Alabado por algunos progresistas,
Barack Obama fue ascendido a los altares hace ya casi cuatro años
como una esperanza para el mundo. Pero ya desde sus inicios el ídolo
cayó en desgracia y hoy son pocos los que manifiestan su devoción
al presidente de la nación más poderosa del planeta. Las palabras
de sus discursos, cargados de promesas, ya hace tiempo que se manifestaron como baldías; nada nuevo
bajo el Sol, dirán algunos, entre los que me incluyo. En poco tiempo se vio que la tendencia de su gobierno era continuista. Barack Obama, como todos los títeres puestos en la
casa blanca, hizo justamente lo que se esperaba de él, seguir las mismas políticas
que sus antecesores, yendo, si cabe más allá en la agresiva política internacional, progreso de la esclavitud y de la merma de los derechos
constitucionales de la sociedad norteamericana; toda una vergüenza para alguien que presume del color de su piel. Como legado, Barack Obama no ha retirado ni una sola ley de las que puso su antecesor George Bush,
leyes hechas contra la libertad de las personas. Obama las ha ampliado con nuevas leyes
antiterroristas. Pero para sumar más puntos, también a permitido uno de los mayores ataques a la libertad en Internet desde su creación.
Recientemente, Barack Obama a firmado
una ley, que en caso de desastre o situación extrema, le daría unos
poderes ilimitados, más incluso que los que Hitler tenía durante en
tercer reich. Le otorga el control de todos los recursos energéticos,
alimentarios, hídricos y de personal del país. En definitiva, en caso de un
desastre natural o una situación extrema, como podría ser una
guerra, esta ley lo convertiría en el emperador de Estados Unidos. Pero, ¿Porqué la ampliación ahora de la ley y porqué en este momento?
Teniendo en cuenta que nada sucede por
casualidad, puede que la administración americana sapa algo
sobre un futuro inminente que se guarda para sí. Puede que se trate de un
desastre natural o de la preparación para el escenario bélico a nivel mundial; no se sabe, pero hay pruebas y evidencias que podrían darnos
pistas, aunque estas evidencias podrían hacernos decantar para cualquiera de los dos escenarios posibles: Se sabe que se están construyendo
campos de concentración en EEUU, túneles subterráneos y búnkers. Se sabe también que el sistema financiero mundial está quebrado y no hay
forma posible de arreglarlo; la economía mundial está en banca
rota, y esta situación, bajo la óptica del poder, se
solucionaría con una guerra. No es la primera vez que se arregla
así. En cualquiera de los dos escenarios el mundo se encamina a una crisis sin precedentes.
Una de las posibilidades y de las que hay pruebas de una catástrofe natural que podría causar un cambio radical en la vida del planeta, es que campo magnético de la tierra está en retroceso. Se debilita, según algunos científicos. Puede que la administración americana sepa esto, teniendo la certeza que se va ha producir una inversión delos polos magnéticos. No es la primera vez que le ocurre esto al
planeta. Hay registros en las rocas que atestiguan que este fenómeno natural se ha producido muchas veces en la tierra; forma parte de su ciclo vital. Si esto se produjera,
durante un tiempo la tierra estaría a merced de los rayos cósmicos
y del viento solar, pero también podrían producirse pulsos
magnéticos capaces de dejar al mundo sin electricidad y destruir la
mayor parte de los equipos electrónicos del planeta. Imagínense el
desastre que esto produciría en una sociedad tan tecnificada y
dependiente de la energía eléctrica como la que hemos creado. Nada
funcionaría, la distribución de agua y alimentos, depende
completamente de esta energía, todos estos sistemas quedarían inoperativos. No hace falta
tener mucha imaginación para saber lo que ocurriría con el sistema
financiero, o la sociedad en general, sería un absoluto caos, y la
población mundial se reduciría drásticamente a consecuencia del
hambre, la sed, y muy posiblemente a la violencia.
Pero al margen de este desastre natural u otros que se pudieran producir, Los sucesos en el panorama internacional hacen que me decante más por la
alternativa de la guerra. La política agresiva que se está llevando
acabo por parte de Estados Unidos y sus socios en oriente medio, podría
desencadenar un conflicto armado sin precedentes. El ataque a Libia, Siria e Irán, con el fin de
saquear sus recursos naturales, puede formar parte de un plan, que de
llevarse a cabo hasta el final, conduciría al mundo a una situación más grave que
la de un desastre natural. La intervención de China o de Rusia en
esta guerra sería una consecuencia lógica, dado que se están vulnerando sus intereses. Y sin duda esto traería como consecuencia un guerra a gran escala. Decenas de buques de guerra ya están en estos momentos en el golfo pérsico y el Estrecho de Ormuz a la espectativa. Se realizan maniobras
militares por parte de los contendientes, haciendo ostentación de
nuevas armas; se puede decir que ya estamos en un estado prebélico,
Pero ya sea por un desastre natural o
una guerra, el caso es que la ley que ha firmado el presidente de
Estados Unidos, prepara su mandato, o al que salga de las próximas elecciones, como candidato a emperador mundial. De
darse el caso de una situación extrema y ponerse en marcha esta ley, y dado que EEUU es el estado más poderoso de la tierra y el más
preparado para dicha catástrofe, los demás países quedarían bajo el control de este presidente
convertido en el emperador del mundo.
Habrá que prestar mucha atención a
los candidatos a la casa blanca, pues pude que entre ellos esté el ojo
que todo lo ve, la persona que se oculta en la cúspide de la
pirámide y que tiene la pretensión de apoderarse del mundo y de la
raza humana. Cierto que todo esto son especulaciones y pruebas
circunstanciales, pero son muchas y todas ellas apuntan a lo mismo.
Vivimos tiempos convulsos, llenos de
acontecimientos extraños y de los cuales no conocemos más que una
pequeña parte. Pero sabemos que los gobiernos, si supiesen de un
desastre natural, no nos lo dirían, piénsenlo ¿Pagaría usted su
hipoteca sabiendo que dentro de muy poco tiempo todo se irá al
garete? ¿Seguiría las leyes o las instrucciones de su gobierno si
lo supiese? ¿Y si fuese soldado, iría a la guerra sabiendo que lo
único que estaría defendiendo serían los intereses de un puñado
de locos psicópatas dispuestos a todo por hacerse con el poder sobre
la raza humana?
Puede que el panorama que he pintado no
sea demasiado halagüeño, pero podemos hacer muchas cosas para
cambiar este escenario. cosas que evitarían, que fuese cual fuese el escenario planteado, evitásemos acabar convertidos en esclavos. Tan solo tomando
una serie de actuaciones preventivas y cambiando de mentalidad
podemos alterar los planes de los que pretenden nuestra dominación.
En primer lugar deberíamos tomar conciencia de nuestra condición de temporalidad sobre la tierra, y como gastamos ese precioso y escaso tiempo de nuestras vidas sobre el planeta. Deberíamos replantearnos que es lo importante. Si lo hiciésemos, nos daríamos cuenta que la felicidad no está en lo material, sino en la relación que tenemos con los demás y con nuestro entorno. Actuaríamos como si cada día de nuestra vida fuese el último, viviéndolo en plenitud de conciencia el momento. Como consecuencia derivada de ello, es muy posible que dejásemos de hacer caso al poder, dejásemos de vivir con miedo, nos replanteásemos todo lo que esta sociedad nos ha enseñado, desobedeciendo sus leyes y dejando de contribuir con nuestro esfuerzo a dar poder a quien no merece ni un segundo de nuestro tiempo. Aprender a ser autosuficientes, dando prioridad a lo verdaderamente importante, no solo cambiaría nuestro modo de vida personal, sino toda la sociedad y por ende, nuestra calidad de vida. Se reduciría nuestra dependencia del sistema hasta no necesitar de sus favores, bastaría con acudir a la ayuda de otras personas como nosotros, a las que no les importaría nada prestarnos ayuda, pues la felicidad no está en el recibir, sino en dar.
Aun estamos a tiempo de cambiar, y si
lo hacemos no importará nada nuestra desaparición, al fin y al
cabo, eso es inevitable, y de nada sirve tener miedo a lo inevitable. Importará el momento de felicidad y lo que
hayamos dado a otros para compartir esa felicidad. Ante esto, toda
maniobra que hagan los que quieren nuestra dominación será inútil. No hay que olvidar, que la llave de nuestra felicidad está y ha estado siempre en nuestras manos. Utilicémosla.
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