Translate

lunes, 28 de enero de 2019

Sobre la libertad


desigualdad-9999.jpgLa  carencia de libertad, hoy en día,   no es percibida como tal. Pese a  ser un derecho fundamental y un bien precioso,  aceptamos su pérdida sumisamente, sin hacer demasiado ruido. Las  reacciones no son, ni mucho menos,  lo que cabría esperar, dada la importancia de lo que se está perdiendo.  Las razones a esto tendríamos que buscarlas, para empezar, el sistema educativo. Desde muy pequeños, cuando nos obligan a ir al colegio, nos enseñan que es algo normal y aceptable perder parte de nuestra libertad personal. No me refiero a la libertad que afecta a otros, sino a nuestro libre albedrío como niños. Así, en los primeros años de colegio, queda anulada nuestra natural  curiosidad infantil y nuestra pasión por aprender. Gracias a sistemas  educativos despersonalizados y rígidos, acabamos perdiendo esas grandes virtudes que nos hacen especiales y humanos.  Los programas educativos que aburren con conceptos, que a muchos no les servirán para nada en su vida, hacen que sea más aceptable el hecho de la pérdida de libertar, porque ni siquiera nos cuestionamos el porqué sucede tal cosa. Son programas diseñados para cuartar el libre pensamiento y evitar la experimentación vital necesaria para nuestra maduración y pleno desarrollo de nuestras capacidades como seres humanos libres. En los colegios no hablan sobre que es la libertad, solo se limitan a restringirla y a enseñar a niños ha  aceptar esa restricción como algo necesario e inevitable. Además, el estado con sus leyes, hace todo lo posible para evitar que los padres no puedan educar a sus hijos en casa o en centros alternativos; fuera del sistema estatal. Nos obligan a escolarizarlos dentro de la uniformidad para evitar libre-pensadores que puedan cuestionarse las cosas en el futuro. Frente al sistema educativo, los niños están indefensos, ya que sus padres quedan al margen  o poco pueden hacer, si no es enfrentándose con todo un sistema legan decidido a castigarles por exigir lo que debería ser un derecho. Si sumamos eso al poco tiempo libre que tenemos y las muchas distracciones creadas para ocuparlo,  compensar el adoctrinamiento de nuestros hijos se hace  imposible.  

Pero ya de de mayores, la cosa no mejora todavía más. Para empezar,  la libertad para los políticos es también un término ambiguo y objetivo a destruir. Parece que desconozcan o no tengan claro, que su libertad para legislar acaba en el momento en que limitan la de los demás, sobre todo si se hace  sin justificación,  por razones pelegrinas o intereses personales. En ese momento, también faltan   a la ética, la moral y a la confianza que depositamos en ellos para que preserven nuestro bien más preciado. Los que pecan en este sentido, por decirlo de alguna manera,  no distinguen la frontera porque están cegados por  la ideología,  y porque también han tenido una  educación sin valores ni moral. Esto los convierte en algo así cómo practicantes de una religión  sectaria, carente de fundamentos científicos. Que solo está solo en creencias y suposiciones, que muchas veces han demostrado su ineficacia a la hora de resolver los problemas. Las leyes que emanan de esta gente, supuestamente elegida por el pueblo, son letales para la libertad porque parten de ideologías que la restringen. En esto, la llamada izquierda, es experta, pues siempre ha pretendido imponer a través  de las leyes su ideológicas, sus  creencias y sus  disparates; más propias de mentes tronadas que de personas que aplican la razón.  Pero el daño que ha hecho la ideología de izquierdas, no tiene nada que envidiar tampoco al hecho por  derecha, que durante demasiados años ya, nos ha convencido de que es el único sistema posible es el capitalismo. Lo más curioso de esto, es que tanto derechas como izquierdas, asumen las tesis capitalistas y el sistema económico como únicas reglas posibles de juego, sabiendo que hay alternativas y que el tiempo ha demostrado su ineficacia. Esto es debido a que izquierdas y derechas son las dos caras de la misma moneda, el poder económico. Este es el principal interesado en que la falta de libertad sea aceptada como algo natural,  ya que de otra manera, su hegemonía sobre el planeta estaría en serio peligro.      

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si no estas de acuerdo o quieres aportar algo, deja tu comentario.