Cuando a Neo le ofrecen la elegir entre
la ignorancia y el conocimiento, elige el conocimiento, pero Neo es
especial; es el elegido. De una manera diferente, esta decisión nos
la ponen todos los días a nuestro alcance, pero por comodidad
elegimos la ignorancia, pues la ignorancia es también
irresponsabilidad; y claro, no queremos líos.
Los ciudadanos de la Grecia clásica
consideraban idiotas a aquellos otros ciudadanos que se desentendían
de los problemas de la Polis, los que no aceptaban la responsabilidad
de afrontar los problemas comunes y solo se preocupaban de si mismos.
Hoy, la mayoría de los ciudadanos de este planeta son idiotas. Si,
idiotas, aunque ofenda, más que nada por dejar que otros hagan lo
que es el trabajo de todos, y claro, así nos va. Hemos dejado en
manos de políticos corruptos, que han vendido nuestro poder de
decisión a los que tienen el suficiente dinero para comprarlo, y las
consecuencias están siendo devastadoras. Pues contra más poder
adquieren, mayor es su facilidad para corromper y manipular nuestra
vida cotidiana.
Poco a poco el ser humano se ve
acorralado en un laberinto de leyes, que solo unos pocos han
consensuado para su propio beneficio. Ni tan siquiera emanan de los
políticos, sino de los intereses que están por encima de ellos.
Estos poderes económicos, basados en el puro lucro, son los dueños
de las decisiones y manejan los hilos a su antojo. Para ellos, el
bien común del pueblo, solo es una cuenta de resultados, facilidad
para contratar mano de obra esclava, o evitar con leyes que la gente,
ni siquiera tenga el derecho de protestar.
Seamos claros, cual puede ser la
sociedad ideal para las grandes corporaciones: una masa de gente
idiota con suficiente poder adquisitivo para comparar sus porquerías.
Alimentados de mala manera, para que no duren demasiado y sean un
problema mantenerlos en su vejez. Nos enferman para que seamos
clientes de sus farmacéuticas. Condicionan a nuestros hijos con una
educación prusiana, solo para que tengan los conocimientos
necesarios para ser útiles en sus puestos de trabajo mal pagados. Y
por supuesto, alimentan medios de entretenimiento y control mental
para que no les de por pensar demasiado; esto es exactamente lo que
tenemos hoy.
De vez en cuando, movimientos como el
15m e iniciativas como rodea el congreso, se hacen ver y hacen salir
a mucha policía a la calle. Esto es disidencia controlada a la que
no tienen ningún miedo.
Sabemos perfectamente como trabajan en
estos casos. Si el movimiento se hace fuerte se destruye desde
dentro. Es bueno que de vez en cuando la gente manifieste su ira, en
el libro de 1984, ya de definía esta estrategia como la hora del
odio.
Y, en Catanya toca independencia, más
de lo mismo. Ofrecen esperanza y cambio, pero tan solo es humo. Solo
alguna iniciativa, como la de la monja benedictina Forcadelles, tiene
alguna validez para mi. El proceso constituyente, sea en el estado
que sea, da la oportunidad al pueblo de volver a retomar el poder que
le ha sido arrebatado, o mejor dicho, que a confiado a gente
equivocada. Es una buena iniciativa, y por eso los medios de
comunicación hablan poco de ella, incluso los catalanes, bien
alimentados por los que persiguen otros fines menos nobles.
Que podemos responder ante una pregunta
tan banal y falta de contenido.
¿Quiere la independencia? Esto suscita
otras muchas preguntas:
¿Y que es eso en un mundo tan
dependiente?
¿Acaso estamos aislados?
¿Acaso ser un país independiente te
da la libertad?
¿Acaso la democracia la garantiza?
Si esta pregunta nos llega desde
políticos cuya eficiencia y sumisión a los poderes económicos está
tan demostrada ¿Que se puede esperar? Se trata de un cambio de
régimen tirano por otro, de crear un conflicto, simplemente para
garantizar que tendrán lo que más anhelan, que no es otra cosa que
el poder.
Si realmente quisieran algo bueno para
su gente, antes de hacer la pregunta, nos enseñarían el contrato
social vinculante. Porque hay que ser bastante estúpido para aceptar
algo sin haber una declaración de intenciones previa. Queremos una
constitución que establezca los derechos y deberes, que garantice la
independencia del poder judicial. Que imposibilite la influencia del
poder económico sobre el bien común. Que cree un sistema económico
basado en la realidad, y no en la especulación financiera, que nos
ha llevado hasta donde ahora estamos. Eso si es la independencia, lo
demás.. Bueno, ya sabemos que és porque lo estamos sufriendo.
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