Aunque ya hace tiempo que se promulgó,
entra ahora en vigencia la ley que prohíbe las corridas de toros
en Catalunya. Personalmente, no estoy a favor de este espectáculo,
pero tampoco a que se prohíba.
Lo paradójico de esta prohibición es
que, si se aplicase en todas partes, es decir, se acabase con la
cultura del toreo, se acabaría con el derecho a la vida del toro
bravo, pues el toro bravo, nace y crece para y muere para el toreo;
sin él no tendría razón de existir. A partir de ese momento, donde
se prohibiesen todas las corridas de toros, solo podríamos verlo en
algún zoológico, como muchos otros animales a los que hemos privado
del derecho de vivir en libertad. De paso, y puestos a prohibir,
probaríamos del derecho atrabajar, como se ha hecho en Catalunya, a
las miles de personas que viven de esto, por no hablar de toda una
cultura y arte derivada de este mundo del toreo. Son consecuencias
directas de prohibir sin pensar en las consecuencias.
Los principales instigadores de la
prohibición, según dicen y que todos sabemos que no es así, son
los defensores de los derechos de los animales. Según ellos, el toro
sufre públicamente, y eso es una aberración. Pero estos mismos
defensores de los derechos de los animales, callan clamorosamente
cuando se sientan delante de un buen filete. Quizás es que no son
conscientes del maltrato animal que sufren las reses de las que
procede el filete que se están comiendo. Unos animales, que desde
el minuto uno de su vida hasta el final de la misma, han sufrido
maltrato. Después de una vida encajonada, privados de la luz del sol
y comiendo los restos de de sus compañeras de establo ya fallecidas,
prácticamente son despellejadas y destripadas vivas. Claro que esto
no se hace a la luz del día y con público. Quizás si se le diese
la oportunidad a estas reses de matar al carnicero, también esto
sería una aberración y se prohibiría tal maltrato.
Aviso Imágenes no aptas para gente sensible
Y ahora comparen
Por contra al ganado vacuno, el toro
bravo tiene una de las mejores vidas que se puede otorgar a un animal
criado por el hombre. Vive en libertad absoluta hasta el momento de
entrar en la plaza, rodeado de hembras y en extensiones de terreno
que podría envidiar cualquier persona de ciudad. Alimentado con los
mejores pastos y mimado como un rey, para acabar su vida con una
muerte que muchos desearía; una lucha en que tiene la posibilidad de
acabar con su agresor, incluso de ser indultado y vivir hasta su muerte como un semental. Y quien diga que esta lucha es desigual y que
el toro siempre tiene las de perder, que se meta en una plaza armado
con una trapo y una espada, a ver si es verdad.
Pero dejemos de darle vueltas y
argumentar algo que le sobran argumentos, para definir de donde parte
esta prohibición, con que motivo y sus consecuencias. Esto no es una
prohibición para evitar el maltrato animal, sino una reafirmación
de carácter nacionalista catalán para desvincularse de todos los
símbolos que representen la identidad española. Una prohibición
que acaba de un plumazo con muchos puestos de trabajo, directos e
indirectos, y que costará varias decenas de millones de euros en
indemnizaciones que irán a cargo de la maltrecha economía
catalana. Una economía que ha visto como el anterior gobierno,
precursor de esta y de otras tantas prohibiciones, ha dejado en banca
rota.
Quizás los amimalistas, ahora que se
tiene que rascar los bolsillos para pagar más impuestos y ven como
la sanidad pública es recortada, se volverán realmente vegetarianos
y se la mentarán de firmar cosas sin pensar en las consecuencias
que tal firma pude representar para sus bolsillos. Porque señores,
el nacionalismo, a parte de ser una profunda estupidez en un mundo
cada vez más globalizado, sale muy caro. Tanto que si el gobierno
catalán de Artur Más dejase de otorgar subvenciones para doblar
películas al catalán, cerrar las embajadas, dar sueldos vitalicios
a los ex-presidentes o gastarse millones de euros en promover el
catalán por el mundo, quizás ahora no tendría que quitarle la paga
extra a los funcionarios, o cobrar por la visita del médico, o
retirar las subvenciones a los geriátricos, entre otras lindezas.
Yo hubiese incluido en en la petición
de firmas que se hizo para abolir las corridas de toros en Catalunya,
una clausula en la que el firmante se comprometía a pagar todos los
gastos que eso conlleva, de esta manera estoy seguro que muchos
hubiesen pedido al que pedía firmas que se la metiesen por ya saben
que sitio. Como esta clausula no está, pues bueno, ahora le toca
pagar a todos los demás; es una muestra más de como funciona esto
que llaman democracia y lo caro que sale en nacionalismo.
lo lógico sería que esta fiesta como la llaman, como otras antiguas tradiciones aberrantes, vayan desapareciendo con la evolución del ser human. Con prohibiciones, que lo que fomentan son odios y lucha, el enfrentamiento de unos contra los otros para beneficio de los de siempre, que se aprovechan de este y otros asuntos, para sacar tajada política y pastorear a un rebaño enfrentado, que de otra forma, si estuviesen unidos, verían su mezquindad.
lo lógico sería que esta fiesta como la llaman, como otras antiguas tradiciones aberrantes, vayan desapareciendo con la evolución del ser human. Con prohibiciones, que lo que fomentan son odios y lucha, el enfrentamiento de unos contra los otros para beneficio de los de siempre, que se aprovechan de este y otros asuntos, para sacar tajada política y pastorear a un rebaño enfrentado, que de otra forma, si estuviesen unidos, verían su mezquindad.
Totalmente de acuerdo! Ojala las corridas de toros fuesen la unica injusticia y maltrato que pueda sufrir un animal, como bien dices una vaca cualquiera sufre desde que nace hasta que muere sacrificada para que podamos beber leche y comer su carne. Posiblemente millones de ellas mueran a diario sin embargo a alguna gente le escandaliza ver como un toro muere en una plaza, de haber nacido animal preferiria mucho mas la vida de un toro bravo a la de una vaca o un cerdo. La gente que esta en contra de las corridas no quiere reconocer esto que el ser humano mata para poder vivir lo ha hecho desde el principio de los tiempos y la fiesta de los toros en esencia es una celebracion de esto de la vida y la muerte.
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