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miércoles, 8 de julio de 2009

La nueva ciencia de la ingeniería social.

Aunque no se imparte en las universidades ni en ningún centro de enseñanza reglado, la gran mayoría de los gobiernos del mundo hoy en día tienen expertos y asesores en esta materia, incluso son altos cargos o los mismos presidentes de los estados quienes son auténticos eruditos en esta materia. Para el aprendizaje y la aplicación no se requiere una inteligencia privilegiada, basta con ser un gran manipulador, mentiroso, y por supuesto, no tener principios, moral o escrúpulos.

Los seguidores de esta ingeniería la aplican globalmente en todas las decisiones y actuaciones, convirtiéndose en un método o en un modelo de gobierno característico que sigue unos patrones muy concretos. La ingeniería social abarca tanto las técnicas de manipulación de masas como los métodos necesarios para alcanzar los objetivos, ya sean colectivos o individuales. Estos objetivos son dos: Alcanzar el poder y permanecer en él  el mayor tiempo posible.

En función de la destreza para ocultar su aplicación y el uso de sus técnicas pueden distinguirse dos patrones de gobierno bien diferenciados: Se conocerán como gobiernos populistas o de repúblicas bananeras a aquellos que no sean capaces de ocultar su uso, en caso contrario, recibirá el nombre de conservadores, socialistass, comunistas ecologista progresistaa, etc... Esto es posible gracias a que esta ciencia bien aplicada, conlleva que un partido político o dirigente aparezca ante la sociedad con una imagen de diseñ, que sea capáz de atraer un buen numero de personas que se identifiquen con ella. En realidad, esta aparente ideología no será más que una fachada que ocultará las verdaderas intenciones y objetivos, buena prueba de ello es que el político o presidente que pone en practica la ingenieria social, suele caer en muchas contradicciones en lo que se refiere a su ideario político.

Para darnos cuenta que estamos ante practicantes de la ingeniería social solo tenemos que ser observadores y fijarnos en las actuaciones de los gobiernos o dirigentes que la ponen en práctica, ya que sigue unos patrones concretos. Ejemplos claros son los que toman decisiones planificadas o aplicadas a corto plazo, sin tener en cuenta las consecuencias en el futuro, los que hacen leyes o toman decisiones teniendo en cuenta los tiempos electorales, o los que aplican medidas y decisiones flexibles en función de determinadas circunstancias; tales como encuestas, comentarios periodísticos o la respuesta de la sociedad ante “globos sonda”. Esta forma de gobernar es común a todos los gobiernos cuyos miembros, partidos políticos o dirigentes practican la ingeniería social.

En cuanto a las personas que aplican las técnicas, hay tres grupos bien diferenciados:

1.-Los asesores: En su mayoría personas astutas e inteligentes que trabajan en la sombra.
2.-Los Asesorados: Títeres al servicio de otros.
3.-Los dirigentes: Tiene una capacidad innata para poner en marcha la ingeniería social.
4.-Los dirigentes asesorados: Altos cargos o presidentes de estado asesorados por expertos en ingeniería social que a su vez también son expertos en esta materia.

El grupo uno y dos son de una peligrosidad limitada y no nos vamos a ocupar de ellos de momento. Por contra los grupos tres y cuatro son más peligrosos debido a los puestos que ocupan en la sociedad.

Las personas englobadas en el grupo tres pueden llegar a ser letales para una democracia, ya que son los que con más facilidad acaban en el totalitarismo. Es por ello que hay que saber cuando estamos frente a uno de estos sujetos.
Suelen presentarse dando una imagen de salva-patrias, iluminados o líderes natos, y acaban convirtiéndose en lo que realmente son; unos déspotas y dictadores. Llegan como moderados, ya sea de izquierdas o de derechas, pero acaban siempre en un extremo. Saben mentir muy bien, no porque lo hayan aprendo o sean buenos actores, que de esto también hay una parte, sino porque se creen sus propias mentiras. Se aferran a su ideología como si se tratase de una religión. Por su carácter sectario tienen tendencia a demonizar a sus adversarios políticos. Para ello elaboran meditadas estrategias y maquinaciones e intentan por todos los medios a su alcance poner en contra de la opinión pública a sus opositores. No tiene reparo, si es necesario, en utilizar medios de comunicación a los que acaban controlando o recursos y poderes del estado, que que acaba al final, por desintegrar el propio estado y la democracia.
Su discurso suele ser una jerga cargada de palabras muy rebuscadas pero vacías de contenido real, un discurso lleno de emotividad, catastrofismo y teatralidad. En el ejercicio de sus funciones siempre se apropiaran de los logros ajenos y acusan a los demás de sus errores, siempre será otro el culpable cuando las cosas vayan mal. Como políticos son mediocres, irresponsables y demagogos, y su objetivo será, como he indicado antes, mantener su trasero sentado en el sillón de un parlamento, diputación o cualquier estamento de poder que ocupen. Por su carácter y objetivos, nunca atienden el interés general o a las necesidades reales de la sociedad, sino que siempre atenderán aquellas necesidades que le pueden aportar votos. Nunca miden las consecuencias de sus actos de gobierno, salvo, claro está, en la perspectiva de mantener su puesto.

En cuanto al grupo cuatro, tenemos que sumar todo los dicho sobre el grupo tres y añadirle el asesoramiento. Gracias a esto se consigue que la aplicación de las técnicas quede oculta y no se evidencien los verdaderos objetivos, que en este caso serán colectivos.
Distinguirlos de un buen político, en ocasiones pude ser un trabajo de detectives, pero siempre hay rasgos que evidencian que estamos ante un grupo de personas que practican la ingeniería social, También conocido como partido político. Uno de estos indicios es que sus líderes colocar las manos de una forma determinada al hablar en público. La forma de colocarlas difiere dependiendo del asesor, pero siempre está muy elaborada y resulta antinatural. Unir los pulgares formando un triángulo con el resto de los dedos que miran hacia abajo, o levantar una mano enseñando la palma al público cuando se hace una afirmación que se desea parezca importante, son algunas de las muchas técnicas utilizadas, estos gestos suelen ser comunes a todos los del grupo, ya que comparten asesores.
La otra evidencia la podemos encontrar también es sus discursos, al igual que los del grupo tres, estos están cargados siempre de emotividad, pero se añade una buena carga de ideología y la palabrería es más elaborada. Se diferencian también de los del grupo tres en que son más comedidos en su teatralidad y dramatismo, recursos utilizados de forma mas inteligente. En sus discursos o mítines se suelen acompañar siempre de palmeros incondicionales, que perfectamente guiados aplauden en los momentos oportunos. Estos palmeros siempre ponen más énfasis y entusiasmo cuando les avisa el pilotito rojo de la cámara de televisión, indicándoles que están en directo o siendo grabados.
En cuanto un grupo consigue llevar a su líder al poder, lo primero que hace el líder es rodearse de un gabinete cuyos miembros jamás destaque más que el líder. Si hubiese alguno, éste debería pasar desapercibido y poner su inteligencia al servicio del líder, pero siempre en los subterráneos del estado. El resto deben ser como seguidores de una secta, todo lo que haga el líder estará bien. Estos también estarán asesorados con las mismas técnicas que al líder para dar así una imagen de conjunto.
Los ministros de un gobierno de este tipo deben ser siempre personas prescindibles, destinadas a asumir los posibles errores del líder, incluso sacrificándose políticamente si fuese necesario. En algunos casos serán la cara amable, en otra los tontos culpables, en otras los ejecutores, pero siempre serán los actores que harán todos los papeles que podrían poner en evidencia al líder.

Son muchos los recursos que los asesores de un gobierno tiene para poner a disposición de los intereses del grupo, algunos muy sofisticas. La cortina de humo, las promesa falsa, en definitiva, mil y una forma de manipular y engañar. Una de estas técnicas consiste en el desvío de la atención de la gente. Para ello se utilizan los medios de comunicación, poniendo a debate público temas intrascendentes pero de profundo calado social. Gracias a esto es posible que la gente le de más importancia al tema cebo, que a problemas más reales, como podrían ser el paro, el déficit público o una gestión pésima. Para estas cosas están los asesores y maquinadores.

En cuanto al perfil personal de los líderes pertenecientes al grupo cuatro cabe destacar que sulen ser personas, que antes de convertirse en líderes políticos, no tuvieron una trayectoria profesional exitosa o incluso no ejercieron profesión alguna. Por lo general realizaron alguna carrera universitarias durante las cual fueron representantes estudiantiles afiliados o simpatizantes de algún partido político. Después pasaron directamente a trabajar para el partido. Con el tiempo y poco a poco fueron escalando puestos a base de lamer las posaderas de sus predecesores y aplicando lo que iban aprendiendo de ellos. Seguramente, si no se hubiesen dedicado a la política, hubiesen sido unos mediocres en su profesión, porque lo único que destaca en ellos es su poder de manipulación. Todos ellos tiene una personalidad narcisista y cautivadora. Algo que les permite poder de convicción y carisma, cualidades necesarias para alcanzar el poder. Si después de terminar su carrera política consiguen puestos relevantes en bancos o consejos de administración, es en pago a los favores hechos mientras estaban en el poder, ya que buena parte de su mandato la destinan a labrarse na buena jubilación.

La implantación de la ingeniería social en todo el mundo es un hecho y ya no hay país en el mundo donde no se utilice y se practique. Esto es algo que ha perjudicado tanto la salud de la democracia, que se puede decir que está clínicamente muerta o en coma profundo. Luchar contra esta lacra es ya muy difícil, porque los principales difusores de la enfermedad somos todos. Cuando depositamos nuestro voto en una urna, no nos paramos a pensar en que medida está influida nuestra decisión por las técnicas de la ingeniería social en contra de nuestro sentido común.
No hay ideologías que sean una verdad absolutas, como no hay personas galantes de esa verdad, por tanto, no hay que votar por la ideología, es todo mentira, hay que votar con sentido común, descartando a todo aquel que diga que representa la verdad; en todo caso, sera su verdad, la que él se cree. Cuando entreguemos nuestro voto, hagámoslo a personas cuya trayectoria profesional sea brillante, que conozca y tenga relación con el puesto que vayan a ocupar, no por pertenecer a un partido político. Investigue, no se quede en la superficie, no se deje engatusar, no vaya a mítines. Si después de eso no hay ningún candidato que le convenza vote en blanco. Solo así la democracia podrá tomar su papel y servir para el bien común y no los intereses privados de unos pocos.

Nota: Si algún político o cargo público se ha sentido aludido por la lectura de este texto, lo mejor que puede hacer es dimitir.

lunes, 18 de mayo de 2009

Desmitificando un mito

Cuando alguien se decide a comprar un ordenador y no esta versado en este tipo de cacharros, suele ir a un gran almacén o una tienda especializada, guiado por un amigo o alguna atractiva oferta. La estadística nos dice que lo más probable es que opte por a la compra de un ordenador PC, ya sea portátil o de sobremesa. Esto es lo más habitual, dado que este tipo de ordenadores es el mas extendido y, por tanto el más popular y compatible. Las ofertas en este tipo de ordenadores de sobremesa son variadas y adaptables a todas las necesidades. Por ello, el comprador tendrá, seguro, una extensa oferta de modelos, marcar y prestaciones. Guiado por un amigo o un buen vendedor, encontrará seguro una maquina que se adapte a su bolsillo. Podrá elegir entre ordenadores PC de sobremesa o portátiles con más o menos potencia gráfica, mejor o peor calidad de sonido, mas o menos memoria etc... Hasta aquí, todo normal.
Pero cuando llegue con su flamante juguete nuevo a casa y lo enchufe, y se encontrará con algo que no ha elegido y de lo que apenas le habrán dicho nada; el sistema operativo. Para entendernos, el sistema operativo es el intermediario entre el ordenador y usted. Técnicamente es un conjunto de programas que le permite a usted intermediar con el ordenador y sin el cual el ordenador no funciona. Si su elección ha sido un ordenador de marca, ya sea de sobre mesa o portátil , casi con total seguridad, tendrá Microsoft Windows instalado en cualquiera de sus diferentes versiones, y si no es de marca, lo más probables es que también sea así. Si usted no ha estudiado informática, o no es un experto en ordenadores, posiblemente pensará que esta es la única opción para que su ordenador, y no se planteará alternativas o se preguntará porque le han puesto en su ordenador algo que no ha elegido, y por lo que habrá pagado un precio extra sin saberlo.
Vamos a analizar por que sucede esto y las consecuencias.

Microsoft es una empresa de software multinacional presente y conocida en todo el mundo. Y su software está instalado en la mayor parte de los ordenadores de todo mundo. Cuando usted a adquirido el software de Microsoft, usted sin quererlo, ha contribuido a expandir su imperio. No importa si ha adquirido el software de forma legal o de forma ilícita, ya que el efecto es el mismo. Gracias a la enorme difusión del producto estrella de Micrososft, el sistema operativo Windows, esta empresa tiene, por así decirlo y hablando para que nos entendamos todos, cogidos por los huevos a toda la industria de la informática, desde los creadores de software a los fabricantes de ordenadores. Pero no se sienta culpable, usted se ha sido una víctima más de este monopolio que se ha fraguado en pocos años a base de maniobras comerciales tan poco éticas como la de regalar el sistema operativo a gobiernos de países emergentes, no con la intención altruista de que estos tengan ordenadores baratos, sino de subyugarles de por vida. Maniobras comerciales como la utilización de contratos de exclusividad con fabricantes de ordenadores para que sus equipos solo puedan ir equipados con su sistema operativo, han hecho que usted llegue a Windows y que el vendedor dote a su ordenador de este sistema.
Como usuarios de ordenadores, tendríamos que pensar en las consecuencias de las decisiones que adoptamos al no rebelarnos contra este monopolio, ya que lo que se puede derivar de un único sistema operativo pueden ser nefasto para todos. Para empezar, y continuando con nuestro ejemplo de comprador tipo, este buen hombre, que posiblemente habrá comprado el ordenador para sus hijos, se encontrará al poco tiempo de comprar su ordenador con un inquietante mensaje en la pantalla “Su antivirus ha caducado, Necesita urgentemente instalar uno o registrar su copia para evitar daños en su ordenador”, pagando, por supuesto. Esta es una de las primeras consecuencias de un monopolio.
Al ser todos los sistemas operativos iguales y funcionar de la misma manera, su vulnerabilidad se hace manifiesta. Imaginen que pasaría si toda la raza humana estuviese dotada de las mismas defensas inmunológicas. La aparición de un virus nuevo se propagaría de forma fulminante por toda la humanidad, y si además este virus fuese mortal, bueno, para que hablar. Lo mismo sucede con el sistema operativo de su ordenador, es muy fácil expandir un virus por la red, sabiendo que una gran parte de los ordenadores conectados a ella tienen el mismo sistema operativo y van ha reaccionar igual.

La alternativa.

Sepa que como consumidor, usted no está obligado a comprar algo que no quiere, usted puede elegir comprar su ordenador sin sistema operativo o el que usted elija. Hay muchas alternativas, y sin duda mejores que la de utilizar Windows como sistema operativo.
Mac, Linux, Solaris son solo algunos ejemplos de alternativas al sistema windows. Personalmente, no como experto en informática, sino como modesto usuario experimentado, recomiendo Linux. Son muchas las ventajas que este software tiene frente al magnate de la informática, pero hay una de la que se va a sorprender muchísimo; es gratis. Aunque pueda parecer mentira en una sociedad donde todo se mueve por el lucro, hay un sistema operativo cuyo coste es 0. Y no solo eso, lo puede utilizar, copiar, modificar y hasta regalar, siempre que se cumplan unas normas, fundamentalmente que no se lucre con ello.
Pero la principal característica de este software, frente a otros, es que su código es abierto, usted puede, si lo desea, ver como esta hecho, saber lo que hace en todo momento. Aunque claro está, para ello tendría que adentrarse en programación. Pero si no quiere complicarse la vida, no importa, porque millones de personas en el mundo lo hacen por usted, en muchos casos de forma altruista y completamente desinteresada, en la mayor parte de los casos con el único objetivo de superarse a si mismos y ser útiles a los demás.

Ahora que sabemos que hay alternativas vamos a rebatir los argumentos de los detractores de Linux. Estos detractores hablan de la dificultad de uso e instalación de Linux. Sin duda lo hacen de forma interesada o preferencia personal, o simplemente será porque no conocen las últimas versiones de Ubuntu, Suse o Mandrake, algunas de las distribuciones de Linux más populares. La facilidad de instalación, intuitiva y rápida de estas distribuciones, no tiene nada que envidiar a Windows. Por otra parte quien dice que Linux es complicado es que no saben de lo que habla. Lo cierto es que puede ser tan difícil como interesado este usted en adentrarse en el sistema. La informática no es una disciplina fácil, se necesitan años de estudio y una toda una carrera universitaria para llamarse experto. Manejar un sistema operativo visual , ya sea Windows, Mac o Linux, no precisa de esos conocimientos, gracias a esto los ordenadores están al alcance de casi cualquier persona.Es tan fácil manejar Windows como Linux a nivel de usuario, claro está. Otra cosa es que desee usted saber como funciona internamente cada parte de ese sistema operativo, algo que es difícil en Linux y casi imposible en Windows, al tratarse de un sistema cerrado, al contrario que Linux, cuyas fuentes, es decir, el código con el que son escritos los programas, es de obligado dominio público.

Otro de los mitos es que el Linux no se puede jugar, Otra mentira infundada de forma interesada, ya que no solo hay juegos para linux, sino que suelen ser más baratos al no tener que pagar derechos a la multinacional. Pongamos un ejemplo de un programa que conozco: El simulador de vuelo X-plane, por ejemplo, no solo supera en realismo al simulador XFS de Microsoft, sino que ocupa menos recursos y presenta una estabilidad de funcionamiento que supera ampliamente los cuelgues del simulador de Microsoft. Otro ejemplo de juegos como, Quake, nos dará toda la emoción de un juego de acción en primera persona, con unos gráficos impresionantes y una acción de vértigo, y todo ello en red y conectándonos a servidores gratuitos con otros jugadores. Si no hay mas juegos para Linux es porque muchas de las empresas de software que hacen juegos están a merced de los monopolios de las consolas o de sistemas operativos totalitarios que someten a estas empresas a la la dictadura de contratos de exclusividad, y por supuesto, por la poca difusión del sistema operativo.

Hablando de ventajas y desventajas, de un sistema frente al otro, no podemos obviar de ninguna manera, que cuando adquirimos Windows, solo adquirimos un sistema operativo con algunas herramientas y utilidades. Ni siquiera, como sería lógico, lo adquirimos con un antivirus, imprescindible si no queremos que el sistema deje de funcionar en unos cuantos días de navegación por la red, todo lo demás lo tenemos que pagar por separado. Por el contrario, cuando instalamos Linux en nuestro ordenador, y más si se trata de una distribución comercial, nos viene con toda una batería de aplicaciones listas para trabajar. Un ejemplo, si es usted escritor o aficionado escritor, cuando adquiera windows, deberá, si no sabe que hay alternativas, instalar el paquete OFFICE, algo que le puede costar un pico. Por el contrario, cualquier distribución de Linux, le vendrá con un paquete ofimático básico, de iguales prestaciones al de Microsoft, capaz no solo de hacer crear documentos propios, sino de crear y leer documentos del paquete de procesador de textos de Microsoft. Pero esto es tan solo un ejemplo, ya que en el mundo del software abierto hay miles de programas que se puedes descarar de la red y utilizar de forma gratuita, programas, que ya están funcionando también el Windows y que pertenecen al mundo del software libre.

Desde luego no son todo ventajas, quizás Linux no sea tan bonito, puede que algunas aplicaciones sean austeras en vistosidad, o que le resulte extraño el sistema de ficheros y le cuesta algo acostumbrarse, pero acaso no le costó aprender a manejar Windows.

Usted decide

viernes, 30 de enero de 2009

La crisis 2ª parte

La crisis que se está produciendo hoy en todo el mundo no es solo económica, esta es mas bien una crisis consecuencia de la perdida de valores y objetivos. La ausencia de estos está provocado la aparición de ideologías y nuevos credos que nos están trayendo unas consecuencias nefastas. El relativismo, por ejemplo, que trae como consecuencia las contradicciones que se dan en la política mundial y más concretamente en los dirigentes políticos o hombres poderosos.
Hoy es posible encontrar políticos que son capaces de afirmar que defienden el derecho a matar y a proteger la vida al mismo tiempo, que dicen defender los derechos de un pueblo y vender armas a sus enemigos, que dicen que todo el mundo debe recibir conocimientos pero que son ellos quienes deciden que conocimientos son buenos y cuales no. Todo depende y es relativo a los intereses que correspondan al momento. Así púes, la ética deja de ser absoluta y los valores relativos, todo depende del interés y las circunstancias del momento, pero sobre todo del beneficio inmediato.

Uno de los ejemplos mas claros de relativismo lo vi en el programa de televisión “Tengo una pregunta para usted”, donde el presidente del reino de España José Luis Rodríguez Zapatero compadeció para ser interrogado por el público. Entre otras preguntas que no contestó de forma clara, si es que contestó alguna así, hubo una muy comprometedora pero de muy simple respuesta. Esa pregunta era: ¿Cree usted que un feto es un ser humano? Una persona con un mínimo de conocimiento científico, ética o sentido común no negaría nunca que, desde el momento en que se produce el intercambio genético se inicia una nueva vida. Quien niega esto es por conveniencia, beneficio, o quizás para paliar su culpa, pero a todas luces estará mintiendo. Pese a lo simple y clara que era esta pregunta, el presidente no contestó; ello a pesar de ser recriminado e invitado ha hacerlo por dos veces. En vez de dar una respuesta coherente, las dos veces intentó salirse por la tangente aludiendo precisamente al derecho de la mujer a decidir, como si eso tuviese algo que ver con la pregunta. Haber contestado que si, y luego haber defendido el derecho de la madre a serlo o no, hubiese sido honesto y coherente. Ahora invito a que deduzcan porque no contestó, cual fue su motivación; desconocimiento, no dar a conocer como piensa realmente o perder el voto feminista fundamentalista.
Pero dejando a un lado el hecho de no contestar a la pregunta directamente, que es una actitud muy común en la clase política, la gran contradicción se produjo después del programa, cuando llegó la hora de la fotografía de rigor. El señor presidente se fotografió con una con niña con síndrome de Dowm, ambos presidían la parte central de la fotografía. Esta misma niña, anteriormente en el programa, instó al presidente a que le proporcionase un puesto de trabajo adaptado a sus circunstancias, algo que debía cumplirse por ley y que desgraciadamente no se cumple. Zapatero le prometió el oro y el moro; que iba a hacer, tenía una cámara delante. La paradoja es que con la ley de plazos que pretende sacar el señor Zapatero en el parlamento y que amplia la actual ley del aborto dando derecho, de facto, a la madre a matar a su hijo no nato, personas como esa niña con síndrome de Dowm, o cualquier otra anomalía genética, ya no solo no podrán ser tratadas como las demás personas, ni tener los mismos derechos, ni trabajar en un puesto adaptado a sus necesidades, porque morirán antes de salir del vientre de su madre. Saquen ustedes las conclusiones que quieran, pero esto me parece a mi, no solo una contradicción, sino un acto hipócrita.
Esta solo es una muestra de lo que significa relativismo. Una de tantas que se dieron solamente en este programa de televisión y con una sola persona, porque hubo muchas más. Quizás una de las mas clamorosas fue cuando al presidente se le pregunto sobre las armas que se vendían al estado de Israel. Como era habitual en él mintió, ya que dijo que se le habían vendido armas por valor de un millón y medio de euros, cuando en realidad son cuatro. Después, para mi estupor y supongo que para el de mucha gente, dijo la mayor estupidez que he escuchado a un político, dijo que creía que esas armas no serían utilizadas para matar a nadie. En otras circunstancias, una sociedad madura y con un mínimo de respeto a si misma hubiese salido a la calle para pedir la dimisión de este energúmeno, pero la española es una sociedad que ya está domesticada y resignada a aguantar este tipo de cosas y a gente como esta. No es de extrañar que así sea, porque estos políticos son producto de ella. Algún periódico afín a este presidente tubo la osadía de afirmar, que el señor presidente era un valiente, por haberse sometido a esta conferencia; que iban a decir los sacerdotes del nuevo Dios, que donde tiene que compadecer un presidente es el parlamento, que para eso está.
Hemos llegado a un punto de tal sumisión que vemos a los líderes políticos o a las instituciones como dioses, responsables de todos nuestros problemas y beneficios. Por que un Dios puede hacer las cosas muy mal, pero nadie lo juzga; es Dios. Los dioses pueden castigar a los creyentes, pero es porque se lo tenían merecido, pueden mentir, pero no es una mentira, es una nueva verdad y todos la tiene que creer, y sobre todo hay que seguir a los sacerdotes, ya que son la palabra de Dios. Con esto último, creo que queda claro, que hemos sustituido unas creencias por otras, y de esta manera la sociedad y el ser humano nunca avanzará. De la misma manera deduzco que el ser humano no ha cambiado mucho desde que salió de las cavernas hasta ahora, prueba de ellos es que necesitamos en un Dios en el cual creer, solo cambian los nombres, ahora le llamamos dinero, poder o el beneficio a corto plazo.