Me quedé corto en el anterior artículo
que hablaba de un futuro cercano en que la sociedad sería como la
planteada en la novela de George Orwell. 1984. Se puede afirma que
el futuro ya está aquí. En el siguiente artículo tenía pensado
hablar del control de la información, y que casualidad, me encontré
con esta noticia:
El galardonado Novel de la paz
preventivo, títere de la élite y presidente del país más
poderoso de la tierra, Barack Obama, ha
tenido que dar una rueda de prensa para justificar los atentados contra los derechos fundamentales que su
gobierno a perpetrado en medio mundo. Su departamento de espionaje
masivo, la NSA, ha grabado conversaciones, leído correos y accedido
a todo tipo de información personal, no tan solo de los ciudadanos
de su país, sino de todo aquel que se moviese por internet o tuviese
un teléfono. La información filtrada por el ex-agente de CIA Edward Snowden y la posterior justificación de Obama, no deja lugar
a dudas. Resulta paradójico que su alegato para justificar este
flagrante atentado contra la intimidad de las personas sea la el de la seguridad, cuando él, y los presidentes que le han precedido han
sido los mayores violadores de los derechos humanos. A los que
estamos ya hartos de tanta mentira, no nos sorprenden estas
declaraciones. Ya sabemos que forma parte del de su la estrategia de cinismo e hipocresía al
que nos tienen acostumbrados estos títeres.
Al saltar a la prensa las declaraciones
de Edward Snowden muchos gobiernos han puesto el grito en el cielo,
como si quisieran dar la impresión de que esto les haya sorprendido.
Supongo que quieren evitar que todo el mundo sepa que son parte del
juego. Porque no se engañen, todos ellos obedecen como perros
fieles al amo, y buena prueba de ello es que todos, en mayor o menor
medida, están intentando sacar leyes que blinden internet
utilizando como coartada los derechos de autor, el terrorismo o la
delincuencia organizada. Tampoco es de extrañar que la información
procedente de redes sociales y grandes corporaciones de internet o
famosos buscadores, haya fluido con tanta facilidad hacia la NSA. A
pesar de las muchas declaraciones por la libertad en internet que han
manifestado algunos de los dueños de estos oligopolios, lo cierto es
que, al menos uno de estos supuestos defensores de la libertades,
el más poderoso de todos ellos, participó en la reunión del grupo
Binderberg como invitado, al igual que lo hizo el dueño de esa
extensa red social conocida por todos y el dueño del sistema de las
ventanitas. Me pregunto yo que hace un señor como Eric Schmidt en
la reunión más hermética y secreta que se conoce, donde un grupo
de magnates y ricachones, que nadie a votado decide cual será
nuestro futuro. Tendría que ser muy ingenuos si pensásemos que ha
ido allí a decirles a estos tipos que esto de censurar Internet no
está bien y que hay que dejar que la gente opine libremente. Tal vez
me equivoque, y quien sabe, quizás haya sido así, aunque a esta
gente, cuya fortuna podría paliar toda la pobreza en el mundo, les
haya importado un pito.
Al final resultará que todos los
paranoicos conspiracionistas tenían razón, pero ¿Es solo internet?
Mucho se ha hablado de la pretensión
insertar chips en las personas para tenerlos controladitos y saber en
todo momento lo que hacen, sus gustos, sus hábitos de consumo, donde
están, etc. ¿Pero es realmente necesario cuando ya disponen de algo
que voluntariamente llevamos todos en nuestro bolsillo? Piénsenlo,
todos los nuevos smartphones tienen GPS, Google y Faceboock
integrados de serie; la gran mayoría equipados con el famoso sistema
operativo, que al igual que el sistema operativo de las ventanitas
que tanto conocemos, no es libre ni se conoce su código fuente.
¿Sabemos realmente lo que hace ese software cuando dormimos?
¿Sabemos si se conecta a la red y trasmite datos que nunca nos
gustaría que otros supiesen? ¿Tiene la certeza de que no es así?
Si no la tiene comprenderá porque no son necesarios los implantes
que muchos se negarían a llevar.
1984 no solo es una novela, es una
visión del futuro que vivimos ahora mismo. Existe el ministerio de
la verdad, que en realidad es el ministerio de la mentira que lo
constituyen todos los grandes medios de comunicación de masas. Los
niños son programados por el ministerio de la historia, que se
reescribe para justificar los hechos presentes. El ministerio del
amor se encarga de fomentar el odio entre los pueblos, de mantenernos
en un estado de guerra permanente, de incertidumbre y amenaza, de
generar el miedo suficiente como para mantenernos paralizados ante el
gran hermano; nuestro padre todo poderoso que reside en lo alto de la
pirámide truncada. Solo nos faltaría que cada fin de semana
tuviésemos un minuto de odio, lástima que no esté Bill Laden o no
lo puedan revivir. Por otra parte, si alguien lo duda, también
existe la policía del pensamiento, leyes, jueces y uniformados que
defienden al sistema opresor antes que al ciudadano que protesta por
la defensa de sus derechos. Ellos ya han escrito el futuro del
disidente Edward Snowden, como se escribió el del gran defensor de
la libertad en Internet Aron Swartz. Edward Snowden, si aprecia en
algo su libertad, o puede que su vida, jamás podrá volver a pisar
tierras estadounidenses. Vivirá, como otros muchos antes que él,
rogando a su Dios que la mano negra del gobierno no le encuentre. Es
el destino de quien manifiesta y defiende libremente su opinión, de
los luchadores por la libertad, pero sin duda, estoy con él y con
todos los que hacen lo mismo, ánimo Edward, cada vez somo más.
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