Conozco Internet desde sus orígenes. He visto su evolución y en lo que se ha convertido, como este espacio de información, comunicación y libertad ha ido ganando velocidad y capacidad al mismo tiempo que se mejoraban las tecnologías y los ordenadores que la sostienen. Desde que me conecté con mi moden de 3600bs/s y mi ordenador Atari ST, hasta lo que hay ahora, hay todo el mundo de evolución. Por ello estoy seguro que no se a alcanzado, ni mucho menos la cumbre de las posibilidades que ofrece este medio. Si el uso la de fibra óptica en los hogares se hiciese realidad, podría multiplicar miles de veces la capacidad de las lienas. Y no hablo de esos sucedáneos que nos venden como fibra óptica a 100Mg/s, sino la tecnología de fibra óptica que ya está desarrollada y disponible, cuyo ancho de banda, superior a 3Tb/s. La capacidad de esta tecnología es abrumador, nuestros ordenadores serían incapaces de absorber la velocidad y cantidad de datos que se puede trasmitir por estas redes, imaginen, descargarse lo que cable en 30 CDs en menos de un segundo. Se podría decir que con todo esto tenemos ante nosotros un futuro prometedor en lo que respecta a la red de redes, pero puede que no sea tan bueno si consideramos otros aspectos involutivos y preocupantes que amenazan la red.
De la misma forma
que he visto como crecía la capacidad de la red y de sus contenidos,
también veo como se frena la aplicación de las tecnologías de
fibra óptica y se intenta controlar este medio
por los gobiernos. Lo primero no me preocupa, ya que tarde o temprano
la tecnología acabará por imponerse, más por intereses económicos
que otra cosa. Lo que realmente me preocupa es que Internet pierda
una de sus cualidades más importantes que yo calificaría de
esencia, la libertad de contenidos. Las leyes de la propiedad
intelectual y el empecinamiento de los gobiernos por controlar los
contenidos de Internet pueden eliminar esa esencia que tanto nos
gusta a algunos y que sin la cual Internet no sería diferente a ir
a una biblioteca pública, un supermercado o ver anuncio publicitario.
Tenemos un asqueroso ejemplo con la nueva ley, sacada de la manga por el gobierno del PP
en España. Una ley que condiciona la libre circulación de
información imposibilitando enlazar noticias de medios oficiales.
Esta ley también pone multas astronómicas por dar información de
donde descargarse películas o material protegido por los derechos de
autor, algo que debería ser abolido, ya que va en contra de la
libertad del conocimiento y en pro de la propiedad privada; pero eso
es otro tema.
Hay que poner
especial atención en el hecho de que esta ley condena la difusión
de información, no el hecho de disponer de ella. El gobierno del PP, que
en su campaña electoral prometió dar marcha atrás con las
anteriores leyes restrictivas y eliminar el canon digital, no
solamente ha ido un paso más allá, sino que está encaminando la
red a un estado fascista e inseguro. Utilizar la imagen sacada de un
periódico, comentar un artículo enlazándolo o informar donde
descargarse algo, puede conllevar una multa de hasta 600.000€. Pero
esto no va acabar aquí. La tendencia es ir mucho más allá en la
represión, hasta el punto de que un artículo contrario a la
oficialidad podría ser delito. De hecho, ya lo están encaminando
con las afirmaciones de algunos políticos. Afirmaciones como que
hizo David Cameron, que dijo que los que no se creen la versión
oficial del atentado de las torres gemelas son igual que los
terroristas, o la que hizo algún médico, que decía que los que
defienden que el ébola, como otras enfermedades se pueden curar con
medios naturales deberían estar en la cárcel, nos dan una idea de
por donde van los tiros. Ya no se trataría de condenar a unos
piratas, calificativo completamente injustificado e intencionadamente
erróneo, sino de atacar directamente la libertad de expresión.
Esta ley, de una manera sibilina, ya lo hace. Además tiene el
componente de la incertidumbre, pues realmente no sabes si un link es
legal o no. Escribir o publicar algo sin la certeza de que te pueda
caerte un puro monumental no es nada cómodo ni da en absoluto
ninguna seguridad. Por otro lado vemos como los medios de
comunicación de masas, que todos sabemos a que intereses sirven, no
hacen más que criminalizar a los internautas, exponiendo casos
puntuales como que fuesen mayoritarios en la red, una forma de
manipulación de la prensa oficial muy usada desde hace algún tiempo
para infundir miedo.
Desde el principio
quisieron que Internet solo fuese un gran supermercado, nunca
imaginaron la importancia que iba a tener para enterarnos de cosas
que de otra forma nunca llegaríamos a conocer. Ahora quieren ponerle
freno, y sabemos que técnicamente es posible. Hemos visto como son
capaces de impedir el acceso a páginas en diferentes países, como
quitan vídeos que no interesa que se vean. Por otra parte, y este
también es un tema muy preocupante, es el control del tráfico de
información, de datos personales que se venden y se compran. El
espionaje institucional en las redes sociales, acceso a datos
personales por parte de los gobiernos o agencias de inteligencia,
actos al margen de la legalidad pero avalados por gobiernos
supuestamente democráticos, son hechos y no ficción conspiranoica.
Ya son muchos frentes abiertos en esta lucha por la libertad, que a
priori tenemos perdida, ya que es muy difícil luchar en contra de
quien puede arruinarte la vida a base de decretos y leyes.
Si un gobierno no
cumple lo que promete y la gente sigue votando, es que la gente es
sencillamente idiota. Pero, es que en este tema, no ha sido uno solo
el que lo ha hecho, sino todos los que han tenido la oportunidad de
hacerlo, partidos de diferentes ideologías, lo han hecho. Han ido
en contra de sus principios por una razón más allá de su propia
capacidad de decisión, y es que hay otros intereses mas poderosos
que los que puedan tener los ciudadanos o el propio gobierno. Estos
intereses son de los que pretenden hacer de Internet un supermercado,
eliminando todo rastro de disidencia o aquello que no produzca
beneficio económico. La idea que estos bastardos tienen de Internet
es que sea una herramienta más de sus pretensiones de dominación.
No quieren que se sepan cosas que los pongan en evidencia, y por
ello harán todo lo posible por controlar la red.
Hay diferentes
medidas que podemos tomar a nivel básico y doméstico contra los que
se han propuesto eliminar la libertad de Internet: la responsabilidad
a la hora de entregar tus datos, contraseñas seguras, la
encriptación de nuestros mensajes, la instalación de plugins como
ADBLOCK, que evita la publicidad, la navegación anónima a través
de la red THOR o el modo privado de Mozilla, que además es muy fácil
de usar, basta con seleccionar ALT,CTRL y P para activarlo. Se me
ocurren muchos más, algunos de ellos sencillos y otros más
complejos, pero que no son tan difíciles con toda la información
que hay disponible en la red. También el uso de software libre, me
refiero a Linux, por supuesto. No me cansaré de repetir que el
software privado es peligroso e inseguro, especialmente todas las
versiones de Windows. La utilización del software privativo
persigue intereses económicos de dudosa ética, utiliza su posición
de dominio monopolista para aplastar a alternativas, por tanto no
persigue una red libre, sino comercial. Seguro que a muchos se les
ocurren mejores ideas. Por suerte todavía podemos acceder a la
información que nos facilita ponerlas en práctica, aunque no
sabemos hasta cuando, ya que la progresión del fascismo se hace
sentir cada vez más en la red.
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