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lunes, 11 de marzo de 2019

Sobre el ansia de conocimiento


La razón siempre debería prevalecer sobre la ideología, el dogma  o la mera especulación. Solo así se puede alcanzar la verdad; fuente del conocimiento y origen de todo.
Razonar o plantearse dudas existenciales, con el fin de llegar al autoconocimiento, es algo innecesario y poco práctico en la naturaleza. Además de consumir una gran cantidad de tiempo y energía, no es algo que sirva directamente para nada. Buena prueba de ello, es que sepamos, solo hay una especie en la Tierra que hace tal cosa. Podríamos pensar que este afán del saber sobre el mundo y nosotros mismos,  nos ha proporcionado grandes logros. Incluso podríamos pensar que somos la especie con más éxito encima de este planeta; pero estaríamos equivocándonos. Hay muchas especies que llevan mucho más tiempo que nosotros en la tierra, que han sobrevivido a muchas calamidades y que seguirán estando después de que nosotros desaparezcamos. Hay millones de especias, mucho más modestas y menos complejas que el ser humano, que han tenido más éxito que nosotros. Especies que estaban antes que llegásemos y que seguirán estando cuando nos vallamos.  Así pues, tener la facultad de razonar y ser inteligentes, en realidad no es garantía de supervivencia o prevalencia en este planeta. Sin embargo, a pesar de todo, la búsqueda del conocimiento el algo innato en el ser humano, pudiendo  llegar a ser obsesiva; incluso pasando por encima de prioridades como comer o dormir. 
Sí bien es cierto que gracias a nuestra capacidad de razonar hemos alcanzado un gran desarrollo tecnológico, también  es innegable que nos ha traído grandes males. Por poner un ejemplo, es una causa directa  de  nuestra desafección con la naturaleza y sus reglas. Algunos pueden pensar que es un precio bajo, si lo comparamos con los beneficios, pero no es así. Violar las reglas del equilibrio natural y biológico, puede poner en peligro, como ya estamos comprobando,  nuestra supervivencia.

A mi modo de ver, como todas las cosas, incluyendo  el ansia de conocimiento, no son ni buenas ni malas. Solo adquiere una de esas propiedades cuando lo utilizamos para un fin u otro. La motivación y el uso que le demos a nuestra capacidad de razonar, hará que nuestro espíritu se enriquezca  o nos convierta en monstruos inhumanos.

Una forma realmente mala de aprovechar nuestra capacidad de razonar, es hacerlo para la obtención de la proevalenia sobre individuos de nuestra misma especie.  Pienso que no somos conscientes de que, la necesidad de conocimiento, puede ser aprovechada por otros para fines interesados. Adquirir conocimientos falsos nos conduce al error, la inacción, o a acometer actos que son perjudiciales, tanto para nosotros mismos como  para otros. Por utilizar un  símil, si el conocimiento fuese comida, deberíamos de saber que no todo es comestible; por muy apetitoso que parezca. Es más, adquirir según que información falsa, puede resultar tan letal como el peor de los venenos.  Entre nosotros, hay muchos que se dedican a fabricar ese tipo de veneno, con el fin de darse notoriedad o satisfacer su ego. A mi modo de ver, este es uno de los grandes males de nuestro tiempo. Nuestro ansia de conocimiento está siendo alimentado con basura; que por un lado no sacia para que busquemos la verdad y que por el otro, nos conduce por caminos prefijados por otros; caminos que no son buenos. En la misma medida que  tenemos una tendencia a buscar el conocimiento, somos vagos por naturaleza. Es decir, no nos gusta trabajar para obtenerlo. Como resultado, acabamos consumiendo el conocimiento elaborado por otros; que al igual que la comida basura, nos sacia, pero nos enferma.   

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