La crisis que se está produciendo hoy en todo el mundo no es solo económica, esta es mas bien una crisis consecuencia de la perdida de valores y objetivos. La ausencia de estos está provocado la aparición de ideologías y nuevos credos que nos están trayendo unas consecuencias nefastas. El relativismo, por ejemplo, que trae como consecuencia las contradicciones que se dan en la política mundial y más concretamente en los dirigentes políticos o hombres poderosos.
Hoy es posible encontrar políticos que son capaces de afirmar que defienden el derecho a matar y a proteger la vida al mismo tiempo, que dicen defender los derechos de un pueblo y vender armas a sus enemigos, que dicen que todo el mundo debe recibir conocimientos pero que son ellos quienes deciden que conocimientos son buenos y cuales no. Todo depende y es relativo a los intereses que correspondan al momento. Así púes, la ética deja de ser absoluta y los valores relativos, todo depende del interés y las circunstancias del momento, pero sobre todo del beneficio inmediato.
Uno de los ejemplos mas claros de relativismo lo vi en el programa de televisión “Tengo una pregunta para usted”, donde el presidente del reino de España José Luis Rodríguez Zapatero compadeció para ser interrogado por el público. Entre otras preguntas que no contestó de forma clara, si es que contestó alguna así, hubo una muy comprometedora pero de muy simple respuesta. Esa pregunta era: ¿Cree usted que un feto es un ser humano? Una persona con un mínimo de conocimiento científico, ética o sentido común no negaría nunca que, desde el momento en que se produce el intercambio genético se inicia una nueva vida. Quien niega esto es por conveniencia, beneficio, o quizás para paliar su culpa, pero a todas luces estará mintiendo. Pese a lo simple y clara que era esta pregunta, el presidente no contestó; ello a pesar de ser recriminado e invitado ha hacerlo por dos veces. En vez de dar una respuesta coherente, las dos veces intentó salirse por la tangente aludiendo precisamente al derecho de la mujer a decidir, como si eso tuviese algo que ver con la pregunta. Haber contestado que si, y luego haber defendido el derecho de la madre a serlo o no, hubiese sido honesto y coherente. Ahora invito a que deduzcan porque no contestó, cual fue su motivación; desconocimiento, no dar a conocer como piensa realmente o perder el voto feminista fundamentalista.
Pero dejando a un lado el hecho de no contestar a la pregunta directamente, que es una actitud muy común en la clase política, la gran contradicción se produjo después del programa, cuando llegó la hora de la fotografía de rigor. El señor presidente se fotografió con una con niña con síndrome de Dowm, ambos presidían la parte central de la fotografía. Esta misma niña, anteriormente en el programa, instó al presidente a que le proporcionase un puesto de trabajo adaptado a sus circunstancias, algo que debía cumplirse por ley y que desgraciadamente no se cumple. Zapatero le prometió el oro y el moro; que iba a hacer, tenía una cámara delante. La paradoja es que con la ley de plazos que pretende sacar el señor Zapatero en el parlamento y que amplia la actual ley del aborto dando derecho, de facto, a la madre a matar a su hijo no nato, personas como esa niña con síndrome de Dowm, o cualquier otra anomalía genética, ya no solo no podrán ser tratadas como las demás personas, ni tener los mismos derechos, ni trabajar en un puesto adaptado a sus necesidades, porque morirán antes de salir del vientre de su madre. Saquen ustedes las conclusiones que quieran, pero esto me parece a mi, no solo una contradicción, sino un acto hipócrita.
Esta solo es una muestra de lo que significa relativismo. Una de tantas que se dieron solamente en este programa de televisión y con una sola persona, porque hubo muchas más. Quizás una de las mas clamorosas fue cuando al presidente se le pregunto sobre las armas que se vendían al estado de Israel. Como era habitual en él mintió, ya que dijo que se le habían vendido armas por valor de un millón y medio de euros, cuando en realidad son cuatro. Después, para mi estupor y supongo que para el de mucha gente, dijo la mayor estupidez que he escuchado a un político, dijo que creía que esas armas no serían utilizadas para matar a nadie. En otras circunstancias, una sociedad madura y con un mínimo de respeto a si misma hubiese salido a la calle para pedir la dimisión de este energúmeno, pero la española es una sociedad que ya está domesticada y resignada a aguantar este tipo de cosas y a gente como esta. No es de extrañar que así sea, porque estos políticos son producto de ella. Algún periódico afín a este presidente tubo la osadía de afirmar, que el señor presidente era un valiente, por haberse sometido a esta conferencia; que iban a decir los sacerdotes del nuevo Dios, que donde tiene que compadecer un presidente es el parlamento, que para eso está.
Hemos llegado a un punto de tal sumisión que vemos a los líderes políticos o a las instituciones como dioses, responsables de todos nuestros problemas y beneficios. Por que un Dios puede hacer las cosas muy mal, pero nadie lo juzga; es Dios. Los dioses pueden castigar a los creyentes, pero es porque se lo tenían merecido, pueden mentir, pero no es una mentira, es una nueva verdad y todos la tiene que creer, y sobre todo hay que seguir a los sacerdotes, ya que son la palabra de Dios. Con esto último, creo que queda claro, que hemos sustituido unas creencias por otras, y de esta manera la sociedad y el ser humano nunca avanzará. De la misma manera deduzco que el ser humano no ha cambiado mucho desde que salió de las cavernas hasta ahora, prueba de ellos es que necesitamos en un Dios en el cual creer, solo cambian los nombres, ahora le llamamos dinero, poder o el beneficio a corto plazo.
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