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miércoles, 12 de septiembre de 2018

11S, El gran fracaso independentista


Con su habitual cinismo, los dirigentes del movimiento secesionista y totalitario catalán, nos pretenden hacer creer que la participación de su  11S, día de la diada,   fue de un millón de personas, cuando no superaban los 200.000; según algunas fuentes menos, 175.000. En realidad resulta obvio que esta cantidad es mentira, sencillamente porque no caben en  la diagonal de Barcelona. Si contamos el espacio disponible y que había tractorada, es evidente que es imposible, a menos que se subieran unos encima de otros. En cualquier caso, esta convocatoria fue menos multitudinaria que la  diada anterior, lo que demuestra un declive del poder de convocatoria de las asociaciones golpistas. Por mucho que se empeñen, a pesar de haber  traído, en cientos de autobuses, miles de nacionalistas y haber apuntado hasta los niños. No son las cifras que cita la guarda urbana, dirigida por Colau, ni mucho menos. Son muchos los que se han alejado de un independentismo cada vez más violento,   dirigido por personas de reconocido pensamiento radical y xenófobo. 

Si contamos que este fracaso se ha producido a pesar de treinta años de adoctrinamiento, miles de millones gastados en propaganda y hasta el uso de la violencia contra los no independentistas, ya pasaría a la categoría de desastre. Ya sería tiempo pues, de que se planteasen si sus tesis son correctas. Más teniendo en cuenta que  por  muchas manifestaciones y ruido que hagan, por mucho ensuciar las calles y espacios públicos de churros amarillos y cubanas, van a tener siempre enfrente a más de la mitad de la población que no quiere su república bananera, que lo único que quiere es vivir dentro del estado de derecho y dentro de esta, muy mejorable democracia, que aunque mala, siempre será mejor que el estado totalitario y represivo que proponen. Porque que no se equivoque nadie, cuando alguien, sabiendo que tiene en frete a más de la mitad de la población, pretende imponer sus ideas, estamos ante un movimiento fascista. 

Si tanto lo quieren, en vez de ir por el extranjero, insultado a sistema de gobierno que paga sus sueldos, podría dedicarse a convencer los españoles de que es mejor para todos, proponer un referéndum creíble como el de Quebec. En caso de ganar el sí en unas regiones y el no en otras, solo las del sí podrían independizarse. Pero claro, esto no lo aceptarán nunca, ya que Barcelona y Tarragona, así como otras comarcas, se quedarían fuera de su sueño.
A base de mentiras, de cambiar la historia, de enfrentar a la población, no van a conseguir más que el rechazo a su locura. En problema es que muchos, que ahora pasarán a ser gente con voz y voto, han crecido adoctrinados desde muy pequeñitos en el odio a lo español. Se han creído las falsedades históricas inculcadas por los cómplices necesarios de esta farsa pagada con los impuestos de todos. Mucho tendremos que trabajar los que creen en la libertad de verdad, y no esa que excluye, para convencer a estos abducidos de que la realidad que le han enseñado no es generadora de paz, sino de guerra.   

Por cierto, que una de las cosas que ha sabido hacer bien es nacionalismo excluyente catalán, ha sido engañar con cantos de sirena a muchos activistas por los derechos humanos en el extranjero, Algunos de ellos muy cuestionados por sus ideas radicales. Por suerte, la mayoría de estas organizaciones ya se han dado cuenta de las verdaderas motivaciones de los nacionalistas. 

Al respecto de estas palabras del fascista Torrá:
   
“Emparat amb el mandat de l’1 d’octubre i amb les grans lluites per la llibertat quetenim tots en la memòria, com per exemple la de Martin Luther King pels drets civils, proposouna acció que cada català ha de fer seva, si vol acceptar-la: una marxa pels drets civils, socials i nacionals de Catalunya”.

Donde este miserable hace una comparación del movimiento separatista, sopremacista y selenógrafo con la lucha por leos derechos civiles de los afroamericanos. el doctor Clayborne Carson contestó:   


No es justo que usen su figura. Luther King trataba de liberar a los afroamericanos de un sistema opresor, y no veo que formar parte de España sea una opresión. Para empezar, nadie impide a los secesionistas ejercer sus derechos humanos fundamentales, ni veo en general que sean oprimidos como grupo, así que uno y otro movimiento no son comparables. Es ir demasiado lejos. (…) No se puede obviar que existe una motivación económica en el movimiento de independencia de Cataluña. Se trata de una región rica que si se separase de España generaría un perjuicio a otros grupos sociales. (…) lo que están haciendo en realidad es negar a otra gente los derechos que reclaman para sí. (…)
No tengo todos los detalles, pero no creo que separar una región rica de un país sea comparable a defender los derechos humanos. Si cada persona en el mundo tuviera el derecho a organizar un movimiento secesionista, habría 10.000 países en el mundo. ¿Y eso haría de este un mundo mejor? Yo creo que no. Luther King trataba de construir un mundo que nos uniese a todos, no uno que nos separase y levantase muros. Él trabajaba por un mundo que superase sus diferencias, no por uno que sucumbiera a ellas. Puedo entender el derecho general de la gente a formar su nación, pero deben ser conscientes de que, si lo hacen por motivos culturales o étnicos, crearán en su país una minoría de personas que se sentirán agraviadas y desposeídas de sus derechos, y que en última instancia quizá deberán abandonar su tierra. Esto ya ocurrió en el proceso de separación de India y Pakistán hace 70 años. Los musulmanes tuvieron que abandonar India y los hindúes, salir de Pakistán. Y fue una tragedia. (…)
Suena raro que un Gobierno, que por definición tiene el monopolio de la violencia, reclame las tácticas de no violencia de Luther King o Gandhi. Que un Gobierno, que en otras circunstancias no dudaría en emplear la violencia en su favor para reprimir una manifestación, se erija, porque le conviene, en símbolo de la no violencia para justificar sus acciones solo puede ser calificado de hipócrita. (…) el hecho de desobedecer y abogar por la no violencia no convierte automáticamente tu causa en justa si con ella estás negando a otros el ejercicio de sus derechos. (…)
Si ahora California se separase de Estados Unidos, recibiría muchos apoyos, pero también generaría una resistencia muy fuerte, y eso probablemente nos llevaría a una guerra civil. Puedo entender los dos lados de la ecuación y suelo sentir simpatía por los movimientos de liberación, pero la actual tendencia mundial hacia el secesionismo es muy peligrosa. Si ahora hiciésemos una votación en Estados Unidos, muchos querrían construir un nuevo país para ellos, sobre todo el hombre blanco de clase media, que se siente amenazado”.

Artículo completo en  https://www.dolcacatalunya.com/2018/09/enorme-zasca-a-racistorra-del-director-de-martin-luther-king-institute-no-veo-que-formar-parte-de-espana-sea-una-opresion/

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