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martes, 4 de septiembre de 2018

Enfermos en el poder


Vivimos una época convulsa donde la verdad y la mentira conviven como una sola cosa, donde el cinismo es un valor al alza y donde la honestidad es un olvidado concepto del pasado. La clase política española, como todas las demás, no es una excepción a esta tendencia, al contrario, es el más fragante ejemplo de ello. Pedro Sánchez es un  engendro político creado con ingeniería social dentro de esta podredumbre moral que nos envuelve. Los barones del Partido Socialista lo crearon con la única intención de que sus votantes  olvidar al nefasto ZP, su ruina y sus ocurrencias, pero  nunca imaginaron que su monstruito iba a crecer y someterlos. Cuando los  barones se dieron cuenta de su error fue demasiado tarde. Pensaron que habían acabado con él, pero la bestia se revolvió y los devoró a todos, como devoró después a Mariano. El aprendiz se volvió maestro cuando aprovechó la debilidad de su adversario y usurpó el poder sin ser votado. Así es como un tipo, que en toda su vida política solo ha demostrado fracasos, falta de moral y cinismo, se hizo con el poder de un país azotado por una clase política infame y lleno se sabelotodo, que en realidad solo  saben poner la mano a fin de mes y cobrar su pensión vitalicia. 

Durante los primeros 100 días de gobierno, este este engendro creado por ZP, ha demostrado su afán por aferrarse al poder a cualquier precio, pactando con el fascista y racista declarado Torrá. También  cediendo todas las extravagancias económicas de los populistas y demagogos podemitas y haciendo malabares con los pro-etarras. Durante este tiempo ha quedado demostrada también su incapacidad para gestionar un numeroso séquito de ministros inexpertos y estúpidos, que van como pollo sin cabeza moviéndose por los ministerios sin saber qué demonios están haciendo; eso sí, cobrando muy buenos sueldos todo ellos. Al mismo tiempo hemos visto lo que se le da mejor, gobernar por decreto ley. Algo  que criticaba del PP no hace demasiado tiempo. También a decir una cosa y hacer lo contrario. Por supuesto, como bien maestro de ZP, a tirar globos sonda y recular después o desmentir a sus ministros. Así mismo, como todo buen sátrapa, lo primero que ha hecho es intervenir los medios de comunicación y colocar a sus acólitos en puestos públicos, incluyendo a su mujer.  
 Existe una patología psicopática que no muestra síntomas claros de su existencia y que en raros casos es detectada. Si hiciésemos una resonancia magnética a este tipo de personas  veríamos que si cerebro funciona diferente al resto. En realidad funcionan como psicópatas, ya que carecen de empatía. Este tipo de personas gozan, en cambio,  de una serie de dones como el  carisma, la facilidad de palabra y una especial habilidad para mentir. Así mismo, se creen sus propias mentiras hasta no distinguirlas de la realidad, por lo que tiene gran capacidad de convencer a otros de sus ideas. Su falta de empatía, les permite tomar decisiones dolorosas para otros, porque no pueden ponerse en su lugar ni intuir las consecuencias. En el fondo les importa poco o nada el sufrimiento de los demás porque no tiene capacidad para sentirlo. Solo si se ven afectados personalmente reaccionan y pueden cambiar de parecer. Este tipo de personas son muy  valoradas en grandes multinacionales por razones obvias. El problema es cuando llegan a la política, entonces su problema se convierte en el sufrimiento de muchos. El perfil psicológico de Pedro Sánchez, entraría perfectamente dentro de la sicopatología de este tipo de personas. Por desgracia, no es el único, de hecho estamos rodeados de ellos en todos los partidos políticos debido a las habilidades que poseen. Para evitar que gente así llegue a puestos de poder, lo primero que debería hacerse es que pasasen unas pruebas que descartasen la enfermedad, sino, las consecuencias están a la vista.


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