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jueves, 13 de septiembre de 2018

En nombre de la lengua


Gabriel Bibiloni, Carme Junyent, Josep Morgades, Bernat Joan son nombres que a priori no nos dicen mucho, sin embargo tenemos que tenerlos muy en cuenta, pues de ellos podemos aprender la esencia del fascismo y el totalitarismo en la que nadie debería acabar cayendo. Podemos aprender como la ideología puede trastornar tanto la personalidad que se pierde el juicio. Son este tipo de personas, los promotores de las ideologías totalitarias y fascistas que contaminan los colegios, las universidades y las calles. Los creadores de la simbología fascista e ideas que promueven el enfrentamiento. Se creen moralmente, y diría que hasta físicamente, superiores al resto de los mortales, con la autoridad para decirle a los demás cual es el dios verdadero.

Este tipo de personas, que debería estar encerrada en centros psiquiátricos, esta dando clases en universidades y manejando dinero público y esparciendo su mierda nazionalista allí donde van. Gabriel Bibiloni tiene un blog donde difunde sus mentiras lingüísticas. Carme Junyent, es conocida por ser una peligrosa talibán, ferviente defensoras del monolingüismo, catalán, por supuesto. No se entiende como una persona tan radical da clases en la UB, adoctrinando a cualquiera que se ponga en su camino con su verborrea fastizoide, propia de los tiempos de Stalin en la URS o al más puro estilo Hitleriano. Josep Morgades, conocido por sus pensamientos radicales y grandes estudios sobre la lengua catalana, Lengua que española que se habla en España, y que él eleva a los cielos como creadora del universo, también difunde su mierda en la universidad de Barcelona. Es uno de esos que cree que España es la serpiente que envenenó la manzana de Eva. En cuanto a Bernat Joan poca cosa tengo que decir. Un supuesto estudioso de la lengua madre de todas las demás lenguas y creadora de la paz mundial así como de la intelecto supremo, dominador del mundo mundial, el catalán. Benditos todos ellos por su capacidad para discriminar todo aquello que contradice sus tesis, que echa por tierra sus teorías o rompe sus esquemas patrióticas.

Estas son las personas que dedican sus miserables vidas a trastornar la mente de los jóvenes en las universidades catalanas, con mentiras y falsedades. Son los que inoculan su veneno fascista y totalitario en la sociedad menospreciando a los que se resisten.  Una sociedad adoctrinada y  abducida por unos medios de comunicación a su servicio, que ofrecen sus espacios a personas como estas y le niegan la palabra a las que no comulgan con su credo de odio nacionalista.  






Al final todo vale en nombre de la lengua, no importa que se manipule o se mienta, todo vale

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