No me cabe en la
cabeza y mucho menos en el corazón, que existan personas, que
valiéndose del falso anonimato que proporciona Internet, manifiesten
alegría o celebren la muerte de otro ser humano, sea éste de la
nacionalidad que sea o las circunstancias que envuelven su vida.
Considero a estas personas igual que consideraría a un asesino y
como tal, pienso yo, que deberían ser tratadas, no solo por sus
pensamientos, sino por la cobardía que demuestran escudándose en el
anonimato para hacer este tipo de manifestaciones.
Aunque soy un firme
defensor de la privacidad en Internet, considero que hay muchos casos
en que la privacidad debería tener límites. Especialmente para
estas personas, que insultan, faltan al respeto o hacen
manifestaciones de índole xenófobo, como es el caso. Por supuesto,
el levantamiento de la privacidad debería ser siempre mediante
orden judicial. Pues es muy fácil aprovechar, como se ha hecho ya en
algunas ocasiones, este tipo de incidentes aislados para criminalizar
Internet y su privacidad. Son este tipo de hechos los que han servido
como escusa para eliminar la figura del juez en una intervención
policial o del estado para acceder a los datos de los usuarios de
forma ilegítima, cosa que marca la diferencia entre un estado
totalitario y uno democrático.
No estoy seguro de
cual es la motivación que mueve a esta gentuza a hacer comentarios
tan deleznables e inhumanos. Tampoco sé si son lo suficientemente
estúpidos como para no darse cuenta que lo que provocan es agudizar
el sentimiento nacionalista; porque esto es exactamente lo que han
provocado, justo cuando este sentimiento estaba empezando a menguar.
Ahora bien, y aquí es cuando algunos me dirán paranoico, puede que
los autores de estos comentarios no sean descerebrados, sino más
bien todo lo contrario. Cuando alguien comente una acción, siempre
hay que preguntarse a quien beneficia. Ello nos puede dar una buena
pista de la autoría. El beneficio, por muy mal que siente lo que voy
ha decir, lo recibe el movimiento nacionalista separatista catalán.
¿Que gana un nacionalista español haciendo estos comentarios?
Absolutamente nada, más bien todo lo contrario, pierde el cariño
de los catalanes y aumenta su sentimiento de odio. En pocas palabras:
A río revuelto, ganancia de pescadores.
Es por ello que
espero que se conozcan las identidades de los autores de los
comentarios, sean quienes sean y que rindan cuenta a las familias de
los afectados por ello; me da igual quienes sean. Estos actos no
deben quedar impunes.
Aprovecho este post
para dar mis más sinceras condolencias a los familiares de los
caídos en este brutal accidente. Sé que una muerte inesperada trae
consigo mucho dolor y sueños rotos. No me importa su nacionalidad o
condición, son personas, como todos los que mueren en trágicos
accidentes son seres humanos que han visto perder a sus seres
queridos en un instante, sin tiempo a prepararse, lo que multiplica
su dolor y su pena. Siento una profunda pena por aquellos que
utilizan el dolor ajeno para regodearse y ahondar en el odio. Menos
mal que el karma siempre pone las cosas en su sitio.
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