Para quien todavía no se ha enterado, internet no es un medio anónimo ni seguro. Existen muchas formas de conocer que es lo que haces en la red, como lo haces y desde donde lo haces. Con todos estos datos es evidente que resulta también relativamente fácil trazar un perfil completo de ti.
La IP, es un identificador único que en todo momento te identifica en la red. Esta IP, proporcionada por tu ISP (proveedor de servicios de internet), es tu dirección única en internet, nadie más la posee en el momento que la estás utilizando tu. La tecnología cliente servidor, necesita que el cliente disponga de una dirección única, solo así es posible que los datos que solicitas te lleguen.
Por normativa europea, en el caso de España, el ISP, está obligado a guardar tus movimientos por la red durante dos años. Esta normativa, tan poco respetuosa con nuestra intimidad, se la tenemos que agradecer a los atentados del 11S y la presión ejercida por las multinacionales de distribución y producción audiovisual. Fue creada con la escusa de prevenir delitos informáticos, atentados terroristas y la prevención de delitos contra la propiedad intelectual. Estos datos, en teoría, solo pueden ser desvelados mediante orden judicial, lo que no impide que sin ella puedan ser difundidos, aunque esté penado por la ley. No olvidemos que la venta de datos personales es uno de los negocios más lucrativos de Internet.
A parte de nuestro ISP, son muchas las fuentes de información disponibles para trazarte en la red y conocer tus preferencias. Una de ellas son las propias webs. Cuando hacéis una petición a una web, la estáis haciendo a un servidor que precisa conocer vuestra IP para mandaros la información solicitada. El servidor puede almacenar, y de hecho lo hace, vuestra IP, procedencia, y algunos datos que le resulten interesante para hacer estadísticas del perfil de sus visitantes. A parte de los datos derivados de vuestra IP, el servidor web, mediante las llamadas galletas (Cookies), conoce cuando has entrado por última vez en la página, si has introducido tu contraseña y otros datos relevantes.
Otra forma de recoger datos sobre ti es a través de los buscadores. Google, como otros, guardan tus búsquedas en la red, con lo pueden hacer estudios completos de mercado, saber nuestras preferencias sabiendo que es lo que buscamos en la red, incluso nuestras tendencias sexuales. Haciendo un listado de las páginas web que visitas habitualmente, se puede desprender mucha más información de ti de la que imaginas, y estos datos, al contrario de lo que pasa con los datos registrados en tú ISP, no se borran. Una prueba evidente de que, ni siquiera tus correos están al margen de estas políticas de intrusión en la vida privada, el que en Gmail, por ejemplo, cuan lees un correo, por ejemplo, sobre casas, al lado te aparece publicidad sobre inmobiliarias.
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Pero por si estas fuesen pocas fuentes de información de ti, muchos, haciendo caso caso omiso a los mensajes de aviso sobre la privacidad, damos nuestros datos en redes sociales, como Feceboock o Twtter, haciéndolos públicos y sin pensar en las consecuencias. Olvidamos que le estamos dando información sobre nosotros a unas compañías privadas, cuyo negocio principal es el tráfico de los mismos.
Lo que se desprende de todo esto, es que si alguien quiere saber de ti, ya sea para bien o para mal, puede hacerlo, y no solo empresas privadas, sino también personas mal intencionadas que podrían utilizar esa información para saber en que horas estás en casa para desvalijarte, por poner un ejemplo.
En cuanto a la acumulación de datos por las compañías privadas y gobiernos, que están estrechamente ligados a compañías como Google o Yahoo, ¿Con que finalidad podrían estar acumulando datos, aparte de la estadística o usos, más o menos comerciales?
Uno de los diez puntos que propone Noam Chomsky para el control de la sociedad y el establecimiento del pensamiento único, es que el conocimiento del individuo que posee el controlador sea mejor que el que posee el controlado de si mismo, con esto creo que os doy una pista.
Si no queréis ser espiados o mantener vuestra vida privada al alcance de cualquiera, lo primero que hay que hacer es tener sentido común, es decir, no dar datos sensibles en la red, sobre todo en las redes sociales. Si en vuestro caso no deseáis, ni siquiera que conozcan detalles de lo que hacéis en la red, hay otros métodos para hacernos anónimos; como los servidores proxis, de los cuales hay mucha información y no voy ha dar mas que algunas pinceladas. Tan solo deciros que un proxi en un servidor esclavo que realiza llamadas por ti, tu le encargas la petición información y el la recoge por ti, apareciendo su IP como la solicitante en vez de la vuestra. Pero aun así, y aunque hagamos estos métodos para no ser seguidos, la información contenida en el protocolo de comunicaciones TCP-IP, puede delataros, por lo que el método no te asegura una fiabilidad del cien por cien.
A la vista de todo esto, está claro que la supuesta libertad de internet es una ilusión que puede ser convertida en una pesadilla de la noche a la mañana. Quizás, la promoción de este medio de comunicación, no sea más que una forma muy sofisticada de control de la sociedad, una forma de conocer al controlado mejor que a sí mismo, por lo que deberíamos ser consecuentes con ello, y no proporcionarles demasiada información, de esta manera seremos menos vulnerables a la manipulación.