Antes de nada quiero decir que mi
intención al escribir sobre el budismo, no es la de hacer adeptos.
Simplemente pretendo dar luz a algunas de las cuestiones y errores,
que fruto del desconocimiento, se dan sobre esta filosofía.
El budismo es un concepto complejo que
para ser entendido es necesario saber primero lo que no es. Empezaré diciendo que algunos aspectos del budismo lo alejan claramente de lo que
conocemos como religión. La religión precisa del dogma y se basa
en una serie de creencias que tiene como base la historia o una
tradición cultural, que aunque no probada, se manifiesta ante los
fieles como cierta e indiscutible. Los acontecimientos divinos son
inescrutables y se debe creer en ellos mediante la fe. Lo mismo sucede con el concepto de Dios; el eje central sobre el que
gira la religión. El concepto de Dios, un ser omnipotente que
está por encima del bien y del mal, es algo realmente atractivo para
el ser humano porque le exime en gran medida de la responsabilidad
sus acciones. Será lo que Dios quiera o obedezco de forma
irreflexiva porque así lo manda la ley de dios. Es muy fácil
achacar responsabilidades a Dios. La existencia de este ser
celestial para un devoto es un hecho también incuestionable. Nuevamente el
dogma y la fe son los pilares sobre los que se asientan los conceptos religiosos.
El budismo,por el contrario, lejos de imponer la fe, incita al practicante al escepticismo y a la reflexión sobre las bases en las que se apoya. Una frase muy típica para explicar esto es “Si has
caído al mar y te estas ahogando ¿Que es más práctico? ¿pedir
ayuda a Dios o aprender a nadar? El budismo es experimentación para
alcanzar por si mismo el conocimiento; se trata de un método
científico, y este método es la reflexión sobre aspectos
trascendentes del ser humano con el fin último de alcanzar lo que se
llama el Nirvana o estado de iluminación.
El budismo no se plantea la existencia
de Dios, no busca la responsabilidad ni respuestas en la fe o en
Dios, sino en uno mismo. El budismo, sea cual sea su tradición o su
práctica contempla todo lo que sucede dentro de una ley natural de
causa efecto, y esto no necesita ser dicho por Buda o ningún profeta para ser
observado. A este concepto es lo que los budistas llaman la ley del
Karma.
Al igual que el cristianismo u otras
religiones, el budismo tiene diferentes corrientes y ramificaciones,
que con la misma base, se diferencian por su interpretación del los
textos o métodos. Al igual que Jesús o Mahoma, Buda tuvo muchos
seguidores y interpretes de sus palabras. En el Budismo son innumerables los
comentarios de los textos de Buda, muchos de ellos hechos por sus
seguidores o personas que han vivido su experiencia gracias a sus
enseñanzas, y que luego, con sus palabras, han propuesto nuevos
métodos de meditación o práctica, muchas veces enrriqueciendolos
con sus comentarios, y a veces embarrándolos; el igual que sucede en toda organización humana. Esto ha hecho que el
budismo se diversifique en tendencias que van desde la esencia más
minimalista, despojada de todo adorno, del budismo ZEN, hasta el colorido budismo
tibetano, plagado de simbolismos y rituales procedentes de su herencia hinduista.
En realidad, detrás de todas esta diversidad, el budismo se basa en
una práctica continuada de la MEDITACIÓN y unos principios muy
básicos y lógicos. Uno de los mas destacados, es la ley de la que
he hablado antes, la ley de CAUSA EFECTO, o Karma. Esto no es otra
cosa que todo acto tiene una consecuencia, y que todo lo que nace
está sujeto a esta ley natural. El Karma sería es un concepto muy
fácil de comprender, si solo un objeto o persona estuviese ligado a
él. Pero dado que todo lo que nace está sujeto a esta ley , y lo
que nace está interactuando con el resto, podremos entender que no
es fácil de ver los efectos de su acción sobre nosotros de forma clara. El Karma
sustituye a la suerte, nada ocurre por casualidad, siempre hay algo
detrás que lo provoca. Esto aleja al budismo completamente del
castigo divino o de la responsabilidad de los dioses de nuestros
actos y las consecuencias que estos entrañan. Todo lo que sucede y que nos pasa , son una consecuencia directa de nuestras
acciones.
Otra base del budismo son las que
Buda define como las cuatro nobles verdades. Muy resumidas son: Todo
el mundo sufre como consecuencia de su existencia. La segunda es que
todo el que sufre desea dejar de sufrir. La tercera, que existe la
posibilidad se salir del sufrimiento. Y por último, que hay un
camino para conseguirlo. Estas verdades son llamas nobles por que son
comprobables y ciertas, no por ser un devoto y ferviente budista,
sino por que es lo que sucede en realidad y se llega a esta
conclusión mediante la observación y la experiencia personal.
Quizás, lo más difícil de asimilar
para una persona que toma contacto con el budismo, sea la
reencarnación. Se puede pensar, en un inicio, que el budismo es una religión, pues aparentemente no se puede asimilar la reencarnación si no es
mediante la fe. Pero como todo en el budismo, no es una
imposición creer o no, se trata de meditar para llegar a ciertas
conclusiones. A primera vista se puede pensar que el concepto de
reencarnación naciese como explicación a sucesos injustos, como
sucede con el concepto de Dios. Pero la la reencarnación junto al
karma resulta una explicación más razonable del porqué uno de dos
hijos, nacidos en una misma familia, educados de igual forma y con
las mismas posibilidades, se convierte en un criminal, mientras el
otro tiene una vida virtuosa. ¿Es posible que sus actos en otras
vidas le hayan conducido a su destino? Son muy conocidas y
sorprendentes las investigaciones sobre la hipnosis regresivas o
recuerdos espontáneos de vidas pasadas; niños que recuerdan vidas
que luego se han verificado ciertas. Pero repito, no se debe creer en
ello. Para saber si la reencarnación es algo real o no, es necesaria
la experiencia. El Dalai Lama afirma que la reencarnación solo puede
ser comprobada con la experiencia, mediante una meditación
continuada y profunda.
De todo lo leído y experimentado en
propia carne, tengo que decir que el budismo, como toda organización
humana está jerarquizada, y al igual que cualquier organización ,
no siempre son los mejores los que muestran el camino espiritual.
Como cualquier ser humano, un Lama, cura o Imán, no es un ser
perfecto, aunque si lo puedan ser sus enseñanzas. El budismo
reconoce como bueno cualquier camino que lleve a la iluminación, no
está enfrentado con ninguna creencia ni religión, algo que como
sucedió en el pasado y sucede todavía en nuestros días con las
religiones, ha provocado guerras y mucho dolor.
Empecé diciendo que no quería crear
adeptos, y así lo he hecho, pero si me gustaría se acercasen a
conocer esta manera de entender el mundo, como lo haría con un libro
de filosofía. No es necesario hacerse budista o tomar votos para
practicar la meditación y recibir los beneficios que esta produce
sobre la mente, beneficios que están científicamente demostrados.
Tampoco hace falta un maestro ni un gran esfuerzo, aunque si es recomendable. Es un sencillo
ejercicio mental, que como muchas cosas, sus resultados dependerán
del interés y la motivación con la que se hagan. Uno puede ser un
aficionado o un atleta , es cuestión de saber hasta donde quieres
llegar.
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