Translate

domingo, 5 de abril de 2020

Política, capítulo II Qué es la DEMOCRACIA

La mayoría piensa  que nuestro sistema de gobierno es una democracia, pero no más que una  parte de una  ilusión,  creada por el poder para tener controladas a las masas y prevalecer en el tiempo.
En realidad,  ningún  país o institución internacional relevante, se rige de forma democrática. La DEMOCRACIA,  hoy en día no existe. Al menos no cómo fue inventada por los griegos, según dicen los historiadores,  hace ya más de 2500 años. Quizás, algunos países nórdicos, como  Islandia  y algún otro, como Suiza, podrían tener algunas características, pero no pueden considerarse democracias plenas,  ya que por encima de la voluntad de los ciudadanos, siempre hay otros poderes.

Llegados a este punto,  necesitamos   hacernos una pregunta ¿Porqué creemos que vivimos en democracia, cuando ni siquiera sabemos lo que es o la hemos conocido?

Para mí hay varios motivos, pero pienso que el principal es  porque los políticos están siempre hablando  de ella. No hay más que escucharlos siempre tiene en su boca la palabra democracia. Incluso  se  insultan unos a otros  llamándose  anti-demócratas. Puede que también sea porque se habla de la democracia más antigua, de la joven democracia española, del votaciones democráticas; la escuchamos en todas partes. Los medios de comunicación de masas, los políticos... Todos se llenan la boca con su nombre y lo hacen constantemente. Por ello la gente común, es decir, todos los que no estamos en el poder,  hemos llegado a pensar que tal cosa es común a todos los países occidentales. Pero es realmente cierto.  La mayoría lo ha creído sin reflexionar o tener los conocimientos necesarios para distinguir una democracia de algo que no lo es.  Cómo ocurre con muchas otras cosas  en este mundo,  la propaganda y la ingeniería social, han hecho posible un  engaño masivo y de larga duración. La horrible verdad, es que estamos auto-sometidos a un sistema tiránico y esclavista.  Decir que vivimos en democracia, es tanto como decir que vivimos en el cielo, cuando en realidad lo estamos haciendo en los infiernos.

Para empezar a distinguir la democracia hay que conocerla en sus orígenes. Así podremos ver las diferencias y reconocer la tiranía. Empecemos por el principio y su origen:

Algunos historiadores coinciden, en que  democracia proviene del término dēmokratiā, derivado a su vez de dos palabras griegas: dēmos, que significa “gente común” y kratos que significa “poder”. Así pues, democracia significaría “el poder de la gente común o el poder del pueblo". Realmente simple y fácil de comprender "el poder del pueblo". La democracia, tal y como era entendida cuando se inventó, servía cómo método organizativo  para los ciudadanos de las ciudades estado griegas se pusieran de acuerdo  para casi todo. Trabajar, vivir y hacer cosas juntas; todo por un bien común. Con este método,  nadie es superior a nadie a la hora de decidir o ponerse de acuerdo.  Las normas de convivencia son  para todos y todos  las deben respetar para beneficio mutuo. Al contrario de lo que sucede con esto que llaman democracia y es tiranía, las leyes las aprobaba el pueblo o ciudadanos en asamblea. Así mismo, los ciudadanos tenían el derecho de proponer leyes, aunque era ese trabajo fundamental de los cargos o políticos. En definitiva, es el pueblo quien  decidía como quería vivir  y bajo que normas. La democracia de esa época permitió encontrar un equilibrio,  entre las necesidades personales y las obligaciones por bien común. El resultado es que  las libertades individuales  se hicieron compatibles con la vida en sociedad. Algunos, aun pensarán que esto es imposible y tremendamente complicado, hasta el punto de ser imposible; una utopía vamos. Y sí, es lo que nos han hecho creer, pero no es cierto, es absolutamente posible y ya ha sucedido antes.

La democracia de la que hablo funcionó en las ciudades estado griegas, perdurando  desde el 508 A.C al 322 A.C, según cuentan. Así pues,  fueron casi 200 años de gran prosperidad, bienestar  y de avances en todas las ciencias. Lo atestiguan el legado de sus escritos de filosofía, sus restos arqueológicos  y lo que ha llegado hasta nosotros de su cultura, que no es poco. Todo ello da pie a afirmar que fue una  de las  las épocas  mas prolíficas  que haya conocido el ser humano, en todas las ciencias y el pensamiento humano. Tan solo  hay que leerse los textos de la Grecia clásica,  para maravillarse de la sociedad que consiguieron crear.

En lo político, aquella democracia no se parecía en nada a lo que hoy conocemos cómo democracia. Tantas eran las diferencias, que parece un indulto a la inteligencia decir que lo que tenemos hoy en día tiene algo que ver con aquella democracia. Una de las cosas más destacable era que, al contrario de lo que sucede ahora,  cargos  públicos  y magistrados  eran elegidos por sorteo, previa superación de un  examen y verificación de honradez. No debían tener deudas, debían ser mayores de treinta años y para algunos cargos de alto rango, incluso más edad.  Cualquiera de estos servidores públicos,  podía ser cesado de forma inmediata, si se diese negligencia, engaño o corrupción. Otra gran diferencia era, que los  cuidadnos  decidían en asambleas todos los aspectos de su vida. Estas asambleas multitudinarias,   en las que todos los ciudadanos podían participar, se decidía todo. No era obligatorio acudir, pero  estaba mal visto no hacerlo. No obstante, al contrario también, de lo que sucede ahora, no eran muchos los que eludían sus responsabilidades, principalmente porque la política era algo divertido, ameno y una forma de socializar. Pero la principal razón por la que acudían a la asamblea era porque sabían y tenían la certeza de que  ostentaban el poder y sus opiniones, preocupaciones y  propuestas  eran escuchadas. Mediante retórica,
 discusiones acaloradas y  votaciones,  se decidía absolutamente todo. La mayor genialidad de los griegos y que hizo de esa democracia un gran sistema de gobierno junto, fue elegir a sus representantes, cargos y magistrados por sorteo. Así, ninguno de ellos podría erigirse como representante del pueblo, ya que el pueblo no lo había elegido. De esta forma, ninguno de los elegidos, podía decir que actuaba en su nombre y tomar decisiones que los ciudadanos no hubiesen refrendado antes. Algo que hoy no sucede en ningún país del mundo.   Era algo frecuente que, al menos, una vez en la vida. Representaba una gran responsabilidad y un gran honor, ya que el echo de poder participar en dicho sorteo, atestiguaba haber pasado el examen de honradez.   Entre el pueblo ateniense.  La gran genialidad de los griegos, fue evitar que la ambición personal y los intereses particulares, supusiesen un problema, como lo es ahora.  Para saber más  dejo este enlace.     

Dicho todo esto, no es de extrañar, que los políticos actuales quieran confundir  al pueblo llamando democracia a un sistema de  gobierno que no lo es, pues de ser esta una democracia de verdad, ninguno de ellos tendría los privilegios que hoy disfrutan. Así mismo, sería poco probable que ninguno de ellos hubiese superado el test de honradez y conocimientos.

Decir que es imposible establecer un sistema así, es una  parte de la gran mentira que el sistema actual. Es pura  estrategia,  urdida  para evitar  que  el pueblo tenga el poder y cada uno de los individuos, supuestamente libres, que lo componen,  puedan tomar las riendas de su destino. Si nuestro sistema fuese una democracia de verdad, podríamos hacer  propuestas, refrendarlas, enmendarlas y destituir a los políticos que nos mientan o  incumplan sus promesas. Lo que tenemos hoy en día como sistema de gobierno, es lo opuesto a la democracia, es una tiranía económica.

 Pregúntese a si mismos, si sienten que han ejercido alguna vez el poder. Si, me dirán: ¡oh!  es que la mayoría no quiere hacerlo. En parte tiene razón,  hay muchos que no quieren involucrarse, pero la mayoría es porque  saben que van a ser irrelevantes frente al poder establecido.

Una forma más de engaño evidente es ponerle adjetivos a la democracia:
  • Democracia cristiana POLÍTICA Movimiento político que pretende conciliar la doctrina democrática con el dogma cristiano.democracia
  • Democracia   directa POLÍTICA Sistema en el que el pueblo ejerce su soberanía sin tener como representante a un órgano intermediario.
  • Democracia orgánica HISTORIA, POLÍTICA Sistema franquista en el que la participación política se basaba en la familia, el municipio y los sindicatos verticales y corporativistas.
  •  Democracia representativa POLÍTICA Sistema en el que el pueblo ejerce su poder a través de órganos representantes.
  •  Democracia social POLÍTICA Sistema en el que el pueblo ejerce su soberanía tanto en el ámbito económico, como el social o el político.
     
Lo más parecido a la democracia, en todos estos caso de democracia adjetivada, sería la Democracia   directa y participativa, pero claro, hay un problema al que alude siempre el poder establecido. La democracia directa, dicen,  solo es posible cuando el número de personas que intervienen en ella es pequeño. Sin embargo, nos dice la historia que en las ciudades estado griegas, donde surgió la democracia,  eran unos cuantos miles de personas, muy pocos ciudadanos si los comparamos con los países actuales, donde viven muchos millones, pero bastantes. No es un argumento sólido y menos sabiendo que, hoy en día, disponemos de herramientas que entonces no tenían,  especialmente  Internet. Utilizando sistemas informáticos, las asambleas podrían ser de millones de personas;   eso estaría solucionado. De hecho, se podría establecer un sistema realmente democrático, todavía más ágil que  el de la Grecia antigua, pero claro, no interesa al poder establecido.

Nuestra realidad, es que hoy vivimos en un sistema de partitocracia representativa, con las mismas características de un sistema oligárquico, que en realidad no representa a nadie, sino a los intereses de élites financieras,  que controlan con férrea mano a los partidos mediante su financiación. Así mismo, crean redes clientelares mediante lo que se conoce como "puertas giratorias", cerrando un circulo vicioso del que es muy difícil salir.

Por otra parte, para que evitar que el pueblo no se salga del redil,  se inventaros las ideologías. Estas fomentan la división o polarización del  pensamiento del pueblo, creando la inevitable división de ideas, imprescindible para mantener al pueblo enfrentado entre sí, para que no busquen al auténtico culpable; el poder establecido. Las ideologías son, por tanto,  el veneno que sirve al poder para envenenar las mentes libres  mantener así su hegemonía indiscutida. el pueblo se enfrenta y discute sobre soluciones ideológicas y no sobre soluciones lógicas o sentido de sentido común.  Esto les permite cuartar la libertad de todos, no por el bien común, sino por beneficio de unos pocos.

Les dejo este vídeo para que empiecen a reflexionar un poquito en como empezar cambiar nuestro mundo.




Lamentablemente, la democracia griega tenía una tremenda carencia, solo los ciudadanos tenían la capacidad para ejercerla. Las mujeres, metecos (extranjeros)  y esclavos no participaban en ella. Evidentemente, hoy sería un gran error excluir a  las mujeres, tanto como volver ala esclavitud. A mi entender, no obstante, tanto extranjeros, es decir, personas no subyugados a las normas locales de la comunidad, como aquellas personas que no hayan superado un examen de mínimos, que acreditase su preparación para no dejarse engañar por falacias y demagogia; deberían estar excluidos de la democracia o cargos públicos. Por último, para aquellos escépticos que prensen que una democracia real no es posible por la ausencia de esclavos o porque somos demasiados para ponerla en práctica. Decirles que en sustitución de los esclavos, tenemos las máquinas y los robots y para resolver los problemas derivados de la cantidad de individuos, la informática e Internet. La única razón para no hacerlo y tomar el poder que nos pertenece, es el miedo a tener que asumir nuestras responsabilidades como seres humanos y al acojonamiento al que nos tienen sometido el poder con su propaganda.