Para aquellos que os conformáis y que
os quedáis en casa por que creéis que lo que está pasando no va
con vosotros, para aquellos que nos llamáis perrofautas por
protestar, para aquellos que van a gritar a los partidos de fútbol y
no lanzáis un solo murmullo de protesta cuando vulneran vuestros
derechos o los de otros; a todos vosotros os digo borregos. Por
vuestra culpa y no por los que llamáis poderosos sucede todo. Por
vosotros suben los impuestos, llenan las calles de zonas azules, sube
la gasolina. Sois vosotros quienes permitís que eso suceda. Habéis
dejado que ellos tomen las decisiones que son vuestras. Ni tan
siquiera habéis movido un dedo cuando vuestra falsa democracia a
quedado presa del poder financiero de forma descarada o mientras os
roban para pagar las deudas de los bancos estafadores, consecuencia
de lo primero. Borregos y esclavos, no sois más que eso.
Os compadezco, porque sé que nunca
habéis conocido la libertad.
Cuando nacisteis un certificado hizo
propietario de vuestra alma al estado, y desde entonces hasta ahora
el estado ha hecho con vosotros lo que le ha salido de las narices.
Puso vuestro nombre en un papel, en letras mayúsculas, como si
fueseis una empresa. En ese documento no firmaron vuestros padres
porque no tiene nada que decir ni cuentan, tan solo el representante
del estado, y esto no se hace por capricho; pertenecéis al estado.
Desde entonces y hasta ahora el estado os ha hecho trabajar en
trabajos que nunca os gustaron, os ha hecho pagar impuestos por todo,
cada día más y más. Quizás, porque se lo habéis puesto tan
fácil, ahora ya han perdido la vergüenza;
abusan de vosotros como quieren y cuando quieren; se han
envalentonado tanto que se creen realmente los dueños del mundo y de todos los que viven en el; piensan que son
intocables. Habéis permitido que la justicia y las leyes las hagan a su medida y para su beneficio.
Os dicen como tenéis que vivir, lo que comer y como protestar. Os
muestran el mundo como ellos quieren a través de sus televisiones.
Y claro, nosotros, los perroflautas, minoría aplastada por vuestra
falsa democracia, nos vemos arrastrados por vuestra condescendencia
con el poder, por vuestra mediocridad, sin posibilidad de desobedecer
sin recibir palos.
Gracias a vosotros, apenas tenemos
salidas para poder desatarnos de nuestras cadenas, ni siquiera nos
dejan protestar sin que aparezcan los de la porra. Por vuestro
inmovilismo, los que queremos salirnos de este sistema represor,
somos condenados a la indigencia en un mundo de abundancia, sin
posibilidad de una vida digna fuera de este asqueroso sistema.
Quisiera pensar que no lo hacéis por
las migajas que caen de sus bocas insaciables, pero por desgracia es
así. Con mentiras y zanahorias os llevan a palos al matadero, por
miedo seguís pagando los impuestos medievales, dándoles el dinero,
que al fin y al cabo, es lo que les permite crear distracciones y
todo tipo de artimañas para manteneros dentro del círculo o
reprimir a los que se salen de el.
Quizás algunos ya sabéis que el
dinero no es más que una herramienta para subyugaros, que la
democracia es un engaño en los que siempre ganan los de siempre, que
todo el sistema es una gran estafa. Si ya lo sabéis y pensáis que
no se puede hacer nada al respecto, estáis muy equivocados.
No hace falta gritar, protestar o
enfrentarse con los de la porra, eso solo da dolor de cabeza,
frustración y mucha risa a los que tienen el poder. Lo que
realmente les haría daño es no darles lo que necesitan para
subyugarnos, los impuestos.
El agua y la energía nos pertenece
por derecho de nacimiento en este planeta, nadie tiene derecho a
cobrarnos más que lo que supone su extracción y trasporte. El valor
de eso, no es ni mucho menos lo que nos cobran, y no hay escasez, eso
es una patraña. No pagar el sobre precio ni las tasas que vienen con
el recibo es lo justo. Las zonas azules, los parquímetros y los
peajes son un abuso cuando ya estas pagando impuestos por circular,
por comprar un coche o por la gasolina, no pagarlos es lo justo. El
dinero y las tarjetas de crédito son el componente fundamental para
el sistema. Abstenerse de utilizar estas cosas, siempre que sea
posible, les desarma.
Sobre el dinero hay que saber que no
produce riqueza, lo que produce riqueza son las personas. El dinero
debería ser, como lo fue en sus orígenes, un acuerdo comercial y
forma de colaboración. El dinero no necesariamente deben ser
papeles pintados, puede ser comida, tiempo o intercambio de talentos,
siempre por el bien común de ambas partes. Eso es colaboración y no
competencia; trabajar por el bien común. Existen alternativas,
fórmulas que nos llevarían a una sociedad justa, donde nadie fuese
más que nadie, y sería posible si vosotros, borregos, decidieseis
tan solo hacer una de las cosas que he dicho, cosas que por miedo a
perder las migajas que os da el poder no hacéis.
Por cierto y para que no quede duda:
Por cierto y para que no quede duda:
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