Con la cantidad de noticias desastrosas
sobre la economía española, no es algo extraño que estemos
desalumbrados y confusos. Sin comerlo ni beberlo, ahora resulta que
debemos más de 40.000€ por persona en este país, incluyendo niños
y ancianos, algunos dicen que es mucho más. Por su puesto, esta cantidad antes de que Bankia se fuese
al garete, porque a esa cantidad hay que añadirle 42.000 millones
más de euros que han surgido como deuda de la noche a la mañana.
Encontrar las causas a este desastre es
complicado, sobre todo si se mira desde el punto de vista de un
economista. Hay que tener en cuenta que este desastre no se ha hecho
en un día, muchas han tenido que ser las decisiones erróneas para
que esta deuda, ya impagable, haya florecido como flor de primavera.
Los economistas y políticos nos dicen que es por culpa de que hemos
vivido por encima de nuestras posibilidades, últimamente, que el
gobierno anterior lo hizo fatal. Nos dicen también que el causante
ha sido Mariano Rubio y zapatero, la confianza... En fin, que no
tienen ni puta idea de quien ha sido. Porque si la tuvieran, supongo
yo, que los causantes del desastre estarían ahora ante un juez dando
explicaciones, algo que en este país, cuya justicia se amolda al
tamaño del bolsillo del encausado o de su alcurnia, jamás ocurrirá
espontáneamente. Mientras todos se hacen esta pregunta, los
culpables, esos que llaman los mercados, que no son otros que
aquellos que desde su chalet en algún paraíso fiscal dan ordenes de
compra y venta se ríen en nuestra cara mientras aumenta su ya
abultada cuenta. Ellos están contentísimos que de que tu sufras,
pues a mayor sufrimiento más ganancia.
Lo único cierto en esta crisis, es que
al final, los pagadores son los de siempre, aquellos que se levantan
todas las mañanas de sus días laborables para hacer un trabajo, que
casi a buen seguro no les gusta, y que se ven obligados ha hacerlo
porque están chantajeados, algo imprescindible para que el sistema
siga funcionando. Un sistema que nos muestra ahora con todas sus
injusticias, cada vez más esclavista, con menos derechos y más
explotador. Pero no se crean que en los demás países están mejor,
simplemente son mejores ocultando sus abultados agujeros. Pregunten
por la deuda americana, los intereses de la deuda que no cobrarán
los alemanes. Todo el sistema está podrido desde su creación.
Lo que me irrita profundamente de todo
esto es que, a pesar de la gravedad de la situación, lo injusta que
resulta y la ineptitud de los encargados de resolver los problemas,
sigamos parados; como esperando que alguien venga y arregle este
desastre. Pues seguid esperando, pues nadie lo va ha arreglar. En
todo caso, los que esperan, van a ver como sus derechos adquiridos,
las prestaciones sociales, las ayudas o los servicios se irán
desvaneciendo, como ya ha empezado a pasar. Mientras estáis en
vuestras casitas, mirando el partido, viendo telebasura o dejándoos
seducir por las cortinas de humo que ponen ante vosotros para
manteneros tranquilos o excetados, depende lo que convenga, veréis
como el futuro de vuestros hijos quedará a merced de los caprichos
de los poderosos, de los que os habéis convertido en esclavos. Me
pregunto si aceptáis vuestro destino como única forma de vida,
cuando existen tantas posibilidades de una vida mejor para vuestros
hijos y vosotros mismos ¿Es esto lo que queréis?
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