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jueves, 2 de octubre de 2014

La encrucijada




Nos encontramos en una encrucijada vital en la forma en que queremos permanecer encima de este planeta. Ha llegado el tiempo en que tenemos que decidir entre seguir siendo miembros obreros de una colmena o ser seres libres. La decisión es simple pero trascendente, pues implica cambiar nuestro modo de vida, objetivos y creencias. Para ayudarte a decidir te explicaré donde estamos:
Donde estamos

Vivimos en una colmena humana donde, al contrario de una colmena de abejas, en donde la reina procura lo mejor para su comunidad y está a su servicio, nuestra reina solo procura su bien, aunque sea a costa del sufrimiento del resto de la colmena. Así ha sido desde que hay reinas en nuestra colmena; demasiado tiempo hace de eso ya. Ahora las cosas están cambiando y la reina tiene un gran problema. Se ha dado cuenta que no necesita tantos obreros y pretende reducir su número. A parte de este problema, algunos individuos le están plantando cara y comienzan a pensar por si mismos, algo que amenaza su reino de tiranía. Un reinado creado a base de mentiras que se ha mantenido gracias a estrategias de gobierno sibilinas y bien planificadas. Esta es tu realidad.

Donde hemos estado

Hemos vivido mucho tiempo en esta colmena y hemos comprobado que todos los sistemas representativos aplicados en ella han sido un fiasco para nosotros y han favorecido a la reina y su séquito. República o monarquía parlamentaria se acaban convirtiendo en totalitarismo por ser permeables a intereses ajenos al bienestar de la comunidad. Ciertos elementos son capaces de convertir cualquier sistema de gobierno en una dictadura mediante la corrupción, el chantaje, la extorsión y el poder que les da el dinero, inventado precisamente para este fin; al final la reina siempre acaba en el poder. Cualquier sistema que parta de la reina tiene un único fin, y es mantener tu condición. Un sistema que ha sido corrompido deja de servir al pueblo para servir a los intereses económicos y las ansias de poder de la reina y sus acólitos, subyugando al resto a una vida servil y miserable. Esto ha sido así desde la revolución francesa, y pude que mucho antes.

Las mentiras y la manipulación

Quizás porque no interese, el los colegios no se enseñe todo lo que sucedió en la etapa posterior a la revolución francesa, cosa que sirvió para enmascarar su gran fracaso. Si, se habla del ascenso de Napoleón al poder, pero no que con él cayeron las cabezas de gran parte de los ideólogos de la revolución y sus ideas. También llegó la educación al pueblo, pero era una educación clasista y destinada a la separación de clases; igual que en una colmena. Esta forma de educación no ha cambiado desde entonces. Tiranía, revolución, simulacro de democracia, guerra y nuevamente tiranía, estos son los pasos cíclicos y constantes que hemos tenido hasta ahora. En ninguno de estos pasos el individuo ha sido protagonista, siempre ha estado conducido por la reina y su pandilla de macabros pensadores, quienes los han hecho posible de forma intencionada. En la crisis en la que estamos inmersos ahora está sucediendo lo mismo, estamos en algo que se parece a una democracia pero que no lo és en absoluto. Esa etapa está llegando a si fin y la siguiente está a punto de llegar; la guerra. Si analizamos con detenimiento la información internacional, no la que no llega por los medios oficiales, sino la verdad de los hechos, nos daremos cuenta de que las piezas del juego ya se están colocando en el tablero. Como en toda guerra vivida hasta ahora, los muertos y el sufrimiento, siempre serán los mismos, es decir, nosotros los obreros. Podemos seguir en la ignorancia o pensar que la sangre no llegará al río a pesar de las evidencias. En tal caso no debéis seguir leyendo, la televisión es más divertida. Si por el contrario queréis evitar que se inicie un nuevo ciclo prestad atención.

Como he dicho, hemos sido adiestrados para cumplir una función en una colmena humana a las ordenes de oscuros intereses. Toda nuestra educación ha sido dirigida y planificada para este fin. Lo primero que debemos hacer pues, es desconfiar de todo lo que nos han enseñado, pues creer que todo lo que nos han mostrado es cierto nos aleja de la verdad y el conocimiento real. Todas las leyes, normas y dictados provenientes de los políticos son sospechosos de ir en nuestra contra, pues todos los políticos están influidos por los poderes económicos que los controlan y, por supuesto, la por reina. Por tanto, sabemos que no serán para nuestro beneficio, sino para el de ellos.

La solución

No nos han enseñado que dentro de cada uno está la posibilidad de ser los reyes de nuestra propia vida. Lo que representa nuestra libertad individual de ser únicos e independientes sin dejar de ser parte de un todo. Esta facultad es inherente a nuestra existencia y está presente en cada uno de nosotros sin excepción. Podemos decidir, en nuestro libre albedrío, sobre nuestra vida en función de nuestras aspiraciones, lo que nos confiere un poder mayor que el de cualquier reina o gobierno que quiera subyugarnos. Pero antes de liberar ese poder tenemos que ser conscientes de que lo tenemos, cosa que por todos los medios han intentado evitar, sobre todo con la enseñanza obligatoria y el entretenimiento de masas. Una vez seamos conscientes de este poder y lo apliquemos, no pretendamos hacer lo mismo que los que nos gobiernan, ese poder solo debe ser aplicado sobre uno mismo, para nuestro bien y para el bien de quienes nos rodean. Pero ojo, solo si aplicamos el poder sobre nosotros primero, podemos ayudar a los demás con él.

Si llega la guerra

Sepárate de cualquier organización política o movimiento social si no estás seguro de que todos sus miembros son conscientes y han aplicado el poder en si mismos, sino acabarás perteneciendo a una organización permeable o otros intereses que no sean el bien común. Jamás te alistes en un ejército o cuerpo de seguridad. Los seres conscientes no necesitan protección y mucho menos imponer nada por la fuerza. La desobediencia civil es un derecho que quedara anulado, al igual que el derecho a manifestarse si llega una guerra, pero mientras eso pase hay que utilizarlo. Si participamos de cualquier manera en la guerra colaborando con la reina en sus planes, y no importa que noble causa se persiga; ninguna merece la muerte de un solo ser humano. Si ves que la guerra se hace inevitable, cosa que parece, vende todas tus pertenencias y aléjate de las ciudades. Compra una tierra que pueda cubrir tus necesidades o funda una comunidad auto-sostenible en un pueblo con gente como tu. Procura tener acceso a agua potable y tierra para poder cultivar. Tener energía es posible mediante recursos naturales inagotables como el Sol, biomasa y el viento, intenta colaborar con personas que tengan conocimientos en esta materia y adquirir sistemas de energía. Si aun te sobra algo de dinero, compra oro u otros metales preciosos, pues el dinero no valdrá nada. Por desgracia queda mucha gente dispuesta a matar a otras obedeciendo como borregos las ordenes de los que pretenden su destrucción. Existen muchas probabilidades de que se utilicen bombas nucleares, en cuyo caso tú supervivencia será mucho más complicada. Intenta establecer tu comunidad lejos de cualquier instalación militar o ciudad importante, pues lo más probable es que sean objetivos. Existen miles de armas nucleares en el mundo, suficientes para provocar un invierno nuclear, por lo que sería un error no contar con esa posibilidad. Si adquieres un parcela, intenta construir tu vivienda parcialmente enterrada y acumular víveres y elementos para tu supervivencia.
Ten en cuenta, que cuando la guerra acabe quedaremos muy pocos, quizás insuficientes para plantar cara a las ratas que se habrán escondido en los refugios apretando los botones de la destrucción. Para entonces, mucho habrán muerto por su inconsciencia, y no fue tu culpa, pues al no actuar en su momento, ellos fueron los responsables. Podían haberse dado cuenta de su error, no le faltaron indicios, pero no quisieron escuchar ni ver. Prefirieron seguir los telediarios y las mentiras de los que le condujeron a la muerte, no te sientas culpable y procura sobrevivir al holocausto.

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