Para los que reciben cada mes en su
casa el temido recibo de la luz, el gas, o van a llenar su depósito
de combustible, decirles, que aparte de pagar un precio injusto y
caro por la energía, están enriqueciendo a unos cuantos ladrones
sinvergüenzas y que tienen más cara que espalda. Seguramente esto
ya lo saben, al igual que piensan que no pueden hacer nada por parar
este latrocinio. Y la triste verdad es que es así, no por ustedes,
claro, sino por la gente que han votado para que esto no suceda.
Los ladrones de guate blanco, en una
sociedad capitalista y gobernada por una falsa y corrupta
democracia, tienen todas la de ganar. Ayudados por los gobiernos, da
igual del color que sean, estos roban a manos llenas a un pueblo
cada vez más empobrecido, esclavo e indefenso. Todos los gobiernos,
al menos en este país, han servido a estos sinvergüenzas en sus
pretensiones de forrarse a costa del sufrido ciudadano. Nadie les ha
plantado cara, si no todo lo contrario, los políticos han obedecido
como sirvientes. Y gracias a todo esto podemos ver como, mientras
ellos se pasean por paraísos fiscales, alardeando de sus fortunas
arrebatadas al pueblo, el pueblo, sumido en una profunda crisis, que
en parte ha sido provocada por esta casta de parásitos inmundos, ya
no puede ni quejarse.
Durante muchos años, la escusa para
cobrarnos de más en el recibo de la luz, fue el tan nombrado déficit
tarifario. Este déficit se lo tenemos que agradecer a un señor que
ahora es multimillonario y asesor de una gran empresa farmacéutica,
seguramente en pago por favores inconfesables . Él fue quien, con
una decisión precipitada y estúpida, paralizó la construcción de
varias centrales nucleares ya iniciadas. Bien podría, si tan en
desacuerdo estaba con esta energía, haber terminado las
planificadas y no construir más, o negociar de otra manera con las
compañías eléctricas, pero no. Su incompetencia y precipitación,
no solo creó una deuda enorme, sino que aumentó la dependencia del
petroleo y sus consecuencias; esto es el déficit tarifarlo.
Los sucesivos gobiernos, lo único que
hicieron después, fue demorar la deuda, siempre modulándola en el
recibo de la luz por motivos electorales o tan bastardos , como
querer aparentar un déficit falso para entrar en la UE; pero eso no
es gratis. Las compañías eléctricas vendieron esa deuda a sus
amigos los banqueros. Ahora, ya no solo debemos cientos de millones,
sino miles de millones, que crecen día a día por los intereses
impuestos por estas entidades usureras. Y en manos de los bancos, esa
deuda es innegociable, no hay otro remedio que pagarla, a menos,
claro, que llegase un gobierno valiente y la declarase odiosa; pero
eso no sucederá. Se ha demostrado con los sucesivos gobiernos, que
una vez en el poder cumplen con las exigencias de sus amos, que, por
supuesto, no son los ciudadanos.
Para desgracia de todos, esto solo es
una parte de un gran problema problema con la energía en este país:
La incompetencia, o quizás la complicidad de los gobiernos con las
grandes multinacionales de la energía, ha propiciado que el
oligopolio sea una práctica habitual. Unas pocas compañías
eléctricas y petroleras, controlan todo el mercado de la energía.
Son a la vez productoras, intermediarias y vendedoras. Entre ellas
pactan precios y estrategias. Por supuesto, si una empresa nueva
quiere competir y entrar en este mercado monopolizado, las compañías,
que están en posición dominante, actúan en conjunto en su contra,
ya sea reventando precios o utilizando el gran poder que les han
concedido los gobiernos. Estas compañías, en sus gasolineras dictan
los precios, imponen los márgenes e impiden la competencia con
férreos contratos. Sus establecimientos acaparan todo el territorio
y los mejores lugares de suministro. Son sus gasolineras y las
manejan como parte de la empresa. Con ello obtienen un poder que les
permite manejar a su antojo a los políticos para que las leyes
reguladoras les beneficien. Es fácil, bien sea untándolos
directamente o dándoles buenas jubilaciones. Pero si esto no fuese
suficiente, contratan a mercenarios de la pluma que hablen bien de
ellos. Que digan, por ejemplo, que las energías renovables son poco
rentables. De esta forma aumentan sus cuentas de resultados, y sobre
todo, su poder, impidiendo la proliferación de estas energías.
Dije antes que los ciudadanos estamos
indefensos, pero no es cierto, en realidad simplemente tenemos miedo
a coger lo que nos pertenece por derecho de nacimiento Porque sea
cual sea la energía que hoy se consume, toda ella procede del Sol,
es de todos por derecho, como lo es al agua o el aire, el único
elemento del cual todavía no han sacado un impuesto o
comercializado. Pienso que saltarse el contador de la luz o
reventarlo no es algo tan grabe, simplemente se toma lo que es de
uno.
Tanto los oligopolios creados por las
multinacionales de la energía y las políticas dictadas por estos,
están frenando el desarrollo de energías alternativas y limpias,
porque estas no les producen beneficios. No faltan investigadores que
han conseguido logros espectaculares, ni tampoco altruistas que
querían donar sus inventos a la humanidad, pero antes de que eso
sucediese, desaparecieron o murieron en extrañas circunstancias.
Nadie sabe cuantas patentes han sido compradas por petroleras o
eléctricas. Esto es algo más que un mito, hoy en día se puede
acceder a esa información, solo hace falta mover el ratón para ver
cuantos murieron por decir que iban a cambiar el mundo con sus
inventos. Coches que funcionan con agua, agua salada que se
transforma en energía, generadores que movimiento continúo; en fin,
está hay para quien quiera investigar.
Para finalizar este vídeo de la Sexta, amigitos despechados de anteriores gobiernos, que ahora, cuando ya no reciben tanta subvención, se vuelven contestatarios, pero sea por lo que sea, bienvenidos.
Para finalizar este vídeo de la Sexta, amigitos despechados de anteriores gobiernos, que ahora, cuando ya no reciben tanta subvención, se vuelven contestatarios, pero sea por lo que sea, bienvenidos.
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