Durante todos los años que hemos tenido que sufrir al Partido Socialista Obrero Español en el poder, hemos podido verificar su inutilidad y falta de ideas, así como una demostración de que este partido, en realidad ni es socialista, mucho menos obrero y aun menos
español. No hay ninguna de las legislaturas en la que no incumpliese sus promesas electorales. Su indice que fracasos económicos es abrumador y se cuenta por decenas. Su mayor contradicción, es ir contra sus ideales socialistas más
sagradas, ya que en vez de proteger los servicios públicos ha privatizado todos los que ha podido. Servicios estratégicos como la
energía, el gas, han sido mal vendidos y acabado en manos privadas afines. Al igual que el PP, ellos vendieron el patrimonio de todos a la empresa privada. Autopistas, telefónicas, refinerías, aeropuertos, astilleros y redes de distribución, han caído en manos privadas. Casi todos los altos ejecutivos de estas empresas, ahora en manos privadas, son ex.altos socialistas o del PP. Así mismo, Los socialistas, junto al PP, de los cuales no se diferencian en nada, tiene el dudoso mérito de haber conseguido que la enseñanza
de calidad y la sanidad sin colas de espera, sea cosa de gente con
mucho dinero. Con ellos, hemos conocido las peores crisis económicas vividas en
este país. Durante sus mandatos hemos conocido también los mayores
recortes sociales de la historia. Gracias a ellos, la deuda externa
alcanza límites impagables, es decir, que estamos endeudados de por
vida. Este partido, ha sido el abanderado de la corrupción, llegando a
crear todo un imperio de redes crientelares en Andalucía, con el fin de
asegurarse reelecciones. Una red en la que el dinero, dado por Bruselas
para el desarrollo de la región, miles de millones de euros, era repartido entre los afines al
partido. La mediocridad y la
falta de intelecto de sus líderes, han sido el hazme reír del mundo. Nos han toreado en Bruselas por no ser capaces de hacer una política exterior coherente y fuerte. Lo
primero que han hecho al entrar en el gobierno, es colocar a su gente en
puestos de dirección y subirse el sueldo; una práctica propia de las
dictaduras y de las repúblicas bananeras. Pero lo peor, ha llegado en
esta última etapa, donde la radicalización de sus ideas y su falta de
visión de estado, les ha llevado a negociar con los que pretenden
destruir ese mismo estado de derecho junto a los simpatizantes de los
terroristas; todo para mantenerse en el poder a cualquier precio. En el poco tiempo que ha gobernado este fantasma llamado Pedro Sánchez, hemos visto como las instituciones públicas han sido utilizadas para hacer propaganda electoral pagada con deuda pública, como han tomado RTVE, y otras empresas públicas, como el CIS, para ponerla a su servicio, como han echado sal en las viejas heridas de la guerra civil para utilizar el odio como forma de movilización, como han negociado con todo aquel que pudiese mantenerlos en el poder, sin importar que fuesen los mismos que han cometido un golpe de estado.
¿y
que es lo incomprensible de todo esto? Que hay gente que les vote, más
ahora, que su presidente es un fraude andante. Un doctor que plagió su
tesis y que no se atreve a enfrentarse en debates, que se esconde como
un miserable detrás de sus pancartas y fanáticos incondicionales. Que
después de todo lo dicho salgan ganadores en las encuestas. Esto solo es
comprensible desde el punto de vista de una sociedad aborregada y miserable.
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