitiesen introducirse en el arco político. Pero llegaron las elecciones autonómicas en Cataluña, y se hizo el milagro. Sin apenas recursos y con constantes ataques de los partidos nacionalistas  establecidos en esta comunidad autónoma, el nuevo partido alcanzó el Parlament. Fue entonces cuando hice firme mi decisión de participar y me hice por primera vez en mi vida, afiliado a un partido político.

Los sucesos desde entonces se fueron produciendo deprisa. Conocí a personas comprometidas que pensaban como yo, con ilusión y ganas de hacer muchas cosas. Empece a aprender como funcionan las cosas en política, como era una asamblea, y por primera vez a hablar en público. Yo una persona extremadamente tímida hablando en público, fue una experiencia un poco traumática. Poco a poco me fui metiendo en los entresijos del funcionamiento del partido y empezaba a gustarme todo aquello. Pero no tardaron en empezar a verse  los primeros síntomas de que algo no iba a funcionar como sería de esperar. En mi agrupación se produjeron desavenencias grabes, fruto de incomprensibles discrepancias, de la intolerancia y los personalismos egoístas de algunos. El el resto del partido también se se estaba gestando un grabe problema, precisamente con el tema ideológico y las luchas de poder, lo de siempre. Esto produjo una paralización de las actividades, desinformación y ataques personales. Comencé a ver claro que aquel partido no era diferente a los demás. Llegó un día en que me propusieron ir de delegado al gran congreso, donde se decidiría que rumbo tomaría el partido. Se plantearían enmiendas a los estatutos, al ideario y se decidirían o renovarían los nuevos cargos dirigentes del partido. Y estuve allí, metido en el ajo, participando en votaciones trascendentes y hasta disfrutando de todo aquello. En un momento dado algo ocurrió. La sesión de enmiendas a los estatutos fue interrumpida para anunciar la aprobación de una enmienda a la totalidad del ideario del partido. En dicha enmienda se cambiaban muchas cosas. Una de las cuales hacía alusión a tendencia ideológica. Todo fue muy rápido, sin debate previo y sin apenas información del contenido del nuevo ideario. Ahora ya teníamos definición política, ya eramos de un determinado lugar, yo no eramos simplemente un grupo de personas con intereses comunes dispuestos a mejorar la sociedad, ahora también eramos de centro-izquierda. En aquel momento perdí la ilusión y la esperanza, ya no sentía que estaba en el sitio adecuado, sino en un partido con ideología del siglo diecinueve. Después de algunas rectificaciones que pretendían encubrir lo que realmente se decía en en nuevo ideario, este fue aprobado por el plenario.

Luego llegó la hora de decidir los dirigentes, uno de ellos había sido reprobado por su pésima gestión al frente del partido, sin embargo tubo la poca decencia de volver a presentarse. Grandes frases y promesas, excenificación y teatro. Lo mismo de siempre, pensé yo. Lo cierto es que ya venía quemado, porque entre sesión y sesión me dediqué a recorrer sigilosamente para escuchar lo que se decía en los corrillos de gente que se reunía. Decían como debía ser la excenificación, cuando se tenía que aplaudir, quien apoyaba a quien. Trifurcas conspiraciones y preparación de lo que luego iba a ocurrir, la ratificación el el cargo del anterior dirigente. Cuando se produjo la votación y ocurrió lo inconcebible, no pude soportarlo y me marché de allí.

Pese ha todo lo que cuento aquí, creo que la experiencia ha valido la pena, ha sido muy enriquecedora y pese a todo lo vivido daré un margen de tiempo antes de desligarme completamente del proyecto. Porque la sensación que tengo, es que muchos de los que pertenecen a este partido comparten conmigo las sensaciones vividas. Quizás todavía hay esperanza.