La desigualdad entre
ricos y pobres no deja de crecer y algunos analistas políticos creen
que esto acabará desembocando en una revolución. Por mi parte creo
que esto no sucederá, porque la clase dirigente ha diseñado su
estrategia para no rozar los límites que provocarían una revuelta
popular violenta.
Los que dirigen el
mundo aprendieron muchísimo de la revolución francesa, y saben
donde están las líneas rojas que no se deben cruzar. En aquel
tiempo había unos pocos que lo tenían todo y otros que no tenían
ni para llevarse un mendrugo de pan a la boca. Viviendo casi en la
esclavitud y sometidos por la oligarquía monárquica absolutista y
el clero no había otra salida que rebelarse. Hoy, por suerte o por
desgracia, al menos en occidente, casi todas las necesidades
alimentarias, incluso para los que no tienen dinero, están cubiertas
con las ayudas de organizaciones humanitarias y del los gobiernos,
que se cuidan muy mucho de que no haya un solo muerto por hambre.
Aunque no lo parezca, la desigualdad no ha cambiado desde los tiempos
anteriores a la revolución francesa, la única diferencia es que la
plebe está un escalón más alto, manteniendo la misma diferencia
con la clase alta.
La clave para que la
gente no se revele es muy simple, mantener la esperanza y no
llevarlos a la desesperación, por lo menos hasta que la nobleza no
necesiten a la plebe para mantener su nivel de vida, algo que la
tecnología está haciendo posible a pasos agigantados.
Sería muy revelador
para un ser humano saber de primera mano lo que piensa realmente los
poderosos sobre nosotros los esclavos, nuestros problemas, nuestro
sufrimiento y nuestra realidad vital. Las evidencias de su
pensamiento están en sus actos. No les importa destrozar nuestro
habitad, nuestra libertad o el hecho de que seamos seres humanos;
solo somos números en la ecuación que debe dar como resultado su
inmejorable nivel de vida y su poder.
Cuando no nos
necesiten, y disponiendo te todos los recursos que tienen a su
alcance, acabarán con los que haya que acabar.
Lo que más le
preocupa a los poderosos en este momento no es como mantener al
populacho en un situación precaria pero no desesperada, eso ya lo
tiene bien atado, sino el individualismo. Ese término ha sido
tergiversado intencionadamente por todos los medios de comunicación
y en los colegios hasta inculcarnos que el individualismo es algo
malo, por ser insolidario y atribuible a personas poco empáticas y
marginales. Sin embargo, pensar y valerse por uno mismo no tiene nada
que ver con la empatía o con la solidaridad; no es algo malo, sino
todo lo contrario. Ser individualista, es decir y no seguir la
corriente, es los que tendría que ser normal en una sociedad
avanzada. Si esta fuese una sociedad individualista y no una sociedad
de borregos, los que ahora manejan los hilos, tan solo serían
delincuentes o estarían en instituciones psiquiátricas encerrados
de por ser unos psicópatas asesinos.
Podríamos pensar
que todo lo que digo es fruto de la paranoia y dar por sentado que la
desigualdad existe porque hay personas más listas que otras, que
las cosas deben ser así y que no es una situación que haya urdida
por un reducido grupo de personas. Esto sería tanto como afirmar que
yo, como persona, tengo menos valor que cualquier otra y que no tengo
los mismos derechos ni las mismas oportunidades por el hecho de ser
pobre. Si todos estamos de acuerdo en que eso no debe ser así ¿Como
es posible que se esta situación de mantenga durante tanto tiempo?
Supuestamente
existen medios democráticos para poner en el poder personas que
deseen el bien común, que no piensen como psicópatas egoístas;
sería lo lógico que funcionasen. Por contra, y lejos de cumplir esa
función, la democracia solo aporta más control y leyes, limitando
la libertad y permitiendo que los derechos de los ricos acaben
prevaleciendo sobre los pobres. Todo el mundo ha visto que en una
crisis económica importante como la que estamos pasando, las
pérdidas se socializan y se privatizan las ganancias. Los errores de
los bancos se convierten en deuda colectiva, ahondando la
desigualdad. Pues bien, esto es el fruto de lo que llaman democracia
y se ha hecho con el beneplácito de los que hemos votado.
Una característica
de un psicópata es que saben mentir muy bien, porque se creen sus
propias mentiras, y es a base de mentiras como llegan al poder. En el
fondo no les importamos, se valen de nosotros. Una vez en el poder y
para mantener su situación de privilegio, se ven obligados a pagar
los favores recibidos por los que han financiado sus campañas. Estos
no se han presentado a ninguna campaña electoral, no los conocemos
ni sabemos de sus intenciones para nosotros. Lo único que sabemos de
ellos es que no elijen ayudar a personas que luego no les paguen los
favores. Si se equivocan, tiene el suficiente poder económico para
corromperlos e incluso eliminarlos; algo que hemos visto muchas veces
a lo largo de la historia. Así pues, solo me queda decir que seas
individualista, que pienses por ti mismo y no sigas al rebaño
ignorante, o como ellos, acabarás en el matadero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si no estas de acuerdo o quieres aportar algo, deja tu comentario.