Lo que aquí cuento
es un testimonio de alguien que mantendré en el anonimato por
razones obvias, de la misma forma que no daré demasiados detalles
para no comprometer a la persona que me lo contó.
Después de
atravesar la ostentosa puerta del cortijo del es-torero, recorrimos
varias hectáreas de terreno por un camino bien arreglado para llegar
finalmente a un caserío, tan ostentoso y grande como lo que había
visto hasta el momento. Ya antes de que me lo propusieran tenía
muchas dudas sobre las razones por las que por las que debíamos ir
a un sitio tan alejado de lo que yo pensaba que debía ser un lugar
para presentar mi proyecto.
Ya en el lugar, lo
primero que me llamó la atención fue ver hombres casi ancianos con
jovencitas sacadas de revistas de moda, que bien podían ser sus
hijas. Vestidos caros, bolsos de marca y coches de lujo aparcados en
el jardín. Era un ambiente distendido y había mucha gente del
señorío. Efectivamente, pude reconocer políticos, miembros o
relacionados con la junta. Mí conseguidor, él que luego me
traicionaría como un vil gusano y el artífice de aquella extraña
excursión, me dijo que si quería podía presentarme a algunos de
esos personajes tan importantes, incluso hacerme fotos con ellos,
eran hombres poderosos que podrían abrirme muchas puertas en el
futuro a cambio de favores.
Para mí todo
aquello era nuevo, no entendía que para negociar mi entrada en el
proyecto tuviese que meterme en aquellos berenjenales, tan distantes
de lo que yo esperaba. Lo normal, pensaba yo, hubiese sido una oficina,
presentar mi proyecto ante expertos y financieros, pero todo
aquello no tenía nada que ver con lo técnico, aunque si mucho con las finanzas, pero no las que imagináis. Dudo mucho que
alguien de los que andaban pavoneándose por allí tuviese idea de lo
que yo ofrecía ni como lidiar con ello.
Lo hacía toda aquella gente allí dejó de ser un misterio cuando pude escuchar parte de
algunas conversaciones. Comprendí que allí se
negociaba cómo se repartirían el dinero que venía de las
subvenciones europeas en proyectos, que podían ser solo simples fachadas y
papeles sin nada tangible, solo justificantes del reparto.
Mi proyecto era uno de ellos, pero no era algo intangible. Los informes y el tiempo que tardé en redactarlos estaba sostenido por un duro trabajo de documentación y preparación, tanto a nivel técnico como estudio de campo, en el que invertí muchas horas. Todo el proyecto, el esfuerzo de ese duro trabajo fue entregado a mi conseguidor con la esperanza de un éxito que no llegaría nunca. Confié ingenuamente en el él dándole el contacto de mis proveedores y toda la documentación.
Mi proyecto era uno de ellos, pero no era algo intangible. Los informes y el tiempo que tardé en redactarlos estaba sostenido por un duro trabajo de documentación y preparación, tanto a nivel técnico como estudio de campo, en el que invertí muchas horas. Todo el proyecto, el esfuerzo de ese duro trabajo fue entregado a mi conseguidor con la esperanza de un éxito que no llegaría nunca. Confié ingenuamente en el él dándole el contacto de mis proveedores y toda la documentación.
Después de pasar un
tiempo descubriría con impotencia, que todo mí trabajo había sido
literalmente robado. Mi conseguidor se había apropiado del mismo
poniendo el logo de su empresa en los pie de página. Lo presentó como suyo, quizás
sirviendo de justificación para el reparto de comisiones, no lo sé.
Así es como se las
gastan por allí y lo que te pasa cuando antepones la confianza a los
contratos en los negocios.
Este hecho es
relativamente reciente y buena parte del señorío del cortijo ha
sido votado, nuevamente, por los electores de una comunidad autónoma
que parece secuestrada por una casta política corrupta. Yo me
pregunto: ¿Si el nivel de corrupción es tan alto, debo de creerme
el resultado de las elecciones? ¿Es la gente tan sumamente idiota
que es capaz de votar a los mismos que le roban su dinero una y otra vez? Creo que no se dan cuenta que el dinero que están robando es el suyo. Quizás, cuando
uno de esos votantes vayan por la carretera y por culpa de un bache tenga un accidente, puede que se de cuenta que el dinero que iba destinado a arreglarla ha acabado en manos de uno de estos que tan alegremente a vuelto a elegir.Y ya no me refiero a unos o a otros, sino a los dos partidos mayoritarios, que para mí son la misma basura con diferentes siglas.
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