Apenas han transcurrido unas horas desde que terminaron las movilizaciones convocadas para el 19 de junio, pero ya puedo decir con seguridad que han sido un éxito indiscutible. Miles de personas en la capital de España y otras miles en otras tantas ciudades que invadieron las calles de forma pacífica, así lo atestiguan. Son muchos miles de personas que han despertado de un largo letargo. Jóvenes y no tan jóvenes que han salido a la calle para manifestar su indignación frente a los poderosos y sus lacayos, los medios de comunicación, que han tratado en todo momento, como era de esperar, de engañarnos dando cifras falsas de participación y transgiversando los hechos; aunque a la vista de las imágenes no creo que engañen ya a nadie.
Esta mañana, por poner un ejemplo, la primera noticia del día, y que supuestamente es la más importante, no era la manifestación. Para Carlos Herrera, de Onda Cero, era que el granada F.C. haya subido a primera división. Como en la época del imperio romano, pan y circo para el populacho. Por lo visto, para este buen hombre como para otros periodistas que no se adaptan los tiempos de cambios, parece que viven en otro siglo. Por otro lado, Intereconomía, grupo de comunicación conservador, hace honor a su nombre. Parece que sus opinadores, pues de periodistas poco les queda, ven esta revolución como el retorno de los bolcheviques, o el arribo de Belcebú a tierra santa. Quien tuvo en ellos alguna vez la esperanza de ver un medio independiente o un contrapoder, pudo ver ayer como esas esperanzas se diluían cuando estos botarates se dedicaron durante toda la retransmisión a insultar de forma miserable a los que salieron a pedir una sociedad más justa. Me pregunto que harán cuando el PP tome el poder, a que se dedicarán entonces ¿volverán a las cavernas de donde salieron?. Tele Madrid por su parte también hizo de las suyas, poniendo imágenes violentas de Grecia, como si se tratasen de imágenes actuales de la manifestación en Madrid. ¿les parce imposible? Pues pinchen este enlace . Después de la inmensa picia la periodista María López hace amago de rectificar de esta manera tan patética. Después de lo que iba a ser una fe de erratas nos muestra unas fotografías donde vuelve a aludir a la supuesta violencia de los indignados, juzgad por vosotros mismos, quizás lleguéis a la misma conclusión que yo.
Sus voces, dada día más lejanas para mis oídos, comienzan a convertirse en un vestigio del pasado al que ya no puedo atribuir credibilidad ninguna; aunque muy a mi pesar tengo que darles la razón en una cosa.
Seguimos sin tener las cosas claras, los motivos de la protesta o la causa del problema. Aunque vamos por el buen camino, no se han consensuado propuestas ni objetivos; ni siquiera contra quien o qué van dirigidas las protestas.
Se habla de los políticos, de la ley electoral, de la falta de democracia, de reivindicaciones republicanas o del pacto del euro, pero no de soluciones reales ni del origen de todos estos problemas, cuando ya deberíamos saber todos que el problema, sin lugar a dudas, esta en el propio sistema monetario. Y creedme si os digo los que controlan esto no se amedrentan con unas manifestaciones, aunque sean cien veces más multitudinarias que las que se han realizado.
Quizás por falta de valentía o por no tener las cosas claras, estamos dirigiendo nuestra energía en diferentes direcciones, lo que hace que nuestra fuerza se diluya y no empuje con la suficiente fuerza como para mover este muro. Lo atribuyo también al ego inconsciente, que nos impide desapegarnos de nuestras ideologías preconcebidas, un miedo comprensible, pues pensamos erróneamente que deshacernos de ellas supone una perdida de nuestra identidad individual. Pero recordad esto, podemos tener un ariete muy pesado y saber como manejarlo, pero si no empujamos todos en la dirección adecuada y al unísono, será imposible derrumbar al sistema, es más, ni siquiera lo haremos temblar, solo conseguiremos que se rían de nosotros mientras nos miran desde arriba y nos tiran aceite hirviendo.
Llegados a este punto, donde ya conocemos nuestra fuerza, es el momento de utilizarla contra quien realmente son los causante de nuestros males y de nuestra infelicidad. Son acciones correctas evitar desahucios, no utilizar tarjetas de crédito y retirar nuestro dinero de los bancos, pero antes de todo esto, es más importante poner las bases para crear una economía basada en recursos que se distinga por la igualdad de oportunidades para todos y una distribución equitativa e inteligente de estos recursos, unos recursos que como muchos sabéis nos pertenecen por derecho y no son escasos, aunque así nos lo quieran hacer creer. Quienes le pone precio al Sol, al agua o al aire, son los mismos causantes de esta crisis artificial, los que juegan al monopoly con vidas y cosas cosas que no les pertenecen. Esos son los que hay que llevar ante la justicia y ser tratados como criminales. Pienso que no habría trabajo forzado lo bastante duro como para compensar todo el daño que nos han causado a lo largo de la historia. Con gesto altivo y encorbatados se sientes orgullosos de si mismos y muy lejos de recocer su mediocridad. Son los siervos fieles de un sistema corrupto basado en la pura avaricia. Ellos representan los ladrillos del muro que hay que derribar; pero repito, antes de empezar en serio el asedio, debemos preparar una alternativa a su sistema, sino pecaremos de falta de credibilidad, nos solo para ellos, sino para nosotros mismos.
Debemos organizarnos y contactar con científicos, expertos y sabios que nos ayuden a crear una sociedad diferente. Con el apoyo de la ciencia y la inteligencia debemos crear una alternativa viable en la que todos tengamos cabida. Esa alternativa, una vez confeccionada debe ser enmendada y sometida a una votación popular. Después de eso tendremos la legitimidad suficiente como para plantarle cara a este sistema y derrocarlo para siempre. Entonces podremos todos empujar en una dirección, y nuestra fuerza será imparable. Pero para conseguir esto debemos dejar atrás viejas ideologías, lo viejo ya no vale para nada más que para reconocer los errores y el sufrimiento al que nos condujeron, para que estos no se repitan jamás.
No quisiera meterme en temas místicos, pero no me queda más remedio que reconocer que hay algo de verdad en ciertas profecías. Todos los indicios apuntan a un gran cambio que no tarará en producirse. Quizás las profecías mayas se referían a lo que está pasando en este momento de nuestra historia. La confusión antes de cambio fue algo que esta descrito en estas profecías. Y si aciertan en esto, es posible que también lo hagan en el fin de los tiempos. Pero no os preocupéis, los mayas no veían el fin de los tiempos como un cataclismo donde se acaba todo, sino en un cambio de era, una nueva etapa desconocida para ellos. De todos modos, y dejando de lado estas profecías y otras, de nosotros va ha depender que nuestro futuro sea de prosperidad y de cambio de consciencia, o que se prolongue el sufrimiento hasta nuestra total auto-aniquilación.
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