
Una huelga de estudiantes, es ya de por sí, la cosa más
estúpida que se puede hacer para reivindicar derechos o servicios, ya que los
principales perjudicados de la misma son los propios estudiantes y los padres
de estos, que pagan los estudios. Son mucho más eficaces las manifestaciones
fuera del horario lectivo o las ocupaciones de los colegios. Pero lo que se pretende no es una huelga, sino
un acto para quitar la normalidad a un día en el que no hay nada que celebrar,
salvo que los golpistas están fugados de la justicia o encarcelados. Pretenden
añadir más leña a un fuego que ya ha quemado la convivencia y que amenaza con volverse
incontrolable.
Mientas, en el gobierno, o mejor dicho en el desgobierno de
Pedrito el usurpador, todos están preocupados por tapar sus carencias, corruptelas
y mentiras. Además, para permanecer en el poder, no hacen más que dar concesiones a los separatistas, que lo que pretenden
es acabar con el estado de derecho. Esos que están dirigidos desde una mansión
en Bélgica o a través de su pelele fascista en la Generalidad, están muy contentos con las
funestas declaraciones que los ministros de Pedro el usurpador hacen para
contentarlos. Lo que no sabe Pedro, es que ya le han tomado la medida y se han envalentonado para ir un paso más allá.

¿Qué será lo siguiente, poner los disidentes en el paredón?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si no estas de acuerdo o quieres aportar algo, deja tu comentario.