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viernes, 26 de abril de 2019

¿Volverá el pueblo español a equivocarse?

Vivimos tiempos de decadencia moral, donde la palabra dada vale menos que la primera rebanada del pan de molde y  las promesas de los políticos son tan efímeras como los  suspiros en el vacío del espacio. Han llegado las elecciones y parece que  los votantes, nuevamente, volverán a llenarán el parlamento de hipócritas, demagogos, ladrones, mediocres, farsantes y sinvergüenzas, para que juntos hagan de ese país un lugar mejor donde vivir mientras; todo ello sin cobrar un duro, claro.

No hay nada más letal para una democracia que un pueblo subyugado a la ideológica irracional y que vota con las vísceras en vez de con la cabeza.  Lo que suele ocurrir cuando sucede esto,  es que  el votante elegirá a los candidatos de un partido u a otro en función de su ideología o pertenencia a un partido político, Sin tener en cuenta la solvencia de la persona, la trayectoria de la misma, programas electorales del partido o los resultados de ese mismo partido cuando estuvo en el poder.

A lo largo de los años de la democracia española, como ha sucedido en muchos otros países,  la gente ha votado solo en función de su ideología. Los resultados evidencian lo equivocada que es esta conducta suicida para cualquier país. Si el votante hubiese tenido en cuenta factores como los resultados, el nivel de corrupción, las promesas incumplidas, la pérdida de calidad de vida, las desigualdades sociales; en definitiva, todo lo que ha hecho un partido cuando estaba en el poder, el PSOE  y el PP hoy  posiblemente  no existirían o se hubiesen renovado completamente. En el mejor de los casos, los fracasos electorales, les hubiesen  obligado a eliminar de sus listas a las personas responsables de sus fracasos y a poner a personas honradas y solventes; ya que, de otra manera, un pueblo libre de dogmas, los hubiese expulsado de la política. Pero buena prueba  de que el pueblo nos es crítico con ellos y solo votan con las vísceras,  es que ahí siguen, sacando mayorías, a pesar de  su nefasta gestión. Incluso, se da la paradoja, que el partido político con más corrupción en la historia de la democracia española, el que ha creado más paro y que ha propiciado leyes que van contra el libre pensamiento, imponiendo su ideología como dogma; es precisamente el más valorado por los votantes, algo totalmente inconcebible en un país con memoria política.

Serán muchas las elecciones que vendrán y en cada una de ellas se demostrará con más firmeza la inutilidad de una democracia corrompida por la ideología, el caciquismo y la irracionalidad. el pueblo no escarmienta, lo hace una y otra vez y sigue pecando de ingenuo y estúpido. No se da cuenta que todos estos candidatos son creaciones de artificio, marketing disfrazado de personas con el fin de un único objetivo, el poder y el dinero.

España es un mar de burocracia muy cara, plagada de políticos que se tocan los huevos todos los días en el parlamento, y que cuando se ponen a trabajar, solo es para hacer más leyes estúpidas o inventar nuevos impuestos para pagar su nefasta gestión.   A España le falta cultura democrática y conciencia de país. el estado debería servir al pueblo y no al revés.

Muchos olvidan que en los países más avanzados, los políticos no cobran. Sencillamente porque lo hacen por amor a los demás. Durante el tiempo que ejercen de responsables de gobierno, no dejan de trabajar. En realidad, para tomar decisiones no se necesita mucho tiempo. Tanto es así, que solo tiene que dedicar una pequeña parte de su jornada laboral para ejercer su responsabilidad pública. Además, son pocos, pues el funcionariado, que no cambia con los respectivos gobiernos, como sucede en España, hace la mayor parte del trabajo. Así se entiende que países como Finlandia, Dinamarca  o Islandia, por poner algunos ejemplos, tenga una renta muy superior a países como España, Italia o incluso Francia; donde el número de políticos por habitante es mucho mayor.

Seguramente, en estas elecciones volverá a salir el nefasto PSOE y el farsante de su líder, Pedro el usurpador. Este se dedicará a volver a crear la red clientelar para favorecer las siguientes elecciones, dedicando dinero público para ello. Un dinero que hubiese ido bien para paliar el deterioro de la sanidad o el menguante fondo de pensiones. Buena prueba de ello, es que durante su escaso mandato, se ha dedicado a poner a su gente al cargo de las empresas públicas, a gente que su única virtud es pertenecer a un partido corrupto, sectario y anticuado. Luego, cuando destroce la economía del país, como lo ha hecho otras veces, vendrán los del PP, a solucionarlo todo y a cambiar los cargos puestos por el PSOE por los suyo. Y así indefinidamente, hasta que no quede nada en el país por vender ni ciudadano que no esté endeudado de por vida.    


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