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domingo, 30 de noviembre de 2014

Revolución, un concepto sobrevalorado.




La reciente desaparición de 24 estudiantes en México o el asesinato de un niño de color cosido a balazos en estados por un policía blanco, son motivos suficientes para desatar revueltas y revoluciones violentas. La corrupción política en España, los recortes en Francia y la pésima gestión de Holande, o la venta de bienes públicos en Grecia, también podrían ser motivos para una revolución en estos países. Pero si pensamos que una revolución supone una solución, podríamos muy estar equivocados.

Si echamos la vista atrás en la historia y examinamos el papel nefasto que han tenido casi todas las revoluciones, nos lo pensaríamos dos veces e iríamos con más cautela a la hora de plantearnos participar en alguna. La revolución francesa, por ejemplo, supuso el ascenso al poder de Napoleón y el asesinato de casi todos los ideólogos y promotores de la revuelta, así como la implantación de la educación prusiana y un sin fin de muertes. La revolución bolchevique en Rusia termino en la dictadura estalinista, una de las más sangrientas de la historia, detrás de la revolución cultural china, con más muertes y un régimen dictatorial que se ha prolongado hasta nuestros días. La emancipación de la mujer, que también puede considerarse como una revolución, trajo cosas positivas, pero también la incorporación de la mujer al trabajo esclavo, apartándolas de su papel fundamental en la familia, que es el cuidado y la educación de los hijos. Si somos un poco objetivos y nos alejamos del pensamiento feminista impuesto por la fundación Rockefeler y otros organizaciones interesadas en la destrucción de la familia, principales promotores de esta revolución y pensamiento radical, la vida de la mujer empeoró. La llegada de la llamada emancipación de la mujer, ha supuesto más perjuicio que beneficio. Antes de la llegada de esa revolución se necesitaba que un solo miembro de la familia trabajase para mantenerla. A partir de entonces, rara es la familia donde no se necesiten dos. Ayer como hoy, destruir la familia, que es un entorno naturalmente resistente a la imposición ideológica, siempre ha sido un objetivo de la élite. Otro ejemplo claro fue también la revolución o movimiento hippy, que acabó en el neo-liberalismo y la cultura de las drogas, suministradas principalmente por la CIA.

Aunque no todos las revolución son negativos, cuando estas son inducidas por el poder, ya sea económico o gubernamental, siempre acaban perjudicándonos y sumiéndonos más en la esclavitud. Estas revoluciones inducidas se convierten en herramientas que el poder utiliza para afianzar más su posición. Si estas revoluciones van acompañadas de violencia mejor, porque entonces los resultados son más efectivos. Aparte de provocar muchas muertes inútiles, acaban siempre en dictadura, al menos es lo que dice la historia, que siempre hay que coger con pinzas, pues ya sabemos que la historia siempre se puede tergiversar.

A mi entender, la única revolución que puede traernos cosas positivas y mejorar nuestra vida, solo se puede desarrollar en nuestro interior, cambiando nuestra mentalidad. Tendríamos que empezar abandonando definitivamente esa idea infantil de que vendrá un salvador a resolver nuestros problemas. Ningún político o mesías va a acudir a nuestra llamada. Es algo que ya deberíamos saber por la experiencia acumulada. Los que acuden en nuestro auxilio acaban siendo nuestros amos y señores. Después de muchos años jugando con nuestras esperanzas y anhelos, engañándonos con falsas promesas, no me explico como todavía hay una inmensa mayoría de personas que cree todavía en esta farsa.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

La autoridad moral y la autoridad jurídica


La palabra autoridad puede hacer alusión a dos formar de la misma, la que se refiere a la autoridad jurídica o a la moral. La primera es una facultad que se le otorga a alguien como representante de la ley e implica obediencia, la segunda no se otorga, se obtiene mediante el mérito tras la demostración de la valía o la experiencia y afecta a ámbitos concretos de la vida. Se dice entonces que es una persona con autoridad, ya sea en una materia o en la labor que desempeña, como sería la de una madre, un profesor o un científico reputado, por poner algunos ejemplos.

Cuando se trata de autoridad jurídica, la persona que la ostenta o dice tenerla, no necesariamente merece tal potestad, es más, en la mayoría de los casos carece de ningún mérito para poseerla.

 A mí entender, la diferencia es tan grande que no se debería usar la misma palabra para definir dos conceptos tan dispares, sobre todo si tenemos en cuenta  lo que se refiere al reconocimiento. Porque mientras la autoridad jurídica es algo impositivo, la autoridad moral es aceptada y reconocida voluntariamente. En definitiva, uno es libre para reconocer la autoridad en una persona, bien sea por edad o por conocimientos.

Lo lógico sería que  solo tendríamos  doblegarnos ante esa autoridad moral, pues es la única que merece nuestro respeto.

Si analizamos los orígenes de la autoridad jurídica, nos daremos cuenta de que carece de fundamento para ser respetada. Yendo más lejos aún, diría que no está legitimada y es antinatural.

Partamos de que la autoridad jurídica emana de las leyes y que estas a su vez, emanan de representantes del pueblo, votados por personas, que en su inmensa mayoría no son precisamente versados en política o aptos para reconocer los engaños que la clase política es capaz de acometer; son más  bien, pese a que suene mal, bastante ingenuos.

No creo que a estas alturas alguien desconozca como a través de la ingeniería social o campañas de propaganda se legitima la autoridad jurídica. En el sistema político actual, los que aspiran a representantes del pueblo, por lo general, no han demostrado su valía. Lo que si han demostrado algunos es una carencia de ética a la hora de acceder al poder. Puñaladas traperas y juego sucio son muy habituales entre los aspirantes; no nos engañemos, es así. Una vez han alcanzado el poder y se han convertido en representantes del pueblo, comienza su labor legislativa. En teoría, y solo en teoría, porque en la práctica ya sabemos que tampoco es así, hacen leyes para el pueblo, supuestamente para su bien. Estas leyes son, por supuesto, de obligado cumplimiento. A partir de ahí, un sin fin de mecanismos represivos y recaudatorios, que yo llamaría "violencia del estado" se ocuparán de que esas leyes se cumplan. Los que se encargan de dicho cumplimiento se les otorgará el título de representantes de la autoridad. Así, es como de la nada, al igual que el dinero, surge la autoridad jurídica, que debe ser obedecida y respetada, sin merecimiento alguno, pues no ha demostrado su valía en ningún momento del proceso. Pese a ello, aceptamos esta autoridad como legítima y la obedecemos.

Si tuviera que dar una respuesta a esto, podría hacerlo desde la misma naturaleza del ser humano, pues, de alguna manera, parece que estamos programados para responder instintivamente ante la autoridad con obediencia. Creo que posiblemente se deba de un mal funcionamiento de nuestro instinto de supervivencia. En los animales, que muchas veces demuestran más inteligencia que los hombres, este mecanismo se desactiva con la edad y la experiencia. Al parecer en los seres humanos, la necesidad de aprender siempre cosas nuevas hace que este mecanismo de respeto a la autoridad no se atrocie. Lo que en principio debiera ser bueno  para crecer como personas tomando ejemplo y aprendiendo de los que ostentan la autoridad moral, se convierte en una trampa cuando obedecemos a la autoridad jurídica.
Parece que damos muchas cosas por sentado, y confundimos muy fácilmente  la verdadera autoridad de la falsa. Así lo demostró el experimento Mirgran, un referente que demuestra hasta que punto esto es cierto. Vasta con llevar una bata blanca o ser un presentador de televisión, o simplemente una persona con un traje caro, para que nuestra necesidad de autoridad nuble nuestro juicio y nos haga caer en las garras de la obediencia a mentira. Así es como nos dominan, utilizando lo que la naturaleza nos dio, no se sabe muy bien si para ser más inteligentes o más estúpidos.

Solo quien nos demuestra con hechos su valía y mantiene sus principios es digno de tener autoridad para mandar, dirigir o enseñar a los demás, siempre y cuando se el individuo reconozca y acepte esa autoridad.



miércoles, 19 de noviembre de 2014

Anális de la fibra óptica en España


La fibra óptica ya se está extendiendo a los hogares y por fin el acceso a internet pasará a otro nivel. Lamentablemente y como es costumbre, ha hecho falta agotar todo el rendimiento que le han podido sacar a las antiguas líneas de cobre y a nuestros bolsillos para que esta tecnología, que hace ya muchos años que estaba disponible, comenzase a implantarse.

¿Pero que tipo de fibra están poniendo? Por supuesto una anticuada, fibra multimodo, con mucho menor ancho de banda que una fibra nonomodo. Se trata de de una versión de lo que se da en llamar obsolescencia programada, muy común en la tecnología de los móviles; en la que en vez de ir a lo más avanzado se implantan versiones obsoletas de la tecnología para, posteriormente, tener que cambiarla sin que pase demasiado tiempo, claro.

La fibra óptica, por ser de vidrio y estar muy bien protegida, no se deterioran mucho con el tiempo, puede durar muchos más años que los cables de cobre. Esto con el tiempo es un problema para la compañía que lo instala, pues una vez amortizada tiene que bajar los precios y por tanto el beneficio. Pero si la tecnología queda obsoleta, presenta una versión nueva y empieza de nuevo. A eso también se le llama obsolescencia programada.

La fibra óptica multimodo tiene un ancho de banda de unos 500MHz, por lo que se tiene que poner bastantes fibras dentro de un cable para que sirva para muchos usuarios. La fibra óptica monomodo, por el contrario, tiene un ancho de banda superior a los 100GHz, es decir, que se necesitan 200 fibras multimodo para trasportar la misma cantidad de información que una sola fibra nonomodo. Esto considerando que se utilicen longitudes de onda infrarroja y fibras de un grosor de núcleo de 9µm, porque si nos vamos a longitudes de onda más, con fibras de menor diámetro, como sería fibra de 3,6µm utilizando luz verde, ya nos vamos a otros niveles. Por poner un dato, la máxima capacidad de datos alcanzada en una línea de transmisión con una sola fibra óptica monomodo y multinúcleo fue de 1,05Pb/s, es decir más de 1.000.000.000.000.000 de bits por segundo. Comparen esta cantidad con la que nos ofrecen con una conexión ADSL 200.000 bits por segundo, o la de una fibra óptica con la tecnología de fibra óptica que están instalando, 2.000,000 de bits segundo, como mucho. Pero la cosa no queda ahí. La fibra óptica es bidireccional, y nada impide que pase tanta información de salida como de entrada, sin embargo, cuando nos venden la fibra nos dicen que la velocidad es de 100Mb/s , pero esta es la velocidad de recepción. Si queremos emitir información, solo tenemos una décima parte del ancho de banda, lo que nos limita a ser usuarios y no servidores de información; algo que limita mucho nuestras posibilidades, sobre todo en lo que se refiere al teletrabajo en red. Si dispusiésemos del mismo ancho de banda para transmitir y recibir, podríamos disponer de una IP fija y suministrar servicios web desde nuestra propia casa, así como trabajar en red con los ordenadores de nuestra empresa sin tener que estar en ella. Desgraciadamente, tanto la IP fija como un ancho de banda superior en transmisión hacia la red son extras, que sin tener apenas costos en hardware, se cobran a parte.

Ya hace años que en otros países la conexión a Internet es gratuita y se regala con la contratación del la fibra, en otros lugares llamado el cable. No olvidemos que la fibra óptica permite trasmitir todo tipo de datos, en lo que se llama multiplexación; canales de televisión, radio o telefonía, así como otros servicios. La versatilidad de la fibra óptica en lo que se refiere a transmitir información es muy amplia y versátil, y se amortiza en muy pocos años, pero ya veremos hasta cuando los precios serán desorbitados comparados con otros países.

martes, 18 de noviembre de 2014

El esclavo


Esclavo

Cuando son las leyes escritas por los hombres te impiden hacer las cosas bajo amenaza, cuando lo que quieres hacer no puedes porque te limitan el acceso a unos recursos abundantes y disponibles que otros se han adjudicado en propiedad exclusiva, cuando no puedes ir a donde quieras sin permiso de otros o cuando tu persona pertenece a un estado; no tienes libertad. En el mejor de los casos, viviendo así, es una libertad limitada, donde tus posibilidades han sido reducidas a lo permitido por criterios arbitrarios y muchas veces injustos que otros te han impuesto.
Si te has dado cuenta de esto has comprendido que tu sentido común, tus razones, tu ética y tu moral no son relevantes ni aplicables en tu vida; otros deciden por ti y la aplican en ti. Al asimilar tu condición de dependencia, también has aceptado vivir en un sistema social clasista, donde tu lugar de nacimiento será el condicionante de tus posibilidades y el dinero del que dispongas fijará tu estatus dentro de las diferentes clases de esta sociedad. Te verás avocado a buscarlo desesperadamente y así ser un engranaje más de esta máquina infernal llamada sistema.Puedes engañarte a ti mismo diciéndote que es lo que hay y que no hay nada mejor, que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer; este es el consuelo de los perdedores que han asumido su condición y se han resignado a llevar una cadenas que arrastrarán toda su vida.

Quizás esperes la llegada de un héroe que te salve de tu desdicha y quizás esperes que se llame Pablo. Lo siento, no hay héroes para ti y tu situación. Esos solo salen en las películas y, en muy contadas ocasiones, en la vida real, pero cuando lo hacen, solo es por su necesidad vital de liberarse. Cierto que acaban arrastrando a otros, pero sin quererlo. Esos héroes luchaban por su libertad y no por la de los que les seguían. No fueron diferentes a ti, pero fueron capaces de ser lo suficientemente valientes para enfrentarse a sus miedos y hacer lo que creían era justo. La mayoría murieron por ello, aunque con la satisfacción de ser consecuentes en lo que creían y tomar las decisiones que dentro de su ser sentían. Tú por el contrario, cuando las escuchas las ignoras, piensas en las consecuencias, en las amenazas que se ciernen sobre tu cabeza y los tuyos y te paras. Ya es demasiado tarde. Te han inculcado tanto miedo que eres incapaz hasta de ver la realidad. Puedes ignorarlo, pero no eres más que un esclavo sometido.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Antenas y subvenciones para calmar a las masas


Más del del 24% de paro, familias al borde del hambre, una economía rota y fragmentada, al igual que el propio estado español y resulta que para el gobierno lo que importa es que se siga viendo la porquería que dan en televisión. Uno se podría preguntar como es esto posible, como los 2,4 millones que se destinan a subvencionar semejante porquería y no van destinados a paliar los problemas reales de los ciudadanos, que no son si tienen que resintonizar sus televisiones o no. 

Siendo condescendientes podríamos decir que el gobierno tiene sus razones, ya que por lo que he leído, el cambio de frecuencias obedece a la necesidad de dejar libre la frecuencia de los 800MHz para ser utilizada por la tecnología $4G, que por falta de previsión y una pésima planificación fue asignada al TDT. De todas formas, las ordenes vienen de Bruselas y el gobierno debe obedecer. Sin embrago, sigue siendo injusto y muy poco ético dada la situación actual del país destinar dinero a estas cosas.

Pero este artículo no va de lo que ya sabemos, que el gobierno está compuesto por inútiles y serviles al capital, sino de como afecta la cantidad de radiofrecuencias que presentes en la atmósfera.

La tendencia en las telecomunicaciones es utilizar cada vez frecuencias más altas. Porque a  mayor frecuencia más ancho de banda y posibilidad de transmitir mayor número de datos, pero también más nivel energético y mayor posibilidad de afectar los tejidos y la delicada química de nuestros cuerpos.

En los últimos tiempos la evolución de las comunicaciones nos ha conducido a estar rodeados de ondas, algunas de ellas de alta energía y frecuencia. Los móviles, el WI-FI, la televisión, la radio, solo son las más conocidas, pero los satélites, los sistemas de repetición y muchas otras que desconocemos, también trabajan con microondas posiblemente potencialmente peligrosas. 

No se sebe a ciencia cierta si estas radiaciones nos afectan o no, pero lo cierto es que hay personas que son sensibles y que incluso enferman por ellas. Al margen de cualquier conclusión basada en datos que no conozco, ni están al alcance de cualquiera, tenemos que saber que no importa si nos perjudica y cuanto, porque cuando se mueven tantos millones y hay tantos intereses, la ética y los escrúpulos escapan por la ventana.

Es cierto que hay muchos estudios científicos al respecto de esta cuestión, tanto a favor como en contra. Pero hoy en día, decir que un estudio puede ser independiente y no estar condicionado por la injerencia de intereses económicos es muy arriesgado, por no decir ingenuo. En realidad no tenemos más que la prueba de que parece que toleramos estas frecuencias porque aun estamos vivos, lo que no nos va a sacar de  las dudas de hasta cuento tiempo y que niveles de tolerancia necesitaremos para rebasar el límite, o si ya nos está afectando y en que forma.

Como es habitual en este sistema, el interés económico siempre manda sobre el interés del bienestar de las personas, y la industria de las telecomunicaciones no es una excepción en esta norma no confesa.

No quiero extenderme más en este tema tan trillado y a la vez tan silenciado por los medios de comunicación, medios que utilizan precisamente estas frecuencias para llevarnos a nuestros hogares su porquería. Tan solo decir que deberíamos estar más atentos a estas cosas, que nos son temas sin importancia porque nos pueden afectar o estar afectando muy seriamente.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Los que no sabes de tu cerebro.


Algunos piensan que utilizamos solo el 10% de nuestro cerebro, pero esto en mi opinión no es correcto. En realidad creo que utilizamos todo nuestro cerebro, aunque no en toda su extensión y posibilidades. No se sabe con certeza que porcentaje de nuestro cerebro utilizamos para procesos conscientes, que es donde se concentran las dudas que pretendo clarificar, paro las investigaciones han avanzado mucho y hoy sabemos más de nuestro cerebro que nunca, aunque sigue siendo un gran misterio en muchos aspectos. Para empezar este viaje a los secretos del cerebro lo dividiré en dos partes, pa parte consciente y la inconsciente.

Algunos investigadores sostienen que para realizar los procesos mentales conscientes solo utilizamos una pequeña parte de nuestro cerebro, el resto se ocupa de todos los procesos en los cuales no interviene la conciencia; es lo que llamamos el subconsciente. Pero el subconsciente, como piensa mucha gente, no se limita a soñar o controlar nuestro cuerpo y todas sus funciones vitales. Controlar estas funciones primarias de nuestro cuerpo lo hacen partes del cerebro específicas conectadas a través del subconsciente. Las personas normales no podemos acceder directamente a esas zonas de nuestro cerebro. Se cree que la parte que se ocupa de los procesos conscientes se encuentra en la corteza cerebral, una capa externa del cerebro de apenas 1mm de espesor. Los evolucionistas creen que esta parte fue la última en evolucionar, ya que el cerebro, según dicen, ha ido evolucionando en sucesivas capas, desde el tallo cerebral o lo que llaman el cerebro de reptil, en adelante hasta llegar a la corteza. Otros, contrarios al evolucionismo, piensan que está maravilla fue diseñada por algún alienígena. Yo no quiero entrar en este campo ni me inclino por ninguna de estas opciones, pues no es el motivo de esta reflexión. Solo solo puedo saber de lo que he leído sobre los numerosos descubrimientos que se han hecho gracias a la tecnología de resonancia magnética. Las observaciones han demostrado que la corteza cerebral es la parte del cerebro que más energía consume, por ello puedo deducir que los procesos conscientes consumen mas energía que los procesos inconscientes, energía sacada de los azucares, que es el combustible de nuestras neuronas.

Es lógico pensar que los procesos inconscientes tienen una importancia vital e imprescindible para nuestra supervivencia, por ello ocupan mucho más espacio en nuestro cerebro. No obstante, y a pesar de saber que solo un pequeño porcentaje de nuestro cerebro se ocupa de estos procesos conscientes, la mayoría pensamos que vivimos conscientes todo el tiempo que estamos despiertos. Lo cierto es que si nos observamos, apenas somos capaces de mantener la conciencia plena unos cuantos segundos, al cabo de ese tiempos se nos empiezan ha escapar muchos detalles. Esta demostrado que con técnicas de meditación correctamente aplicadas y mucha constancia, se puede alargar ese tiempo, incluso llegar a conectar nuestra consciencia con el cerebro inconsciente, lo que nos lleva, de forma natural, a lo que se llama un estado alterado de consciencia. Este estado nos permite acceder a partes y funciones de nuestro cuerpo que no podríamos acceder de otra manera. Un ejemplo lo podríamos encontrar en aquellas personas que son capaces de soportar el dolor de un hierro candente en dicho estado o hacer cosas absolutamente increíbles y que escapan a nuestra comprensión. A parte de la meditación, este estado especial también se puede alcanzar con algunas sustancias como la ayahuasca o el peyote. Se sospecha que otra forma de alcanzarlo es mediante la hipnosis. Pero si no somos practicantes de meditación ni tomamos estas sustancias, lo normal es que la vida pase ante nuestros ojos sin apenas estar en ella o percibir los sutiles detalles que para el inconsciente si existen y son percibidos con la importancia que tienen.

Como vemos, nuestro cerebro es más complejo que cualquier ordenador, no funciona como estos y tampoco como creemos que lo hace. Por extraño que nos parezca, la mayor parte del tiempo está en modo automático. Por poner un ejemplo: una vez que aprendemos a conducir o ir en bicicleta y tenemos cierta experiencia, ya no intervenimos conscientemente en el proceso, es nuestro subconsciente el que toma el mando. Eso nos permite mantener una conversación compleja mientras estamos conduciendo o montados en bici, la mayor parte de los detalles de la conducción escapan a nuestro consciente. Solamente si nuestro sistema automático detecta algo que no es normal, pone en marcha un mecanismo que alerta a nuestro consciente para que resolvamos la situación. Probablemente, el tiempo que tarda en actuar este proceso, es lo que llaman tiempo de reacción. Una vez que hemos resulto la situación, nuestro subconsciente pone en marcha otros procesos que llamaríamos de aprendizaje. El subconsciente memorizará como resolvió nuestro consciente para que éste no tenga que intervenir la próxima vez que se produzca una situación similar. Así es como gracias al aprendizaje, nuestras reacciones son más rápida y eficaces. Así, la siguiente ocasión que se den las mismas circunstancias, no tenemos que pensar como hacerlo, actuamos de forma automática. Es una una cuestión de racionalizar los recursos energéticos. Este mecanismo, imprescindible para la supervivencia y no es exclusivo del hombre, se manifiesta en todos los mamíferos en mayor o menos grado.

La actividad del subconsciente no se limita a todas estas funciones, va mucho más allá. El subconsciente está siempre trabajando, calculando posibilidades para predecir los futuros y las consecuencias, que luego serán aplicadas a todos los eventos y situaciones habituales de nuestra vida. Por ello podemos intuir los movimientos de otros coches cuando estamos conduciendo o saber la reacción que tendrá una persona al decirle o hacerle algo. Gracias al subconsciente podemos determinar en segundos si un rostro de otra persona nos es afable o no, incluso lo que nos va ha decir antes de que lo digan, solamente por sus gestos o la expresión de su cara. Y todos estos procesos intuitivos no son procesados por nuestra mente consciente.

A pesar de la perfección y complejidad de nuestro cerebro y su maravillosa plasticidad, la separación entre subconsciente y consciente, nos hace vulnerables. Esto es lo que permite a los ilusionistas engañarnos con sus trucos. Si se tiene el suficiente conocimiento del funcionamiento de nuestra mente, se pueden saltar los controles que nos avisan de que hay algo anormal. La información que entra por nuestros sentidos no llega a la corteza cerebral de forma inmediata y directa, antes es procesada por el subconsciente. En este proceso se discriminan los detalles de la información que al subconsciente le parecen importantes. Un ilusionista, sabe perfectamente que solo una pequeña parte de nuestra visión es nítida, allí donde fijamos la mirada. Por ello procurará hacer todos los movimientos sospechosos fuera del alcance de esta zona de atención máxima, mientras mantendrá nuestra mirada fija en otras distracciones que no hagan sospechar de las intenciones del artista. Esos movimientos sospechosos no pasan desapercibidos para el subconsciente, simplemente los discrimina al estimar ya donde irían las manos del ilusionista. Es el mismo proceso que nos hace fijar nuestra atención en una conversación en medio de un ambiente ruidoso. El oído escucha todos los sonidos, pero el cerebro es capaz de eliminar todos los sonidos producidos ambientales, dejando solo los producidos por la voz de nuestro interlocutor. Puede que el ruido sea demasiado alto y el mensaje no llegue nítido, en tal caso, el subconsciente completa la información con invenciones surgidas del recuerdo. Esta cualidad de nuestro cerebro también puede ser aprovechada para el engaño.

Una gran parte de la publicidad, sino toda, no está pensada para nuestro consciente, va dirigida directamente a nuestro inconsciente como un cazador dispara a su presa, y además de forma perfectamente estudiada, buscando las reacciones de éste mecanismo autónomo y sus puntos débiles. De la misma forma se utilizada por los políticos y los asesores de imagen, buscando rostros que nos parezcan agradables o logotipos e imágenes. No nos podríamos imaginar los recursos que se gastan en el estudio del subconsciente, ya no solo por empresas privadas para vendernos productos, sino por los políticos en sus campañas. El creciente conocimiento del funcionamiento de los mecanismos internos de nuestro cerebro, es utilizado masivamente en la sociedad en la que vivimos para manipular nuestra conducta y controlar nuestras reacciones. Es tan solo una intuición con visos de realidad, pero pienso que de lo que conocemos de estas investigaciones, solo es una pequeña parte de lo que se conoce en realidad por los que lo estudian. Siendo así puedo deducir que todo este conocimiento de nosotros y del funcionamiento de nuestra mente, de la misma manera que es utilizado para vendernos productos, también lo está siendo para manipular nuestra conducta, eso es una obviedad, pero es necesario recordarlo. Cuando hay por medio intereses económicos o de poder, la ética es ignorada. Y si el uso de estos conocimientos en la publicidad ya manifiesta una grabe carencia de la aplicación de la ética, imaginen lo representa en los políticos.

Si se quieres descubrir el truco de un ilusionista lo mejor es que aprendas a conectar tu subconsciente, de esta forma no solo destaparás a los ilusionistas, comenzarás un camino espiritual que te llevará al auto-conocimiento.

jueves, 6 de noviembre de 2014

La mierda que comemos


Cuando la tecnología permite que se industrialice la alimentación en un sistema capitalista y basado en el beneficio rápido, como es el que rige este mundo, es normal que se produzcan abusos y fraudes encaminados a obtener el máximo rendimiento económico de un producto. El problema que no estamos hablando de un producto cualquiera, sino de la materia con la que nos alimentamos y se construye nuestros cuerpos. Somos lo que comemos, y aunque nuestro cuerpo tiene mecanismos para eliminar aquello que nos perjudica o nos sobra, si sobrepasamos los límites de tolerancia de nuestros filtros, acabamos enfermando. Hoy vemos como mientras aumenta la abundancia de alimentos, estos son cada vez más insalubres, vamos a ver el porqué.

Para aquellos que quieren obtener beneficio rápido, enfermarnos lentamente es tan solo un problema menor y de tiempo. Mientras la enfermedad no sea inmediata todo les irá bien. La industria alimentaria a gran escala no busca la salud de los que compran sus productos, sino el rendimiento económico; es una causa lógica e inevitable de este sistema capitalista. De la misma forma es lógico, porque es permitido y fomentado por el sistema, que a medio plazo las empresas alimentarias no globalizadas, demasiado pequeñas o tradicionales para competir, acaben en grandes monopolios corporativos donde se junten con otras empresas de producción, transformación y distribución de alimentos. Así es como se van formando estas corporaciones, cada vez mayores y con mayor dominio del mercado alimentario. Este proceso de monopolización de la industria alimentaria, ya se puede decir, esta casi en su fase final.

Aunque puedan parecer empresas diferentes mediante imágenes comerciales distintas, los oligopolios abarcan mucho más de lo que parece. Están unidos en el capital y en los fondos de inversión; es una consecuencia de la globalización y lo que llaman libre comercio internacional. Las empresas tradicionales de alimentación no pueden competir con ellos, y su número se reduce al mismo tiempo que la variedad de alimentos que podemos encontrar. La consecuencia final de esto es predecible, las corporaciones alimentarias acaban dominando los mercados y al final imponen su ley, sus precios y sus productos. No sucede así porque sus productos sean los mejores, sino porque son los únicos que los producen.

Llegado cierto momento, cuando el tamaño y la complejidad financiera lo permite, escapan a los controles de los gobiernos, ya no les importa producir enfermedades ni ser señaladas. Saben perfectamente que alguna de sus divisiones pueden ser multadas, incluso perder alguna de sus empresas por fraude o escándalo alimentario. Con su tamaño y poder económico, es como quien pierde un peón en una partida de ajedrez que sabe que tiene ganada. Llegado este punto, utilizan su poder para convertirse en grupos de presión que influyen en las decisiones de políticos. En realidad, lo que tan sutilmente llaman grupos de presión, yo lo llamaría sobornos. Pero si esto les falla utilizan lo que tan popularmente en estos tiempos se ha dado en conocer como las puertas giratorias. Directivos o gente pagada por estos oligopolios ocupan cargos de responsabilidad para favorecer los intereses de estas multinacionales. A estas personas, con serios indicios de tener conflicto de intereses, nunca se les debiera permitir ocupar cargos políticos o puestos de responsabilidad, pero muchas veces se hace complicado demostrar su vinculación con estas macro empresas, precisamente por su complejidad y los entramados financieros.

Esto no es un efecto de la industrialización o masificación de la producción. Lo que sucede actualmente con los alimentos y otros sectores como la energía, es una consecuencia del propio sistema capitalista, que no solo no es el mejor ni perfecto, sino que es de naturaleza absolutamente perversa. No podemos olvidar que cualquier sistema de organización humana debe estar destinado a la mejora de nuestra calidad de vida y no al del beneficio económico. El beneficio económico no está ligado al bienestar, solo afecta positivamente al que lo obtiene, y dado que no es igualitario sino, que por el contrario, tiende al aumento de la desigualdad, son solo unos pocos quien se llevan todo el beneficio. Es por ello, que cualquier sistema de organización humana, no solo debe servir, como he dicho antes, para el bienestar humano, sino debe de servir para que los recursos y riquezas sean distribuidas de forma igualitaria entre todos los que lo aceptan. El sistema actual no ha sido aceptado, sino impuesto, promueve la desigualdad y seca lo peor del ser humano. Nadie, que yo sepa, lo ha votado ni ha elegido a los que gobiernan, y no me refiero a esos títeres que llamamos políticos, sino a sus amos, que son quienes manejan a su antojo los recursos, entre ellos los alimentos. Con esta tendencia, claramente tendente al monopolio, llegará un día en que solo exista una única empresa que controle los alimentos del mundo. Imaginen que bueno sería eso, no para ustedes claro, sino para la empresa que consiguiese desbancar a todas las demás. Esto es lo que llaman el Nuevo Orden Mundial.

Este post es consecuencia de otro post que ley en un blog que lucha por despertar a la la gente y contar, Te atreves a Despertar. Enlazo un vídeo demoledor expuesto en esta web sobre la manipulación alimentaria en el sector del pescado y las consecuencias de la monopolización de la industria alimentaria, pero tan solo es la punta del iceberg. El visionado de este magnifico reportaje de origen francés y emitido por la 2 de RTVE  por personas sensibles, podría quitar la intención de comer alimentos preparados industrialmente para siempre. Pero no se equivoquen, el problema no está en la industrialización ni en la tecnología, sino en el uso que se hace de ella para obtener beneficio económico. Un beneficio que del que los trabajadores o los productores de las materias primas solo obtienen las migajas, mientras dueños estas compañías nadan en dinero rodeados de la gente que enferman con su ambición.


miércoles, 5 de noviembre de 2014

El programa imposible de Podemos


Después de leer detenidamente el programa electoral de Podemos, puedo decir que es un bonito compendio de buenas intenciones pero poco creíbles. Porque para poner en práctica su programa primero tendría que demoler el actual sistema económico y crear uno nuevo que permita hacerlo.

En el actual sistema económico no hay el suficiente dinero para llevar a acabo ni una décima parte de las propuestas que se hacen en este programa. El dinero necesario que lo haría posible está en manos privadas, bancos y paraísos fiscales. Sería diferente si la primera parte de su programa hablase seriamente de un nuevo sistema económico, pero no es así. Todas las propuestas contemplan el actual sistema como escenario de las reformas.

Antes de continuar quiero pedir disculpas: En al anterior artículo me pasé un poco con Pablo Iglesias en lo referente a la deuda pública. Leyendo el programa, me he dado cuenta que me equivoque. No han abandonado completamente la idea de no pagar la deuda usurera, primero quieren auditarla para saber cual es legítima y cual no. Eso está bien y cuando me equivoco lo reconozco. Dicho lo cual, considero que toda deuda producida dentro de este sistema es usurera y odiosa por naturaleza, ya que toda ella ha sido producida por sistema bancario y su interés compuesto.

En otros aspectos del programa, tengo que lamentar que Podemos sigue planteando ideas arcaicas en lo que respecta al trabajo cuando se refiere al mismo como un derecho. La razón y los avances tecnológicos nos dicen que eso no tiene porque ser así. El trabajo debería ser, no un derecho, sino una elección. En una sociedad avanzada, no en esta, el trabajo como tal lo hacen las máquinas, como en la antigua Grecia lo hacían los esclavos mientras los ciudadanos griegos se dedicaban a divertirse y filosofar. Esto demuestra que Podemos, como cualquier otro partido político se basa en la idea de una economía de mercado, tanto en los términos en los que alude a los derechos del trabajo como en la base de sus argumentos. Cuando considera el trabajo como un derecho, se refiere en realidad a una obligación ineludible para obtener una retribución económica, nada diferente de lo propuesto por cualquier partido neoliberal o las tesis de economistas como Keynes. Cierto que plantea un salario de subsistencia, como el que ya existe en Alemania y otros países europeos para los que no pueden acceder a puesto de trabajo, pero esto es tan solo una forma de eliminar parados de las estadísticas relegándolos a un estado de pobreza sostenida. Este no es un objetivo para una sociedad que pretende avanzar en el bienestar y la igualdad. PODEMOS no considera otras alternativas al actual sistema de la misma forma que no las considera ningún partido político que pretenda gobernar. En todo su programa hay alusiones constantes a la economía de mercado que ya conocemos y que tantas alegrías nos ha dado. Hablan de préstamos, pynes, de control fiscal y de impuestos, pilares en los que se apoya el sistema actual de esclavitud. No menciona la nacionalización de la banca, que debería ser, como la energía u otros servicios, pública. Tampoco hace alusión a un cambio en el sistema del dinero, hoy en día controlado por entidades privadas. Cierto que hay muchas propuestas interesantes encaminadas a cambiar la sociedad y mejorarla, pero cuando se refieren a la economía lo hacen con los mismos términos que lo haría cualquier otro partido político que pertenece y colabora con el sistema del dinero fiduciario, lo que facilita que poderes ajenos al bien común dominen el sistema por muchas medidas que se tomen para evitarlo. Este sistema permite que el dinero, a parte de ser una herramienta de intercambio comercial, sea un arma de control social y político. Mientras eso no cambie, difícilmente puede cualquier partido político tener más poder que una multinacional o una corporación financiera.

Estoy seguro que mucha gente en Podemos considera la opción de cambiar el sistema, pero poner esto en un programa electoral espantaría a los votantes, tan acostumbrados y convencidos a esta forma de esclavitud encubierta que llamamos economía de mercado; que a parte de esquilmar los recursos del planeta, está provocando una desigualdad entre ricos y pobres cada vez mayor.

Me gustan mucho las medidas de participación en las decisiones políticas propuestas en el programa. Se parecen mucho a las ya conocidas en la antigua Grecia, donde todos los ciudadanos tenían el derecho de participar en política acudiendo a los debates y asambleas donde se discutían asuntos de estado. Ahora bien, si hubiese una asamblea y en ella se decidiese algo que fuese en contra del derecho internacional, relacionada quizás con el comercio o alguna multinacional ¿Podría asumir el gobierno la decisión popular que perjudicase alguna de estas entidades multinacionales? ¿Podría soportar la presión internacional dentro de un sistema que permite la existencia de sicarios económicos capaces de derrocar gobiernos utilizando la economía? Tenemos muchos ejemplos a lo largo de nuestra corta democracia. Por solo citar alguna, la forma en la que España entró en la OTAN, de mano de alguien que siempre estuvo en contra y que cedió ante la presión internacional, o mejor dicho de los EEUU.

Si primero no se cambia el sistema, tampoco podremos cambiar nuestra vinculación con estos poderes al margen de los gobiernos. Capaces de someter países sin pegar un solo tiro. Cualquier movimiento que valla en contra de los intereses económicos con la aplicación de impago de deuda, por ejemplo, será seguida de sanciones comerciales restricciones a las exportaciones y medidas de similar calado para reconducir la oveja descarriada a la vereda. Mientras Podemos no entienda esto, difícilmente se le permitirá hacer los cambios que propone, y para ello, primero debe demoler el sistema y crear uno nuevo. No podrá hacer nada considerando la validez del actual.Dicho lo cual, deseo profundamente que ganen y lo intenten aunque me duela su fracaso y la desilusión que provocarán. Mucha suerte gente de Podemos, ojalá lo consigáis.

domingo, 2 de noviembre de 2014

El PP lleva el estado fascista a la RED


 

Conozco Internet desde sus orígenes. He visto su evolución y en lo que se ha convertido, como este espacio de información, comunicación y libertad ha ido ganando velocidad y capacidad al mismo tiempo que se mejoraban las tecnologías y los ordenadores que la sostienen. Desde que me conecté con mi moden de 3600bs/s  y  mi ordenador Atari ST, hasta lo que hay ahora, hay todo el mundo de evolución. Por ello estoy seguro que no se a alcanzado, ni mucho menos la cumbre de  las posibilidades que ofrece este medio. Si  el uso  la de fibra óptica en los hogares se hiciese realidad, podría multiplicar miles de veces  la capacidad de las lienas. Y no hablo de esos sucedáneos que nos venden como fibra óptica a 100Mg/s, sino la tecnología de fibra óptica que ya está desarrollada y disponible, cuyo  ancho de banda, superior a 3Tb/s. La capacidad  de esta tecnología es abrumador, nuestros ordenadores serían incapaces de absorber la velocidad y cantidad de datos que se puede trasmitir por estas redes, imaginen, descargarse lo que cable en 30 CDs en menos de un segundo. Se  podría decir que con todo esto tenemos ante nosotros un futuro prometedor en lo que respecta a la red de redes, pero puede que no sea tan bueno si consideramos otros aspectos involutivos y preocupantes que amenazan la red.

De la misma forma que he visto como crecía la capacidad de la red y de sus contenidos, también veo como se frena la aplicación de las tecnologías de fibra óptica  y se intenta controlar este medio por los gobiernos. Lo primero no me preocupa, ya que tarde o temprano la tecnología acabará por imponerse, más por intereses económicos que otra cosa. Lo que realmente me preocupa es que Internet pierda una de sus cualidades más importantes que yo calificaría de esencia, la libertad de contenidos. Las leyes de la propiedad intelectual y el empecinamiento de los gobiernos por controlar los contenidos de Internet pueden eliminar esa esencia que tanto nos gusta a algunos y que sin la cual Internet no sería diferente a ir a una biblioteca pública, un supermercado  o ver anuncio publicitario.

Tenemos un asqueroso ejemplo con la nueva ley, sacada de la manga por el gobierno del PP en España. Una ley que condiciona la libre circulación de información imposibilitando enlazar noticias de medios oficiales. Esta ley también pone multas astronómicas por dar información de donde descargarse películas o material protegido por los derechos de autor, algo que debería ser abolido, ya que va en contra de la libertad del conocimiento y en pro de la propiedad privada; pero eso es otro tema.

Hay que poner especial atención en el hecho de que esta ley condena la difusión de información, no el hecho de disponer de ella. El gobierno del PP, que en su campaña electoral prometió dar marcha atrás con las anteriores leyes restrictivas y eliminar el canon digital, no solamente ha ido un paso más allá, sino que está encaminando la red a un estado fascista e inseguro. Utilizar la imagen sacada de un periódico, comentar un artículo enlazándolo o informar donde descargarse algo, puede conllevar una multa de hasta 600.000€. Pero esto no va acabar aquí. La tendencia es ir mucho más allá en la represión, hasta el punto de que un artículo contrario a la oficialidad podría ser delito. De hecho, ya lo están encaminando con las afirmaciones de algunos políticos. Afirmaciones como que hizo David Cameron, que dijo que los que no se creen la versión oficial del atentado de las torres gemelas son igual que los terroristas, o la que hizo algún médico, que decía que los que defienden que el ébola, como otras enfermedades se pueden curar con medios naturales deberían estar en la cárcel, nos dan una idea de por donde van los tiros. Ya no se trataría de condenar a unos piratas, calificativo completamente injustificado e intencionadamente erróneo, sino de atacar directamente la libertad de expresión. Esta ley, de una manera sibilina, ya lo hace. Además tiene el componente de la incertidumbre, pues realmente no sabes si un link es legal o no. Escribir o publicar algo sin la certeza de que te pueda caerte un puro monumental no es nada cómodo ni da en absoluto ninguna seguridad. Por otro lado vemos como los medios de comunicación de masas, que todos sabemos a que intereses sirven, no hacen más que criminalizar a los internautas, exponiendo casos puntuales como que fuesen mayoritarios en la red, una forma de manipulación de la prensa oficial muy usada desde hace algún tiempo para infundir miedo.

Desde el principio quisieron que Internet solo fuese un gran supermercado, nunca imaginaron la importancia que iba a tener para enterarnos de cosas que de otra forma nunca llegaríamos a conocer. Ahora quieren ponerle freno, y sabemos que técnicamente es posible. Hemos visto como son capaces de impedir el acceso a páginas en diferentes países, como quitan vídeos que no interesa que se vean. Por otra parte, y este también es un tema muy preocupante, es el control del tráfico de información, de datos personales que se venden y se compran. El espionaje institucional en las redes sociales, acceso a datos personales por parte de los gobiernos o agencias de inteligencia, actos al margen de la legalidad pero avalados por gobiernos supuestamente democráticos, son hechos y no ficción conspiranoica. Ya son muchos frentes abiertos en esta lucha por la libertad, que a priori tenemos perdida, ya que es muy difícil luchar en contra de quien puede arruinarte la vida a base de decretos y leyes.

Si un gobierno no cumple lo que promete y la gente sigue votando, es que la gente es sencillamente idiota. Pero, es que en este tema, no ha sido uno solo el que lo ha hecho, sino todos los que han tenido la oportunidad de hacerlo, partidos de diferentes ideologías, lo han hecho. Han ido en contra de sus principios por una razón más allá de su propia capacidad de decisión, y es que hay otros intereses mas poderosos que los que puedan tener los ciudadanos o el propio gobierno. Estos intereses son de los que pretenden hacer de Internet un supermercado, eliminando todo rastro de disidencia o aquello que no produzca beneficio económico. La idea que estos bastardos tienen de Internet es que sea una herramienta más de sus pretensiones de dominación. No quieren que se sepan cosas que los pongan en evidencia, y por ello harán todo lo posible por controlar la red.

Hay diferentes medidas que podemos tomar a nivel básico y doméstico contra los que se han propuesto eliminar la libertad de Internet: la responsabilidad a la hora de entregar tus datos, contraseñas seguras, la encriptación de nuestros mensajes, la instalación de plugins como ADBLOCK, que evita la publicidad, la navegación anónima a través de la red THOR o el modo privado de Mozilla, que además es muy fácil de usar, basta con seleccionar ALT,CTRL y P para activarlo. Se me ocurren muchos más, algunos de ellos sencillos y otros más complejos, pero que no son tan difíciles con toda la información que hay disponible en la red. También el uso de software libre, me refiero a Linux, por supuesto. No me cansaré de repetir que el software privado es peligroso e inseguro, especialmente todas las versiones de Windows. La utilización del software privativo persigue intereses económicos de dudosa ética, utiliza su posición de dominio monopolista para aplastar a alternativas, por tanto no persigue una red libre, sino comercial. Seguro que a muchos se les ocurren mejores ideas. Por suerte todavía podemos acceder a la información que nos facilita ponerlas en práctica, aunque no sabemos hasta cuando, ya que la progresión del fascismo se hace sentir cada vez más en la red.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Corrupción, dinero y poder son inseparables


La corrupción es un mal endémico de la sociedad sometida al imperio del dinero. Pero el ser humano tiene muchas otras facetas, y me pregunto si el hecho de vivir en este imperio, donde el beneficio a corto plazo es lo que manda, hace que salga lo peor de nosotros. Cierto que es una cuestión de decisión o libre albedrío inclinarse por la bondad o la maldad, ambas cosas forman parte de nosotros, pero hasta que punto influye el entorno, es una cuestión que cabría plantearse, principalmente porque no se puede separar el ser del entorno, ya que ambos están estrechamente ligados.

Hay personas predispuestas a ser corruptas y malvadas, y muchas de ellas llegan al poder con la intención clara de sacar provecho de su condición; de estos no quiero ni hablar, pues es evidente cuales son sus pretensiones. Pero también hay personas que entraron en la política para hacer de este mundo algo mejor para todos. Siendo así, es posible que algunos de los más de veinte imputados en el reciente caso de corrupción sucedido en España, así como otros innumerables casos en instituciones políticas y financieras, estuviesen protagonizados por buenas personas corrompidas por el entorno. En tal caso, estaríamos hablando de personas buenas pero débiles o carentes de la personalidad y de la fortaleza suficiente para no sucumbir ante las tentaciones del poder o el dinero; algo para lo que deberían estar preparados. Ellos sabían donde se estaban metiendo. Dentro de un circulo donde contra más dinero, más poder y más corrupción. Pero aunque no lo supiesen, ellos mismos lo dicen “el desconocimiento de la ley no exhibe su cumplimiento.”

La historia de algunos de estos pobres hombres buenos que se dedicaron a la política y que luego se convirtieron en corruptos, es casi siempre la misma. Llegaron jóvenes y llenos de ambiciones y sueños, captados en alguna universidad o en los sindicatos, algunos con ideales y con el propósito legítimo de hacer un mundo mejor. Pronto se dieron cuenta que para alcanzar sus sueños necesitaban estar donde se deciden las cosas, pero que para ello debían primero quitar a los que estaban. Comenzaron a acostumbrase a usar la mentira, el ataque personal y la manipulación para subir peldaños en la escalera. Recibieron clases y aprendieron a encandilar al público, a prometer cosas que sabían que no podían cumplir y mentir con honestidad, como es habitual en la clase política. Así es como fueron perdiendo su alma y olvidaron los motivos por los cuales empezaron su carrera, convirtiéndose en unos enfermos de poder. Con cada peldaño al éxito fueron acostumbrándose al mal y los grandes sueldos. No es difícil imaginar como llegaron a corromperse. Sus débiles convicciones morales y poca personalidad asimilaron que lo que conllevaba hacer las cosas con mala intención aportaba rápidos y suculentos beneficios. Primero fue el apartamento de soltero, después la casita adosada, el chalet, los coches oficiales, la secretaria, las tarjetas de crédito y los pagos por favores; mayores cuanto más alto estaban en el escalafón del poder. Ni siquiera se dieron cuenta de que se estaban convirtiendo en peones que jugaban para otros intereses que no comprendían, actuando como robots de un sistema perfectamente estructurado donde no hay cabida para los ideales o la nobleza y si para la obediencia ciega al líder o a otros intereses completamente alejados de la labor que debían hacer.

De un modo o de otro, y a pesar de repetir una y otra vez que no generalicemos sobre ellos, todos los políticos acaban pudriéndose y vendiendo su alma en este lodazal de intereses económicos. El dinero es el cemento de esta podredumbre y la corrupción el catalizador sin el cual este sistema no funcionaría. Es un juego en el que solo se puede jugar con posibilidades de ganar si las convicciones morales son inamovibles, pero ese tipo de personas suelen terminar aburridas de fracaso, envueltas en algún escándalo ficticio, repudiados por quienes creían sus compañeros o peor aún, asesinados.

Cuando se descubre un caso de corrupción como el que he mencionado antes, nos llena de indignación como si el ciudadano de a pie no estuviese expuesto a vender su alma por mucho menos de lo que vale la de un político. Si fuésemos menos críticos con ellos y más con nosotros mismos, nos daríamos cuenta de que nuestra alma y nuestras convicciones han sido vendidas y compradas como una vulgar mercancía por muy bajo precio. Hemos sido engañados tantas veces que deberíamos estar escarmentados. En el fondo sabemos que este sistema está funcionando gracias a nuestra colaboración incondicional, porque hemos sucumbido a sus cantos de sirena y a sus mentiras. Nosotros damos soporte y sustento a cambio de las migajas que les sobran; un precio muy bajo por toda una vida de insatisfacción. En este caso no puedo generalizar, pero es una gran mayoría la que apoya con su voto a estos encantadores de serpientes. Sabemos que esto es así y no hacemos nada por cambiarlo. Sabemos que no funciona ni es bueno para nosotros y permanecemos inmóviles ante la injusticia.

Al igual que los políticos, cuando somos jóvenes, al menos antes de que este sistema también corrompiese los sueños de juventud con la educación, soñábamos con vivir una vida haciendo aquello que se nos daba bienestar, de lo cual nos sentíamos orgullosos y nos llenaba plenamente. Pero pasó el tiempo y nos encontramos sirviendo a un sistema que no nos gusta y nos degrada como personas, violando nuestra libertad y derechos naturales, derechos merecidos por haber nacido en este planeta; que es de todos y sobre el que nadie tiene derechos exclusivos. Una gran mayoría de nosotros, y no los políticos corruptos, permitimos con nuestro consentimiento y aceptación que nos pongan normas cada vez más restrictivas, que nos espíen y controlen como a ganado.

Cierto que fue una responsabilidad de los políticos actuar para que todo esto no pasase, pero también de aquellos que los votaron. Si, nos engañaron, pero una y otra vez. No entiendo como queda una sola persona que cree en este sistema. Nosotros somos los que acatamos leyes injustas y pagamos impuestos abusivos que luego se reparten y malversan, nosotros somos los que les damos nuestro voto confundidos por sus caras campañas de publicidad pagadas con nuestros impuestos. Ellos son egoístas y avariciosos, pero los que los votamos los idiotas que les obedecemos y le reímos las gracias. Pero que bien estamos frente a su televisión, viendo su entretenimiento, escuchando sus mentiras o aterrorizándonos con temores infundados.

Despierta, nadie te va a rescatar como a los bancos. Tú eres quien tiene el poder de decisión, el que debe participar en política y tomar decisiones. Los que manejan todo esto no quieren tu bienestar, quieren tu ruina y que sigas impasible ante sus guerras y sus mentiras. Nos dividen para controlarnos.

Ya no se puede parar esto con sus reglas tramposas, con su falsa democracia amañada, hay que dejar de lado todo esto, ignorar que existen y comenzar un nuevo proceso constituyente desde cero, donde sea prioritario el bien común, aboliendo el dinero y todo este sistema financiero, que solo ha producido esclavitud y desigualdad social.