La élite mundial, aquellos a los que
nosotros hemos dado su inmenso poder a través del dinero, se han
dado cuenta, hace tiempo ya, que su sistema está haciendo aguas;
quizás incluso puede que ya lo tuviesen en cuanta y forme parte de
un plan estratégico a largo plazo. Lo cierto es que generar dinero
de la deuda ya no funciona. Su sistema basado en el crecimiento
perpetúo del interés y la deuda está fracasando debido a la
abundancia y a la propia naturaleza exponencial del sistema.
Occidente ya no consume más porque tiene de todo lo que
le hace falta. Sobra la comida, sobran los caprichos, los coches los
móviles, todo el mundo tiene ya estas cosas, y cada vez resulta más baratos. Por otra parte, aumenta la dificultad para crear necesidades artificiales que vender. Por si estas fueran pocas dificultades la el sistema, un gran número de personas comienzan a darse cuenta del engaño, a sentir que su vida no
les pertenece, que son esclavos de un sistema dirigido por una élite, que han cedido su responsabilidad a unos pocos, que lejos de cuidar de su bienestar han traído consecuencias desastrosas
para su vida y para el planeta donde viven.
Ahora, esta élite precisa de algo que
ya les funcionó en el pasado para resolver la situación; hacer una
guerra. La guerra cumple para ellos muchas funciones primordiales para
seguir esclavizado al planeta y mejorar, si cabe, la situación de
supremacía y de dependencia de sus esclavos. Una guerra reduce la
población, crea escasez, reduce las libertades y aplasta a los
detractores. Es la solución perfecta para solventar su delicada
situación. Destruyamos para
construir, así habrá trabajo para todos y reinará la paz, además,
si trabajan, no habrá tiempo para pensar, y como estaremos en una
guerra, todo insurgente puede ser eliminado entre el ruido de las
bombas. No es la primera vez que todo esto sucede.
Llevamos tiempo escuchando que hay
movimientos de tropas en el estrecho de Ormuz, amenazas al gobierno
iraní, informaciones no probadas de que Irán tiene armas nucleares.
Es exactamente la misma estrategia utilizada en los momentos previos
a la guerra de Iraq. ¿Acaso no recuerdan lo de las armas de
destrucción masiva que nunca aparecieron? No podemos cerrar los ojos
ante la evidencia, todas las pruebas apuntan a que quieren hacer lo
mismo. Ignorar los hechos no va ha evitar que sucedan. O le quitamos
ahora el poder a los déspotas, o nos enfrentaremos con las
consecuencias de haber ignorado los avisos. Y créanme si les digo
que las consecuencias pueden ser desastrosas para todos, nadie va ha
ser ajeno a ellas.
No podemos eludir nuestra
responsabilidad como seres humanos ante la atrocidad que se planea
hacer. Si lo hacemos seremos tan culpables como ellos de lo que
ocurra. Irán no es Irak, tiene el apoyo de potencias nucleares como
China y Rusia, que no consentirán que Occidente se apropie, como lo
hizo en Iraq y el Libia, de los recursos del país. El conflicto se
extenderá y sus consecuencias son demasiado dramáticas como para
arriesgarse a que este plan maquiavélico se lleve a cabo.
Os dejo un vídeo muy ilustrativo sobre
lo que está sucediendo en este momento, todos los datos dados son
verificables. Les animo a que investiguen y se den cuenta de que esta
es una amenaza real. Aunque tímidamente, incluso en los medios de
comunicación se están haciendo eco de lo que está sucediendo, en
la que es ahora la zona más caliente del planeta, y donde, si no lo
remediamos, se está gestando en genocidio a una escala no conocida
antes.
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