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miércoles, 27 de junio de 2012

Budismo o religión


Antes de nada quiero decir que mi intención al escribir sobre el budismo, no es la de hacer adeptos. Simplemente pretendo dar luz a algunas de las cuestiones y errores, que fruto del desconocimiento, se dan sobre esta filosofía.

El budismo es un concepto complejo que para ser entendido es necesario saber primero lo que no es. Empezaré diciendo que algunos aspectos del budismo  lo alejan claramente de lo que conocemos como religión. La religión precisa del dogma y se basa en una serie de creencias que tiene como base la historia o una tradición cultural, que aunque no probada, se manifiesta ante los fieles como cierta e indiscutible. Los acontecimientos divinos son inescrutables y se debe creer en ellos mediante la fe. Lo  mismo sucede con el concepto de Dios; el eje central sobre el que gira la religión. El  concepto de Dios, un ser omnipotente que está por encima del bien y del mal, es algo realmente atractivo para el ser humano porque le exime en gran medida de la responsabilidad sus acciones. Será lo que Dios quiera o obedezco de forma irreflexiva porque así lo manda la ley de dios. Es muy fácil achacar responsabilidades a Dios. La existencia de este ser celestial para un devoto es un hecho también  incuestionable. Nuevamente el dogma y la fe son los pilares sobre los que se asientan los conceptos religiosos.
El budismo,por el contrario, lejos de imponer la fe, incita al practicante al escepticismo y a la reflexión sobre las bases en las que se apoya. Una frase muy típica para explicar esto es “Si has caído al mar y te estas ahogando ¿Que es más práctico? ¿pedir ayuda a Dios o aprender a nadar? El budismo es experimentación para alcanzar por si mismo el conocimiento; se trata de un método científico, y este método es la reflexión sobre aspectos trascendentes del ser humano con el fin último de alcanzar lo que se llama el Nirvana o estado de iluminación.
El budismo no se plantea la existencia de Dios, no busca la responsabilidad ni respuestas en la fe o en Dios, sino en uno mismo. El budismo, sea cual sea su tradición o su práctica contempla todo lo que sucede dentro de una ley natural de causa efecto, y esto no necesita ser dicho por Buda o ningún profeta para ser observado. A este concepto es lo que los budistas llaman la ley del Karma.

Al igual que el cristianismo u otras religiones, el budismo tiene diferentes corrientes y ramificaciones, que con la misma base, se diferencian por su interpretación del los textos o métodos. Al igual que Jesús o Mahoma, Buda tuvo muchos seguidores y interpretes de sus palabras. En el Budismo son innumerables los comentarios de los textos de Buda, muchos de ellos hechos por sus seguidores o personas que han vivido su experiencia gracias a sus enseñanzas, y que luego, con sus palabras, han propuesto nuevos métodos de meditación o práctica, muchas veces enrriqueciendolos con sus comentarios, y a veces embarrándolos; el igual que sucede en toda organización humana. Esto ha hecho que el budismo se diversifique en tendencias que van desde la esencia más minimalista, despojada de todo adorno, del budismo  ZEN, hasta el colorido budismo tibetano, plagado de simbolismos y rituales  procedentes de su herencia hinduista. En realidad, detrás de todas esta diversidad, el budismo se basa en una práctica continuada de la MEDITACIÓN y unos principios muy básicos y lógicos. Uno de los mas destacados, es la ley de la que he hablado antes, la ley de CAUSA EFECTO, o Karma. Esto no es otra cosa que todo acto tiene una consecuencia, y que todo lo que nace está sujeto a esta ley natural. El Karma sería es un concepto muy fácil de comprender, si solo un objeto o persona estuviese ligado a él. Pero dado que todo lo que nace está sujeto a esta ley , y lo que nace está interactuando con el resto, podremos entender que no es fácil de ver los efectos de su acción sobre nosotros de forma clara. El Karma sustituye a la suerte, nada ocurre por casualidad, siempre hay algo detrás que lo provoca. Esto aleja al budismo completamente del castigo divino o de la responsabilidad de los dioses de nuestros actos y las consecuencias que estos entrañan. Todo lo que sucede y que nos pasa , son una consecuencia directa de nuestras acciones.

Otra base del budismo son las que Buda define como las cuatro nobles verdades. Muy resumidas son: Todo el mundo sufre como consecuencia de su existencia. La segunda es que todo el que sufre desea dejar de sufrir. La tercera, que existe la posibilidad se salir del sufrimiento. Y por último,  que hay un camino para conseguirlo. Estas verdades son llamas nobles por que son comprobables y ciertas, no por ser un devoto y ferviente budista, sino por que es lo que sucede en realidad y se llega a esta conclusión mediante la observación y la experiencia personal.

Quizás, lo más difícil de asimilar para una persona que toma contacto con el budismo, sea la reencarnación. Se puede pensar, en un inicio, que el budismo es una  religión, pues aparentemente no se puede asimilar la reencarnación  si no es mediante la fe. Pero como todo en el budismo, no es una imposición creer o no, se trata de meditar para llegar a ciertas conclusiones. A primera vista se puede pensar que el concepto de reencarnación naciese como explicación a sucesos injustos, como sucede con el concepto de Dios. Pero la la reencarnación junto al karma resulta una explicación más razonable del porqué uno de dos hijos, nacidos en una misma familia, educados de igual forma y con las mismas posibilidades, se convierte en un criminal, mientras el otro tiene una vida virtuosa. ¿Es posible que sus actos en otras vidas le hayan conducido a su destino? Son muy conocidas y sorprendentes las investigaciones sobre la hipnosis regresivas o recuerdos espontáneos de vidas pasadas; niños que recuerdan vidas que luego se han verificado ciertas. Pero repito, no se debe creer en ello. Para saber si la reencarnación es algo real o no, es necesaria la experiencia. El Dalai Lama afirma que la reencarnación solo puede ser comprobada con la experiencia, mediante una meditación continuada y profunda.


De todo lo leído y experimentado en propia carne, tengo que decir que el budismo, como toda organización humana está jerarquizada, y al igual que cualquier organización , no siempre son los mejores los que muestran el camino espiritual. Como cualquier ser humano, un Lama, cura o Imán, no es un ser perfecto, aunque si lo puedan ser sus enseñanzas. El budismo reconoce como bueno cualquier camino que lleve a la iluminación, no está enfrentado con ninguna creencia ni religión, algo que como sucedió en el pasado y sucede todavía en nuestros días con las religiones, ha provocado guerras y mucho dolor.

Empecé diciendo que no quería crear adeptos, y así lo he hecho, pero si me gustaría se acercasen a conocer esta manera de entender el mundo, como lo haría con un libro de filosofía. No es necesario hacerse budista o tomar votos para practicar la meditación y recibir los beneficios que esta produce sobre la mente, beneficios que están científicamente demostrados. Tampoco hace falta un maestro ni un gran esfuerzo, aunque si es recomendable. Es un sencillo ejercicio mental, que como muchas cosas, sus resultados dependerán del interés y la motivación con la que se hagan. Uno puede ser un aficionado o un atleta , es cuestión de saber hasta donde quieres llegar.  

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